En ayuno, 10 alumnos y padres de familia contra el examen único
José Gil Olmos Poco más de una decena de padres de familia y estudiantes iniciaron ayer un ayuno frente a la sede de la Secretaría de Educación Pública, en rechazo a los resultados del examen único para bachillerato y en demanda de lugares en las escuelas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Por su parte, la UNAM presentó ante la Procuraduría General de la República una nueva denuncia de hechos contra los padres de familia y aspirantes inconformes que por segundo día consecutivo bloquearon las entradas de la torre de Rectoría.
Una representación de los padres de familia, apoyada por la Coalición Trilateral en Defensa de la Educación Pública, dijo que buscarán asesoría legal para enfrentar las denuncias penales e insistió en que mantendrán el bloqueo hasta que una representación de las autoridades educativas resuelva la demanda de lugares para sus hijos en los planteles de la UNAM y el IPN.
A su vez, el grupo de padres de familia y de la Comisión Estudiantil Metropolitana que comenzó el ``ayuno permanente'' explicó que esta decisión se dio luego de que la noche del jueves, junto con un grupo de diputados y senadores, esperaron en vano la reunión que tendrían con Daniel Reséndiz, subsecretario de Educación Superior de la SEP.
Los jóvenes de la CEM señalaron que la negativa del funcionario de la SEP no sólo molestó a los padres de familia sino también a los legisladores del PRI, PAN y PRD que estaban dispuestos a ayudar a encontrar una solución.
Luego de la reunión que sostuvieron ayer al mediodía con los legisladores en el auditorio del Senado, entre ellos el diputado del PRD Mauro González Luna y el senador del PRI José Murat, los inconformes anunciaron el inicio de la huelga de hambre frente a la SEP, hasta que una autoridad con poder de resolución muestre los resultados del examen único para bachillerato en la ciudad de México y su zona metropolitana.
El otro grupo de padres de familia que impidió por segundo día el acceso a la torre de Rectoría de la UNAM, insistió en que el proceso efectuado por el Centro Nacional de Evaluación de la Educación Superior es ``injusto'', pues a jóvenes con promedio de 9.7 y 9.4 les fue negado un espacio en la Preparatoria.
Una comisión pernoctaría en los accesos a las oficinas de la UNAM donde laboran unos 800 trabajadores administrativos.
Tras un mes de manifestaciones, marchas a Los Pinos y a la SEP, bloqueos a las principales avenidas de la ciudad de México y diálogo con funcionarios menores, el grupo de padres de familia decidió plantarse hasta por lo menos el próximo sábado en la torre de Rectoría, pues el 1o. de septiembre, día del segundo Informe presidencial, realizarían un acto de protesta.
Por la mañana, en la explanada de Rectoría, José Luis Lobato, director general de Asuntos Jurídicos de la UNAM, a la cabeza de unos 600 trabajadores universitarios, pidió en vano a los inconformes retirarse de las entradas y permitir el ingreso de los empleados.
En un comunicado, las autoridades universitarias advirtieron que mantener cerrada la Rectoría y perjudicar las actividades institucionales de la UNAM, afecta los intereses particulares de los empleados.
Sobre la decisión de presentar ante la PGR la nueva denuncia de hechos, citaron como razón ``los actos de este reducido grupo que impide las actividades normales que funcionarios, profesores, trabajadores y alumnos tienen que realizar en las diversas dependencias que funcionan en la torre de Rectoría''.