La Jornada 10 de agosto de 1996

En Guerrero, plan contrainsurgente

Un intenso programa de labor social permitirá llegar a las comunidades donde se presume influencia del grupo, indican fuentes de primer nivel La presencia de soldados en la zona ha propiciado ataques del EPR en vez de intimidarlo, reconocen

Jesús Aranda Las fuerzas armadas comenzarán la lucha ``antiguerrilla'' en el estado de Guerrero para combatir al denominado Ejército Popular Revolucionario (EPR), que incluye la solicitud al Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) de los censos de población de 1990 para levantar un registro propio de los posibles integrantes de ese movimiento armado, tal como se hizo cuando estalló el conflicto en el estado de Chiapas.

Fuentes militares de primer nivel informaron lo anterior y agregaron que dicho censo será levantado a través de la implantación de un intenso programa de labor social que le permita a los miembros del Ejército mexicano llegar a las comunidades en las que se presume hay influencia del grupo rebelde.


Vigilancia militar en Los Encinos, Guerrero.
Foto: Víctor Mendiola

Los informantes reconocieron que ante la falta de resultados concretos para ubicar el lugar en el que los miembros del presunto EPR esconden sus armas, y el desconocimiento actual de quiénes son los principales dirigentes, los militares decidieron atacar de frente el problema.

Entre otras tareas inmediatas, se proponen ``peinar'' las comunidades de la sierra guerrerense para obtener información.

Efectos adversos Las fuentes castrenses reconocieron que el incremento de la presencia militar en la zona ha tenido efectos contrarios a lo deseado.

En lugar de intimidar a los integrantes del grupo armado que hizo su aparición el 28 de junio pasado en el vado de Aguas Blancas, dijeron, se han propiciado ataques en contra de miembros del Ejército y de la Armada de México.

Esta situación, comentaron, provocó que además de los militares que participan en la búsqueda de los presuntos miembros del EPR se hayan sumado efectivos de la Armada pertenecientes al grupo de tarea especializado Fuerzas del Golfo, con sede en Acapulco, Guerrero.

En este sentido, reconocieron que en el incidente del pasado 1o. de agosto, en el que un vehículo de la decimoctava Zona Naval fue atacado con fusiles AK-47 y en el que un marino resultó herido, se trató de un ataque de presuntos miembros del Ejército Popular Revolucionario, ``aunque oficialmente se maneje el asunto como un asalto''.

Comentaron que los militares han registrado movimientos de hombres armados, quienes atacan a patrullas de militares con el objetivo de que éstos los persigan para llegar hasta un lugar en donde un grupo de 20 o 30 sujetos los esperan para atacarlos.

Listas de sospechosos Respecto del uso de datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática en prácticas ``antiguerrilla'', los militares reconocieron que se utilizará el mismo método que en Chiapas, en donde llegaban a las comunidades y allí confrontaban los datos con los pobladores presentes, de manera que todo aquel que ya no viviera en el lugar se convertía en sospechoso.

Cabe señalar que de esta manera fue como la Secretaría de la Defensa Nacional editó en 1994 el folleto Individuos involucrados en el conflicto de Chiapas, en el que la Sección Segunda de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional concluyó que había 2 mil 725 individuos sospechosos de pertenecer al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Entre esos sospechosos se encontraban los obispos Arturo Lona y Samuel Ruiz, así como otros 134 religiosos nacionales y extranjeros.

El documento que en su momento publicó La Jornada señala los nombres y actividades de los sospechosos en 47 municipios y 285 localidades del estado de Chiapas.

Ataques a militares El último ataque conocido en contra de efectivos militares ocurrió el pasado 7 de agosto en las inmediaciones de Atoyaquillo, en la sierra de Coyuca de Benítez, Guerrero, en donde un sargento del Ejército mexicano murió y dos de sus compañeros resultaron heridos.

La comandancia de la novena Región Militar señaló a través de un comunicado que la agresión se registró en una base de operaciones ubicada entre la cabecera municipal de Coyuca de Benítez y Tepetixtla, a unos 20 kilómetros de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo.

En esa ocasión ``se recibieron disparos de arma de fuego dirigidos contra un sargento segundo cocinero al encender su cocina de campaña, mismo que falleció a consecuencia de las heridas''.

No se informó en el comunicado sobre las características de los agresores ni el tipo de armamento con el que se efectuó el ataque.