Niegan ratificación a un magistrado penal; es un ``acto arbitrario'': colegas
Jesús Aranda El Consejo de la Judicatura Federal negó la ratificación al magistrado Amado Guerrero Alvarado, quien fungía como titular del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal. La decisión causó controversia e inquietud al interior del Poder Judicial federal, en virtud de que no había queja grave fundada en su contra y que había pasado con éxito una revisión realizada hace cinco meses por el propio Consejo.
Magistrados que conocieron de cerca el asunto comentaron lo anterior, y llamaron la atención en el sentido de que el despido de Guerrero Alvarado se debió a los problemas que tuvo en su momento con el consejero Gilberto Vargas Chávez.
Las fuentes consultadas, que solicitaron el anonimato, explicaron que esta arbitrariedad es particularmente delicada, dado que 70 por ciento de los magistrados federales no han sido ratificados en sus cargos y podrían correr la misma suerte, sin derecho alguno de apelación o queja.
Tras señalar que en el expediente de Guerrero Alvarado no se encontró ninguna queja fundada desde que era juez ni como magistrado, y que incluso hace unos meses recibió la visita de inspección de parte del Consejo de la Judicatura y recibió un dictamen favorable, los entrevistados avalaron su calidad moral y profesional y apuntaron que era de esperarse un fallo en su favor.
Guerrero Alvarado, quien ingresó al Poder Judicial en 1970 como secretario adscrito al Juzgado Primero de Distrito, y que concluyó su carrera como magistrado del Segundo Tribunal Colegiado del Primer Circuito, contaba con el reconocimiento de sus compañeros. Incluso un ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación fue consultado por La Jornada sobre el asunto, y reconoció que era ``lamentable'' que se hubiera tomado una decisión de esa naturaleza.
De acuerdo con las fuentes, la postura de Vargas Chávez en contra del ex magistrado fue determinante para que el presidente del Consejo y de la Suprema Corte de Justicia, Vicente Aguinaco Alemán, apoyara la no ratificación.
Los informantes apuntaron que al interior del Poder Judicial federal trascendió el apoyo inicial de los consejeros ``externos'' --propuestos por el Senado de la República y el Ejecutivo para ocupar sus cargos-- Ricardo Méndez Silva, Alfonso Oñate Laborde y Mario Melgar Adalid en favor del ex magistrado, el cual finalmente fue insuficiente.
Es injustificable, indicaron las fuentes condultadas, que el Consejo no haya otorgado la ratificación correspondiente en tales condiciones.
Calificaron de ``condenable'' que problemas entre los magistrados tengan un desenlace de esa naturaleza, particularmente cuando no están en las mismas circunstancias y el afectado no tiene las mismas herramientas para defenderse.
Además, afirmaron, es preocupante para el resto de los integrantes que el Consejo de la Judicatura no haya establecido claramente sus criterios para la ratificación, particularmente cuando 70 por ciento de los cerca de 180 magistrados federales no ha sido ratificado.