Casi un hecho: Kemp, candidato republicano a la vicepresidencia
Jim Cason y David Brooks, enviados, San Diego, 9 de agosto Sólo falta ser anunciado oficialmente: Bob Dole hablará esta noche con Jack Kemp para ofrecerle la candidatura a la vicepresidencia del Partido Republicano y Kemp aceptará. Este sábado, Dole presentará a su ``segundo'' en Kansas y ambos viajaran aquí el domingo para presentarse ante la Convención Nacional Republicana.
Todo el día de hoy ha reinado la confusión por afirmaciones y desmentidos, y coqueteo con la prensa, todo para tratar de mantener el suspenso hasta que Dole haga el anuncio formal, este sábado, de quien será su candidato a la vicepresidencia. Pero aquí ya se considera un hecho que Kemp será quien viajará a Kansas este sábado para estar con Dole y aparecer el lunes ante casi 2 mil delegados republicanos que oficializarán esa fórmula.
Al parecer, semanas de especulación sobre quién sería el ``número dos'' del candidato presidencial republicano concluyeron con la selección de un político que se ha opuesto abiertamente a la propuesta 187, quien es pro libre comercio, pero también alguien con quien Dole no ha contado entre sus aliados.
Así es que sólo los rumores de su selección han provocado diversas y fuertes reacciones entre los republicanos que están llegando a esta ciudad. Algunas de estas posiciones, de hecho, están en conflicto con secciones de la recién redactada plataforma republicana.
Kemp aparentemente fue seleccionado porque refuerza lo que ahora es una de las posiciones centrales de la campaña de Dole, una propuesta de reforma masiva del sistema tributario, con una fuerte reducción de los impuestos para todo ciudadano lo que, según sus autores, generará más crecimiento económico. Hay que recordar que se le acredita a Jack Kemp haber convencido a Ronald Reagan de promover justamente este tipo de política económica en los 80.
Kemp fue estrella del futbol americano con los Chargers de San Diego y los Bills de Buffalo, y utilizó su fama para lanzar su carrera política y así ganó la diputación federal representando a Buffalo en los 70. Aun cuando todavía era jugador, trabajó en los veranos como voluntario para el entonces gobernador de California, Ronald Reagan. Cuando éste llego a la presidencia, Kemp se convirtió en uno de sus íntimos asesores. El presidente George Bush lo nombró secretario de Vivienda después de que fracasó en su campaña para obtener la nominación presidencial de su partido contra el quien después sería su jefe.
Su relación con Dole también se formó en esa campaña para la nominación presidencial en 1988 y, según observadores, esto resultó en crear una distancia entre los dos hombres. Y esta enemistad creció este año, cuando Kemp respaldó la campaña interna del contrincante de Dole, Steve Forbes, poco antes de que el editor se retirara de la contienda interna.
Kemp también ha sido figura nacional por su posición pública contra políticos que promueven un clima antiinmigrante en este país. Voló especialmente a California para presentarse frente a la biblioteca de Ronald Reagan el año pasado para condenar la propuesta 187.
Pero la pregunta hoy, al circular estas versiones sobre Kemp, es ¿por qué Dole seleccionaría a alguien que no ha sido su aliado, más bien su contrincante, y quien no ha compartido sus posiciones?
Y es que existen varios factores: la considerable desventaja de Dole frente a Bill Clinton hasta la fecha creó la necesidad de buscar un candidato vicepresidencial que pudiera incrementar el capital político de esta campaña y atraer a sectores del partido que todavía no han sido ``seducidos'' por Dole y, finalmente, la necesidad de dar credibilidad a la nueva política económica anunciada por Dole el lunes, una con la cual se ha identificado mucho más Kemp que Dole durante los últimos años.
Es una gran apuesta para Dole, pero quizá es necesaria: dos encuestas, una del diario The Wall Street Journal reveló este viernes que el republicano mantiene una amplia desventaja frente a Clinton, de 20 puntos, y otra de USA Today indicando que esa desventaja es de 23 puntos, el ex senador de 73 años tenía que hacer algo dramático.
Claro, el precio de elegir a Kemp podría ser alto. Sin duda, provocará más grietas entre los sectores republicanos. Los sectores antiinmigrantes ya gritaron foul, y hoy el grupo que está organizando la denominada Coalición de Reforma de Inmigración declaró que el nombramiento de Kemp tendría que hacerse sobre ``sus cadáveres'', y advirtieron que harán manifestaciones de protesta en las calles de esta ciudad. Los leales de Pat Buchanan también han amenazado con protestas, por su oposición a las posturas de Kemp a favor del libre comercio. Quizá al sector provida del partido sí le guste Kemp, quien ha sido crítico del aborto.
Pero la verdad es que estos grupos no tienen más que al Partido Republicano como casa política -no hay a dónde ir-, y seguramente los estrategas de Dole entienden bien esto.
Esta semana se vera quién, finalmente, controla al Partido Republicano a nivel nacional.
Mientras, Kemp llegó hoy a Dallas donde esperará la ``la llamada'' de Dole. Aquí, Newt Gingrich, presidente de la Cámara de Representantes, informó en conferencia de prensa que habló con el equipo de Dole en Kansas y confirmó sólo que Kemp era uno de tres finalistas considerados por el ex líder del Senado, y que la decisión estaba a horas de hacerse.
La cadena televisiva CNN informó esta noche que Dole hizo la llamada a Kemp, pero la versión fue negada por el propio Dole. Claro, podría ser que Dole no haya llamado personalmente, sino un representante de su campaña haya sido quien informó a Kemp.
Y es que estas afirmaciones y desmentidos se repitieron a lo largo del día. Desde la noche del jueves había trascendido de fuentes del Partido Republicano que Dole y Kemp habían hablado y que el ex colaborador de George Bush sería el ``número dos''. Esta mañana, Dole informó que ya había hecho la elección, pero que se la reservaba hasta el sábado. Poco después, ``trascendió'' que Kemp ya había aceptado, pero luego vino el desmentido.
Y volvían a mencionarse entre la prensa los nombres de los del gobernador de Michigan, John Engler, y el ex gobernador de Carolina del Sur Carrol Campbell, para luego informarse que habían quedado ``en segundo plano''.
En todo caso, Kemp esperó esta noche la llamada, y sólo informo que vio una película que más o menos le gusto, y que prefiere no ver el filme Independence Day -una de las preferidas de Dole- porque en esa matan al vicepresidente de Estados Unidos. Nadie sabe aún qué película verá en su viaje de Dallas a Russell, Kansas, esta noche.
Un recuerdo para Reagan
Pero éste no provino de Dole ni de Kemp, sino del demócrata Bill Clinton anoche, al finalizar su gira por California. Ante unas 250 personas, que debieron pagar para entrar a la recepción que el ``club del saxofón'' le ofreció el jueves a Clinton, el presidente retomó uno de los principales argumentos esgrimidos con éxito por el republicano Reagan en su campaña de 1980.
``Tomemos la pregunta del presidente Reagan: ¿estamos en una situación mejor que hace cuatro años?'' Aunque Clinton ha desaprobado la política del republicano, nunca ha escondido la admiración que siente por Reagan por su facilidad de comunicarse con los estadunidenses, pero fue la primera vez que el presidente invoca a Reagan por su nombre.
A la pregunta que en 1980 se hizo Reagan, Clinton contestó enumerando una lista con sus logros: el déficit del presupuesto bajó por cuarto año consecutivo desde 1840, se crearon 10 millones de empleos y el índice delictivo entre los jóvenes también se encuentra a la baja.
Tras su gira por California, Clinton y su familia viajaron a Wyoming para unas vacaciones, antes de la Convención Nacional Demócrata, que se realizará a fines de este mes en Chicago y donde Clinton y su vicepresidente Al Gore serán confirmados como los candidatos oficiales de ese partido para las elecciones del 5 de noviembre.