La Jornada 10 de agosto de 1996

Indaga la comisión de arbitraje médico el caso de los bebés muertos en Jalisco

Gerardo Rico, corresponsal, y Claudia Herrera La Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) solicitó ayer a las autoridades del Viejo Hospital Civil de Guadalajara ampliar la información que proporcionaron hace tres días sobre el deceso de 11 recién nacidos, cuyos padres también denunciaron los hechos ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Jalisco.

En tanto, el director del nosocomio, Oscar Aguirre Jáuregui, informó que dos de los nueve sobrevivientes a la infección continúan en grave estado de salud.

El titular de la Conamed, Héctor Fernández Varela, precisó que peritos calificados se integrarán a las investigaciones que empezó el organismo el 5 de agosto, cuando viajaron a Jalisco tres funcionarios y un doctor del Instituto Nacional de Pediatría.

La Comisión envió ayer un cuestionario al hospital, tras considar que los datos del informe preliminar son insuficientes.

Fernández explicó que el dictamen del organismo será independiente de cualquier resolución de otras instancias, por lo que no servirá para juzgar o sancionar al nosocomio; será útil para que éste y las instancias locales tomen las medidas pertinentes para evitar que este incidente se repita, añadió.

La Conamed basará sus indagaciones en peritajes que le sean facilitados, en las opiniones de peritos externos y en la resolución de sus cuerpos colegiados.

Mientras, Mariana González Ríos, madre de la niña que murió el 8 de agosto, explicó que desde el 8 de julio, día que en nació la menor por césarea, fue aislada en el área de prematuros.

En la queja presentada ante la CEDH, la señora señaló que al día siguiente le hicieron a su hija una transfusión sanguínea, al indicarle personal médico del nosocomio que estaba infectada. El 16 de julio le hicieron otra transfusión, y le comentaron que requería una tercera por la inflamación en los vasos sanguíneos del hígado.

En su narración, González López señaló que el 18 de julio un médico, de apellido Farfán, le informó que su hija tenía un soplo en el corazón y que, de no controlarla con medicamentos, habría necesidad de operarla. Dos días después les permitieron a los padres ver a su hija, una vez que ésta salió de la sala de aislamiento.

Sin embargo, el 22 de julio le indicaron que por un descuido ``se le salió una aguja del talón y tenía un moretón y pérdida de piel''. Desde entonces la niña fue reportada como ``delicada''.

En un comunicado difundido en Guadalajara, el Comité de Infecciones Hospitalarias reportó que continúa la alerta epidemiológica, además de que no se han reportado cultivos positivos en las diferentes áreas del hospital. Los dos menores en estado de gravedad susbsisten por los cuidados intensivos, aunque no se descarta su deceso de un momento a otro