La Jornada 21 de septiembre de 1996

Atacan las guerrillas en 9 regiones de Colombia

Ansa, Reuter, Ap, Afp y Efe, Santafé de Bogotá, 20 de septiembre Fuertes combates se desataron en las últimas horas entre las fuerzas armadas de Colombia y las guerrillas, luego de que éstas relanzaron una escalada de ataques en diversas regiones del país y declararon un nuevo paro armado nacional.

Por segundo día consecutivo el ejército, apoyado por aviones y helicópteros, lanzó intensos bombardeos en una contraofensiva contra columnas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a las que dijo haberles causado una treintena de bajas en una zona selvática del cañón La Llorona, departamento de Antioquia.

Al mismo tiempo, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el segundo grupo rebelde en importancia, decretó un paro a partir de hoy del transporte, así como el cierre de toda actividad comercial, del sistema bancario y financiero y de todas las actividades, que de inmediato se hizo acompañar por una intensa ofensiva en diferentes regiones.

La ofensiva del ELN se concentró en el departamento de César, en una de cuyas zonas rurales interceptó e incendió 18 camiones de carga con carbón. En Jagua de Ibirico el grupo dinamitó un retén de policía y asaltó un camión con 31 mil kilos de nitrato de amonio, que sirve para fabricar explosivos.

Los efectivos del ELN extendieron su ofensiva hacia los departamentos de Antioquia, Tolima y Bolívar. En Antioquia los rebeldes realizaron varias ofensivas contra puestos del ejército y cuatro de ellos cayeron abatidos. En la ciudad de Cartagena lanzaron bombas contra dos bancos y un almacén y dinamitaron tres torres de energía eléctrica.

En Tolima, centro del país, hubo ataques aislados y se reportó la quema de cinco autobuses. Los guerrilleros, que además incendiaron una fábrica de aceites en César, así como una iglesia mormona en Barranca-bermeja y montaron controles en la carretera hacia Bucaramanga, obligaron al ejército a declararse en máxima alerta.

La ofensiva del ELN se puso en marcha poco después de que las fuerzas armadas iniciaban una contraofensiva por tierra y aire contra las FARC en el cañón La Llorona, en las inmediaciones de la rica zona agroindustria de Urabá, en Antioquia. Incluso, el ejército dijo haberle causado ``fuertes bajas'' a los guerrilleros.

El comandante de la primera división del ejército, general Iván Ramírez Quintero, indicó que en la contraofensiva participan aviones y helicópteros, en apoyo de tres batallones de contrainsurgencia y uno de infantería. En total, dijo, participan más de 2 mil soldados contra unos 300 rebeldes, a los que se estima les causaron unas 30 bajas.

Alas atoridades militares dijeron que es difícil contabilizar las bajas rebeldes ya que ellos se llevan sus muertos, y que la contraofensiva del ejército se lanzó en previsión de planes de las FARC de llevar a cabo una serie de ataques en diferentes regiones del país para este fin de semana bajo un denominado Plan Pistola.

Se multiplican los ataques

No obstante, se estima que entre la tarde del jueves y el curso de este viernes las guerrillas multiplicaron sus ataques armados en por lo menos nueve de los 32 departamentos del país, con un registro inicial de unos 14 ataques y un número indeterminado de muertos y heridos entre soldados, policías, civiles y guerrilleros.

``El objetivo de la guerrilla es crear una cierta zozobra e intranquilidad en el país, dar la impresión de que no nos podemos mover de un lugar a otro y que no podemos transitar por las carreteras'', señaló el ministro de Defensa, Juan Carlos Esguerra. Pero, acotó, ``vamos a demostrar que eso no es cierto''.

Informes de última hora señalaban que al anochecer los rebeldes sumaban un total de 43 vehículos incendiados, entre camiones de carga, autobuses y particulares, principalmente en Antioquia y César, donde parecía que el paro armado en las carreteras se estaba logrando.La mayoría de los vehículos quedaron varados en los retenes establecidos por el ELN.

El responsable gubernamental de la lucha contra los secuestros, Alberto Villamizar, declaró que la guerrilla tiene ya a Colombia en una guerra y que es necesario reconocer este hecho a fin de analizar la forma de enfrentar este problema o buscar la paz. Dijo que muchos se niegan a este reconocimiento porque sería reconocerle status a la guerrilla.

Tanto Villamizar como otros analistas señalaron que la guerrilla colombiana, la más antigua y activa de América Latina, ha adquirido en los últimos años un poder militar creciente. En este contexto, dijeron, acumula fuerzas por medio de la guerra y cuenta con amplio financiamiento gracias a los secuestros, extorsiones y narcotráfico.

El nuevo vicepresidente, Carlos Lemos, declaró que Colombia necesita de un pacto democrático para afrontar unidos el terrorismo, la guerrilla y la delincuencia común. A su vez, el presidente Ernesto Samper comentó que con Lemos se avanzará en un proceso de reconciliación y búsqueda de la paz.

El embajador de Estados Unidos, Myles Frechette, afirmó por su parte que la guerrilla se está aprovechando de la debilidad del gobierno de Samper. No obstante, sostuvo que la política de su gobierno no ha sido sacar al presidente colombiano, sino buscar una mayor cooperación en la lucha antidrogas.

Tras señalar que la falta de cooperación antinarcóticos mantiene la política de Washington en Colombia bajo revisión y sin que aún se descarte la imposición de sanciones, el embajador pidió al presidente Samper que brinde mayores garantías a la inversión extranjera y que concluyan las barreras comerciales en algunos sectores.

Samper viajará este sábado a Nueva York, en su primer desplazamiento hacia Estados Unidos desde que el gobierno del presidente Bill Clinton le retiró su visa de ingreso a territorio estadunidense, justamente por los diferendos en la lucha contra el narcotráfico. En ese sentido, el viaje del mandatario colombiano solo será para hablar ante la Asamblea General de Naciones Unidas.