INTENSOS BOMBARDEOS A LA CAPITAL DE CHECHENIA
Afp, Dpa, Reuter y Efe, Grozny, 10 de agosto Varias decenas de soldados rusos cercados por rebeldes chechenos se refugiaron hoy en un hospital de Grozny, capital de la independentista república de Chechenia, donde tomaron como rehenes a los cerca de 200 ocupantes del mismo, mientras continuaban los combates en la ciudad, cuya zona céntrica seguía en poder de los secesionistas, a pesar de que poco antes las fuerzas federales proclamaron su victoria.
El enviado de Afp constató que, contraviniendo las convenciones de guerra internacionales, los militares rusos amenazaron con matar a los rehenes en caso de que sean atacados por los secesionistas que mantienen rodeado el edificio. Hasta el cierre de esta edición la suerte de las personas retenidas seguía siendo incierta.
Los intensos bombardeos de la aviación y la artillería rusas contra el centro de Grozny mantienen atrapados a decenas de miles de civiles, casi todos los sótanos de sus viviendas y su situación es precaria por carecer, en la mayoría de los casos, de víveres suficientes.
El comandante rebelde Jizir Jachukayev declaró que, pese a los ataques rusos, sus fuerzas afianzaron el control en el centro de Grozny, que reconquistaron el jueves pasado, dos días después de haber lanzado una amplia contraofensiva, en una de las principales derrotas sufridas por las fuerzas federales, desde que en diciembre de 1994 ingresaron a Chechenia.
Una docena de vehículos blindados, enviados como refuerzos de las unidades federales que trataban de recuperar el control del centro de Grozny se vio obligada a regresar a su lugar de origen.
El ministro ruso de Defensa, general Igor Rodionov, reconoció que la situación en Grozny ``seguía siendo complicada'' y se limitó a señalar que las tropas federales ``habían tomado la iniciativa'', no obstante poco antes fuentes castrenses de Moscú proclamaron la derrota de los rebeldes.
El ministro ruso del Interior, Anatoli Kulikov, indicó que según un conteo provisional, en los combates ocurridos durante los últimos cinco días en Grozny murieron 118 soldados y 663 resultaron heridos; no informó sobre bajas entre los rebeldes.
De su lado, el presidente Boris Yeltsin designó al jefe del Consejo Federal de Seguridad, general Alexander Lebed, como su representante personal en Chechenia, después de criticar a los funcionarios de su gobierno por la escalada del conflicto en esa república.
En tanto, la Duma Estatal confirmó en el cargo de primer ministro a Viktor Chernomirdin, y aprobó una resolución a favor de imponer el estado de excepción en Chechenia, para preservar los derechos humanos de los habitantes de la región, además de garantizar la integridad territorial de Rusia.