La Jornada 24 de agosto de 1996

Represión militar en Colombia a cocaleros

Afp, Ap, Ansa, Reuter, Efe y Dpa, Santafé de Bogotá, 23 de agosto Cuatro personas muertas y por lo menos otras 49 heridas, así como pérdidas materiales superiores a los 3.5 millones de dólares, son el saldo de violentos enfrentamientos hoy en Florencia, capital del departamento colombiano de Caquetá, donde miles de campesinos cocaleros protestan desde hace 29 días por la decisión del gobierno federal de erradicar sus cultivos.

Los cocaleros mantienen sitiada Florencia desde hace 29 días y, tras los enfrentamientos de este viernes, el gobierno estatal adoptó medidas de emergencia para hacer frente a la difícil situación, ya que ahora hay escasez de alimentos, este viernes quedó interrumpido el transporte urbano, intermunicipal y aéreo y el cierre de actividades comerciales.

Las medidas especiales decretadas por el alcalde de Florencia, Héctor Orozco, incluyen el toque de queda entre las 19 y las 6 horas locales, así como la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas y la restricción al paso de automotores hacia Florencia.

Por la mañana, los pobladores de Florencia se unieron a campesinos que burlaron el cerco y pretendían acampar en el parque central y se enfrentaron con palos, piedras y bombas incendiarias a los militares, que mantienen el control de esta ciudad de 120 mil habitantes.

Aunque en esta ocasión no se presentaron disparos de armas de fuego, dos personas fueron abatidas y otras 12 resultaron heridas; un vehículo del programa gubernamental de sustitución de las siembras ilícitas fue incendiado, la casa del alcalde apedreada y numerosas vitrinas de los bancos y comercios rotas. Algunos campesinos se dirigieron a la casa de la cultura, sede de las negociaciones y agredieron a los delegados del gobierno.

En Belén de los Andaquíes, donde se concentra una parte de los 75 mil campesinos que pretenden entrar en Florencia, el alcalde William Sánchez confirmó que se registraron violentos enfrentamientos con el ejército, con saldo de dos campesinos muertos y 20 heridos. El ministro del Interior, Horacio Serpa, pidió compostura para tratar de llegar a una solución pacífica del problema.

El gobernador de Caquetá, José Arbey, afirmó que los promotores del paro deberán responder ante la justicia por los incidentes, y señaló que "lo que pasó hoy es sumamente grave, porque se trata de terroristas que tendrán que responder penalmente por incitar a los campesinos a tomar la ciudad".

Las protesta de campesinos por la destrucción de sus cultivos por parte del gobierno, y que se prolonga ya por casi un mes en el sur del país, ha dejado hasta ahora 11 muertos y más de 140 lesionados, mientras se comienzan a presentar los primeros brotes epidémicos de hepatitis en el departamento de Caquetá, indicaron voceros de la Cruz Roja.

Las conversaciones con representantes del ejército y del gobierno se mantienen suspendidas después de varios intentos por reanudarse en medio de los desórdenes que cada día parecen agravarse, consideró el obispo de Florencia, Fabían Marulanda.

En otro orden, el ministro de Hacienda, José Ocampo, informó que el FMI recomendó al gobierno aplicar una política de austeridad más severa para sanear las finanzas públicas, aquejadas por un déficit fiscal, pero señaló que no es viable llegar a los niveles planteados por el organismo.

Ocampo dijo que no obstante que se atenderán las recomendaciones del FMI y se enviarán al Congreso nuevas medidas para profundizar el ajuste --además de las anuncia-das hace unos días--, éste será menos severo.

Expertos del FMI concluyeron al finalizar su viaje a Colombia, que para este año el país tendrá un déficit público de 3.3 por ciento del producto interno bruto (PIB) y no de 2.1 como calculó el gobierno, pero Ocampo atribuyó la diferencia a la metodología contable empleada por cada uno y divergencias en estimaciones sobre ingresos tributarios.