La Jornada 30 de agosto de 1996

Riesgo de respuesta militar a reclamos sociales: Cárdenas

Rosa Icela Rodríguez Al rechazar ``la salida militar'' para enfrentar a los grupos armados, porque ``la represión podría agudizarse'', el líder perredista Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano reclamó la atención del gobierno a las demandas sociales y económicas en las zonas marginadas.

En entrevista con La Jornada, el presidente de la Fundación para la Democracia y ex candidato presidencial se refirió a las movilizaciones, ocurridas en la víspera, que ha reivindicado el Ejército Popular Revolucionario.

--Cuando la primera aparición del EPR en Guerrero el 28 de junio pasado, usted dijo que el EPR era una pantomima, ¿ahora sigue pensando lo mismo?

--Considero que los grupos que se identifican como EPR existen, que están en acciones armadas y que independientemente de las calificaciones que pudieron haberse dado por la forma como se presentaron los hechos en Aguas Blancas, pueden haber estado equivocados; pero aquí lo importante es que existen los grupos armados, que hay acciones donde hay pérdida de vidas y que esto es lo que debiera preocuparnos, llamarnos la atención y movernos para crear las condiciones para que cesen este tipo de acciones.

Más allá de que yo pudiese estar equivocado en una apreciación, esto no es importante.

Lo importante es que haya acciones que vayan a resolver los problemas.

--Ingeniero, ¿qué opina sobre la aparición de guerrilleros en diversos estados del país?

--Veo con mucha preocupación que estén apareciendo en el país grupos que ven en la vía armada el camino para buscar la solución a sus problemas o para impulsar el alcance de sus objetivos políticos o ideales económicos.

Es muy grave que se hayan producido estos enfrentamientos. Sería muy deseable que, aparte de conocer ya algunos documentos en donde se planteen problemas de carácter económico y social, que el Ejército Popular Revolucionario tuviese un pronunciamiento concreto.

Ademas, después de los acontecimientos, deben plantear por dónde pudieran tener solución los problemas que ellos estén presentando.

--Pero ¿cuál sería el camino que debería de seguir el gobierno en estos momentos difíciles?

--Sería muy deseable que hubiese por parte del gobierno una acción que fuese al fondo de los problemas, pues sin duda la presencia de los grupos armados en el país muestra no sólo la definición de un camino y una actitud política, sino que existen problemas no atendidos por todo el país de carácter social y económico, marginación, caída del salario, desocupación, caciquismo, arbitrariedad, falta de atención a muchos problemas, que el gobierno debiera en este caso, pública y explícitamente que iniciar el programa de atención de zonas marginadas.

Pero que no sean palabras, sino acciones reales que lleven a recuperar para el país un clima constructivo en donde efectivamente empiece a recuperarse y (comiencen) a resolverse los problemas de carácter social y donde puedan eliminarse las causas que originan este tipo de acciones.

--Si el gobierno no toma las medidas adecuadas, ¿cuáles serían las consecuencias para el país?

--Que siguiéramos viendo crecer los enfrentamientos armados; esto genera no sólo inquietud, sino inestabilidad de carácter social y económica. El gobierno debiera llamar y dar muestras claras de voluntad de diálogo y de buscar por esa vía la solución de los problemas que sí existen. Los grupos armados existen, están encontrando estos, como los caminos únicos para expresarse y (debe) tratar el gobierno de acelerar este tipo de negociaciones y de solución a los problemas.

Independientemente del encuentro del gobierno con los grupos armados, el gobierno debiera, como acción unilateral, irse a buscar la solución de los problemas. Esto es, que la presencia de grupos armados no es nada más y sería un error pensar que la gente quiere el enfrentamiento armado. La gente, ni los que están participando en estas acciones, ni nadie quiere los enfrentamientos armados, quieren que se resuelvan los problemas.

Seguramente se podrían encontrar los campos de conciliación, los puntos donde pudieran cederse y concederse de manera mutua.

--¿Los movimientos armados son la única solución de los problemas?

--Yo no creo que el país en estas circunstancias vaya a encontrar una solución sólo en las acciones militares. No creo que la acción militar en este caso vaya a dar solución a los problemas evidentes, reconocidos por todo mundo, de carácter social y económico.

--Pero ¿cuál sería una salida inmediata para esos grupos que no fueran las armas?

--Si hay quien encuentra como único camino de expresarse la vía armada, por la situación de acorralamiento y desesperación, de no estar recibiendo atención por parte de las autoridades, el gobierno debe de ir al fondo del problema y pensar que el problema no es de carácter militar, sino que es un problema económico, de pobreza, de marginación, de corrupción.

Para buscar solución a los problemas, estoy seguro de que el gobierno podría contar con la colaboración de muchos sectores de la sociedad en muchas partes del país. Si hay problemas en Guerrero, seguramente hay sectores ahí dispuestos a buscar los entendimientos, siempre y cuando haya voluntad política.

--En un caso de estos, ¿podría servir usted de mediador?

--Yo no estoy viendo funciones de mediadores ni cuestiones personales; estoy viendo que mucha gente, de los más variados sectores, estaría dispuesta a colaborar con un gobierno que mostrara, en acciones, voluntad para resolver los asuntos.

--¿La gravedad de la situación podría llevar a la represión generalizada?

--La represión puede agudizarse y el riesgo que se puede correr es que el gobierno crea encontrar en la acción militar el camino para hacer frente a la demanda social. La demanda social nunca podrá atenderse con acciones militares. Requiere acciones en el campo social, en el campo económico y en el campo político.

--El hecho de que estos grupos armados realicen estas acciones días antes del Informe presidencial, ¿qué quiere decir?

--Esto puede ser estrategia, eso puede ser la lucha, la forma de dar más impacto a estas acciones.

Lo grave no son las fechas, sino que haya alguien que crea que esta es la única forma que tiene para resolver sus problemas.

El gobierno en este caso debiera de mostrar una actitud abierta, conciliatoria; tratar de acercarse efectivamente a estos grupos en acciones públicas, abiertas, en donde se les brindara seguridades y garantías de modo que se aleje del país el riesgo de una violencia generalizada.

--¿Estas últimas movilizaciones armadas enturbian las negociaciones del gobierno con el EZLN?

--Yo no diría que las enturbia, sino que esto vendría a ser un llamado de atención para que las negociaciones con el Ejército Zapatista se aceleren también, como debieran buscarse con estos otros grupos el encuentro y la posibilidad de resolver los problemas que los han llevado a tomar este camino.