La Jornada 11 de agosto de 1996

CONFIRMA DOLE: KEMP, COMPAÑERO DE FORMULA

Jim Cason y David Brooks, enviados, San Diego, 10 agosto Frente al edificio de cortes de su pueblo de Russell, Kansas, el virtual candidato republicano a la presidencia Bob Dole presentó hoy personalmente a su nuevo compañero de planilla, Jack Kemp, caracterizándolo como un hombre de ``talento ilimitado y de visión''.

Hablando por primera vez como el candidato oficial a la vicepresidencia, el ex astro profesional de futbol americano y ex diputado federal esbozó una amplia imagen del país que él quiere ayudar a dirigir. ``Los ideales estadunidenses y la imaginación de este país han impresionado a... hombres y mujeres en todas las esquinas del globo. La historia de nuestra nación se convirtió en un hecho central de la historia del mundo''.

Aún si esta aseveración retórica es algo debatible, los líderes republicanos que están llegando aquí a California expresaron que Kemp ayudará a que la aún débil campaña de Dole pueda extenderse más allá de la base limitada de los ultraconservadores, quienes han definido en gran medida el perfil público de este partido. ``Tiene la habilidad comprobada de apelar a votantes, algunos de los cuales han votado por los demócratas en el pasado, tanto en las colonias urbanas marginadas o en la comunidad afroamericana'', declaró esta tarde aquí el presidente nacional del Partido Republicano, Haley Barbour.

Pero la primera la tarea para Dole y Kemp será unificar las diversas facciones de su partido, y el nuevo candidato a la vicepresidencia no desperdició un minuto para empezar. ``Estamos continuando por el camino alto que fue iniciado por Ronald Reagan en 1980'', declaró, al intentar vincular a Dole con el hombre que continúa siendo la figura republicana más elogiada en la historia reciente de este país.

``Está dentro de nuestro alcance renovar la promesa de Estados Unidos, su posibilidad, y más que nada su potencial'', sostuvo Kemp. También retornó al singular tema de recortes en los impuestos, el cual ha sido su enfoque principal desde que primero llegó a la Cámara de Representantes como diputado de Buffalo, Nueva York. Ambos, Kemp y Dole, utilizaron el encuentro de hoy para reafirmar su enfoque central sobre un recorte de los impuestos de 15 por ciento como el tema principal de su campaña electoral.

Pero como reconocieron hoy muchos republicanos y analistas aquí en el sur de California, al seleccionar a Jack Kemp, Dole también escogió a un hombre que en varios respetos es antagónico a él. Mientras Dole durante gran parte de su carrera política ha argumentado a favor de una reducción del déficit del gasto federal, Kemp fue promotor, y algunos sugieren uno de los principales autores, de las políticas económicas de Ronald Reagan de ``economía de oferta'' (supply-side) y recortes de impuestos que resultaron en triplicar el déficit presupuestario federal.

Sobre el tema de la inmigración, Kemp también ha adoptado posiciones en el pasado opuestas a las expresadas por el propio Dole y ahora integradas a la plataforma política del partido Republicano. En 1994, Kemp escribió un artículo publicado en el Wall Street Journal que criticó directamente a sus colegas republicanos por apoyar la Propuesta 187 de California, y repetidamente ha criticado a legisladores republicanos por los esfuerzos para negar beneficios de educación pública a los hijos de los inmigrantes indocumentados. Dole ha dicho una y otra vez que apoya a la 187 y esas iniciativas de negar beneficios público, incluyendo educación, a los ``ilegales''.

Kemp tiene que apoyar la 187

Hoy, en respuesta a una pregunta de La Jornada, Haley Barbour dijo que no le habían informado si Kemp había modificado su posición sobre este tema, pero insistió en que como candidato a la vicepresidencia, Kemp finalmente apoyará y hablará a favor de las posiciones del candidato Dole.

El gobernador californiano, Pete Wilson, expresó sus dudas sobre esto, pero aseveró que a fin de cuentas Kemp ``tendría que'' apoyar la posición a favor de la 187 como segundo del candidato a la presidencia.

Sin embargo, la oposición firme de Kemp a los derechos al aborto deberían ayudar a concretar la base de Dole entre la derecha cristiana y reducir las amenazas potenciales de la Coalición Cristiana y otros de que llevarían a cabo acciones de protesta en medio de la convención.

Como congresista, Kemp no sólo votó a favor de una legislación para prohibir el aborto, sino que promovió una legislación para negar financiamiento federal a clínicas medicas que llevan a cabo operaciones legales de aborto.

Los líderes republicanos que se reúnen aquí han dicho en privado que la habilidad para la retórica de Kemp y sus añejos instintos políticos podrían compensar ante la percepción de Dole como candidato de poca chispa y con faltas en su manejo de diplomacia pública. Pero analistas políticos y comentaristas también se preguntan si no existe peligro de que un Kemp carismático y con imagen dinámica podría empezar a echar sombras sobre su nuevo jefe.

No hay duda sobre el talento de retórica de Jack Kemp, quien tal vez utilizando las lecciones aprendidas de su experiencia como secretario de Vivienda en la administración de George Bush, pintó hoy una visión de un Partido Republicano renovado que busca definir un ``programa inclusivo'' que atraiga el apoyo de todos los sectores estadunidenses, ``desde las colonias de Nueva York a los barrios de California'', y que representa a ``la familia estadunidense entera, donde nadie se queda atrás y nadie es negado de entrada''.

Y más de un comentarista señaló hoy que mientras Dole ofreció un característico discurso breve de cinco minutos al presentar a Kemp, su segundo habló durante casi dos veces ese tiempo. Todo esto es invento de los medios, dicen los líderes republicanos, que insisten en que Kemp entiende que él es el número dos en esta planilla, y no el protagonista.

Al responder hoy al anuncio sobre Kemp, los representantes de Clinton --quien goza de un periodo vacacional en Wyoming-- intentaron definir la selección como una medida desesperada de último momento para intentar salvar la campaña de Dole.

Activistas del Partido Demócrata en San Diego distribuyeron comunicados de prensa en los que hicieron énfasis en algunas de las posiciones más controvertidas de Jack Kemp, como su posición a favor de regresar a la norma de oro para el dólar y las divergencias en las posiciones políticas entre él y Dole.

Sin embargo, en privado algunos sugieren que la Casa Blanca podría estar más que un poco preocupada de que el ex astro de futbol profesional y carismática figura política de perfil nacional, quien de hecho se ganó muchos amigos en áreas urbanas como secretario de Vivienda, pudiera de hecho atraer a muchos republicanos moderados y votantes independientes a esta campaña republicana.




Jim Cason y David Brooks, enviados, San Diego, 10 agosto Para el electorado, la tarea más difícil en estos próximos tres meses es intentar entender dónde están las diferencias en las propuestas políticas entre Bill Clinton/Al Gore y Bob Dole/Jack Kemp.

En parte, esto es resultado de que Clinton y sus estrategas electorales han tenido gran éxito en su objetivo de cooptar casi todos los temas principales que siempre han sido relacionados con el Partido Republicano. De hecho, uno de los dos estrategas principales del actual ocupante de la Casa Blanca, Dick Morris, fue asesor republicano casi toda su carrera.

El fracaso de Dole en alcanzar, hasta ahora, a Clinton en las encuestas ha provocado amplia preocupación en su partido. Una encuesta de CNN/Time encontró que la base del Partido Republicano estaba igualmente dividida en su apreciación de Dole como candidato: 48 por ciento percibiéndolo favorablemente, otro 48 por ciento insatisfecho con su actuación.

Esta semana pasada y la entrante, por lo tanto, fueron programadas para enfrentar este estancamiento de la campaña mediante tres eventos: la presentación de una propuesta para una política económica que, en efecto, resucita la promovida durante la presidencia de Ronald Reagan (la denominada economía de oferta o supply-side) y que incluye una drástica reducción de impuestos; la seleccion del candidato a la vicepresidencia, y claro, la nominación formal de la planilla en la Convención Republicana aquí, el lunes.

De los tres eventos, en esta coyuntura, la selección de Kemp es la de mayor impacto, y esto se ha manifestado aquí en San Diego con reacciones positivas, en general, sobre su nuevo papel. Pero para el electorado en general, de nuevo, el dúo Dole/Kemp no tiene grandes diferencias políticas con el dúo del otro partido.

Ambos partidos a nivel nacional, en esencia, están de acuerdo en los puntos centrales del debate político estadunidense. Clinton firmará la reforma del sistema de bienestar (welfare) promovida por los legisladores republicanos. Ambos se han dedicado en meses recientes a reiterar sus compromisos de ``defender las fronteras'' de los inmigrantes ilegales y el flujo de drogas ilícitas; ambos dicen que están a favor de reducir el gobierno federal y ampliar el papel de los gobiernos estatales, y el lema general de ambos habla de rescatar el ``sueño americano'' y ``encaminar a América'' hacia la prosperidad. Entonces, pues, ¿dónde está la diferencia?

Paradójicamente, la alas más apasionadas de ambos partidos, los ultraliberales demócratas y los ultraconservadores republicanos están de acuerdo: el liderazgo de sus partidos es igual al del otro.

Una activista del comentarista ultraconservador Pat Buchanan entrevistada hoy aquí por La Jornada dijo que Dole y sus colegas se ``han vendido'' y son iguales que Clinton. Para los demócratas progresistas, es cada día más difícil entender por qué vale la pena apoyar a Clinton cuando éste tiene una estrategia electoral de ``hacer campaña como republicano para ganar como demócrata''.

Pete Wilson, ``liberal''

Todo esto provoca más confusión, y a veces llega ésta a niveles asombrosos: el viernes, el abuelo de todos los republicanos conservadores, el ex gobernador y ex candidato presidencial republicano Barry Goldwater anunció su apoyo a la candidatura de... Bill Clinton. Aquí en la convención, el ala ``liberal'' de los republicanos es encabezada por... el gobernador californiano Pete Wilson.

El único tema nacional donde hay diferencias entre los demócratas y republicanos a nivel nacional, el aborto, también provoca divisiones profundas en esta convención. Wilson, como su contraparte en Massachusetts, el gobernador William Weld, no hablará desde el podio aquí porque ambos se oponen a la posición contra el derecho al aborto en la plataforma adoptada por su partido.

Pero con la selección de Kemp, quien como diputado federal fue clave en promover las políticas económicas de Reagan en 1981, los republicanos intentarán definir el tema económico, y la posición anunciada por Dole el lunes pasado, como la principal diferencia entre ellos y los demócratas. Sin embargo, la economía, según las cifras macro, está funcionando muy bien con un alto ritmo de crecimiento, y con tasas de inflación y desempleo formal muy bajas.

La pugna electoral, al parecer, será más sobre la interpretación de los hechos de los últimos años, y quien pueda hacer mejores promesas de prosperidad -algo traducido como ``acceso'' al ``sueño americano''- de una forma más convincente que el otro.

El problema para los descontentos de los dos partidos nacionales es que hay pocas opciones fuera de estos partidos. El Partido de Reforma de Ross Perot, el cual celebrará una convención nacional en dos partes (la primera será celebrada este domingo en Long Beach, California) no ha logrado ampliar su base. La candidatura progresista de Ralph Nader tiene demasiados límites para ser factor por ahora, y la ausencia de grandes figuras políticas que podrían reanimar a sectores inconformes dentro de los dos partidos, los Jesse Jackson, Colin Powell, Mario Cuomo, etcétera, no está desafiando el liderazgo de esas instituciones.

Mientras, fuerzas conservadoras ``nuevas'' sí continúan afectando a ambos partidos: la Coalición Cristiana dentro de los republicanos, los ``nuevos demócratas'' de Clinton.

Por lo tanto, las encuestas siguen indicando que aunque pocos creen que Clinton es del todo inocente y honesto, es mejor que un Dole sin carisma. O sea, hay poco que señale gran pasión por uno o el otro, más bien sólo una decisión de quién ``cae'' menos mal.

Para los estrategas, esta situación implica que, en vez de grandes debates sobre los temas más candentes del país, esta campaña se ganará por maniobras para espantar o asquear al electorado frente al otro candidato, y en eso, imagen y no sustancia, es el todo.

Esta convención, como la de los demócratas que se celebrará en un par de semanas, es el comienzo de precisamente eso: todo depende de la imagen en pantalla.

Los medios, muchos sin querer, serán los que funcionarán como cómplices en esta batalla. En noviembre, sólo la mitad del electorado, según tendencias históricas, decidirá que vale la pena votar por la imagen de uno o el otro (y en gran medida su impulso de ejercer su derecho democrático será motivado más por votar en contra del otro que a favor del suyo). La mayoría de esta mitad de electores decidirá quién encabezará la ``democracia más importante del mundo''. Como dicen los directores cinematográficos: luces, cámara, acción