La Jornada 12 de agosto de 1996

No ha leído la plataforma republicana ni está comprometido con ella, señala el virtual candidato

Jim Cason y David Brooks, enviados, San Diego, 11 de agosto Un día antes de que se inaugure aquí la Convención Nacional Republicana, su candidato presidencial, Bob Dole, declaró en una entrevista publicada este domingo que aún no ha leído la plataforma política del partido y afirmó que no se siente comprometido con las propuestas expresadas ahí.

``No estoy amarrado a la plataforma'', dijo el candidato en entrevista con el San Diego Union Tribune. "Probablemente estoy de acuerdo con casi todo dentro de ella, pero no la he leído", añadió.

A primera vista, es difícil entender, en verdad, qué es lo importante en esta convención republicana. No hay misterio de quiénes serán nominados candidatos a la presidencia y a la vicepresidencia el miércoles en la noche, ni suspenso sobre quién tendrá la palabra, ni qué se dirá; y, ahora, aparentemente, el único documento de política que los delegados a la reunión aprobarán expresando el consenso del partido nacional es irrelevante.

Esta convención, de hecho, no trata estas opciones o temas, sino casi exclusivamente será un acto para reintroducir a Bob Dole entre un público televisivo nacional y convencer al electorado de que el Partido Republicano es más que un partido de ``extremistas''.

Lo que Dole y sus aliados han hecho esta semana es cederle a Pat Buchanan, a la Coalición Cristiana y al ala ultraconservadora el control sobre la plataforma política y después declarar que ese documento es irrelevante. Esa estrategia permite aplacar a los ``extremistas'' en el partido, dando expresión a sus posiciones contra el aborto, contra los homosexuales, contra el narcotráfico y la inmigración.

Pero la plataforma no será presentada por televisión, y las imágenes emitidas desde esta convención tendrán otros mensajes, algunos sin ancla en el principal documento político de este partido.

Lo que el público nacional verá será a un candidato a la vicepresidencia que se opone a la Propuesta 187, y a un gobernador de Texas, George Bush Jr., quien se presenta como ``amigo'' de México y que abrirá los discursos en tres de las cuatro noches aquí desde el podio.

El senador Alfonse D'Amato, de Nueva York, comentó este domingo con reporteros que no apoya la iniciativa de algunos de sus copartidarios de negar la ciudadanía a los hijos de indocumentados nacidos en Estados Unidos. "Si uno nace aquí, debería ser un ciudadano de este gran país", dijo D'Amato.

O sea, lo que oficialmente se aprobará aquí como la posición republicana sobre los temas nacionales no es necesariamente la posición de todos los miembros, incluso la de sus dirigentes.

Entonces, a ¿qué vienen los miles de delegados y oficiales de este partido, que ahora controla ambas cámaras del Congreso federal y 32 de las 50 gubernaturas de este país?

Es en parte una fiesta, un premio, a los activistas del partido, que llegan con toda su familia a pasarla bien. Entre ellos están los profesionales políticos que llegan a concretar sus empleos o a ofrecer sus servicios. Pero esto no es un lugar en donde se elabora la política de uno de los dos partidos nacionales.

Todo esto confirma que las convenciones de los partidos políticos, estos grandes actos democráticos donde supuestamente se congregaba a las bases y el liderazgo del partido para debatir, negociar y acordar la plataforma y seleccionar a los mejores entre ellos como candidatos a los puestos más importantes del gobierno, ya no tienen una función de quehacer político en sí, sino que se han convertido en grandes espectáculos de relaciones públicas diseñados por estrategas políticos profesionales para crear una imagen preconcebida. Es un ballet cuidadosamente coreografiado, en donde se evita a toda costa cualquier paso en falso.

Y sin duda, todo está organizado para el principal medio de política en Estados Unidos: la televisión.

Organizadores de la convención republicana reconocieron que será más fácil seguir este acto por televisión que en vivo dentro del Centro de Convenciones. Por lo tanto, favor de no cambiar de canal.