El narco, ``a la baja'' en Jalisco, dice el gobernador; quizá en Colima y Aguascalientes ``le estén abriendo la puerta''
Mireya Cuéllar En Jalisco el narcotráfico ``va a la baja, se está saliendo a otras entidades, quizás cercanas (...) donde puede ser que le estén abriendo las puertas'', afirmó ayer el gobernador Alberto Cárdenas Jiménez, quien mencionó que los narcotraficantes podrían estarse refugiando en Colima y Aguascalientes.
Al parecer, agregó, existen pugnas por dominar el mercado de drogas en el estado, pues en lo que va del año se han cometido entre 35 y 40 asesinatos.
La fama de que Jalisco es un estado con altos índices de narcotráfico, afirmó, ha repercutido negativamente en la economía y ha alejado la inversión extranjera.
El mandatario reiteró que es objeto de una ``embestida'' del PRI y previó que una vez que pase el segundo Informe de gobierno del presidente Ernesto Zedillo ``se soltarán los perros para ladrar fuerte en contra de los gobiernos del PAN'', con la finalidad de dañar su imagen con miras a las elecciones locales.
Sin embargo, dijo, ``las campañas del desprestigio'' no lo han mermado: una encuesta realizada por su gobierno dice que 85 por ciento de los ciudadanos apoya su administración y que él obtuvo una calificación de 7.2 como gobernador.
Sobre la situación jurídica de Saúl Tapia Contreras, quien hasta hace poco era oficial mayor del gobierno estatal y al mismo tiempo administraba algunas propiedades de los hermanos Lupercio Serratos --hoy detenidos en Almoloya-- Cárdenas Jiménez dijo que el acusado ``está amparado'' y que ignora si se han encontrado elementos para procesarlo. ``No sé si está o no en el país'', agregó.
Por último, informó que su gobierno puso en marcha un programa de ``cruce de información'' sobre los funcionarios ``de cierto nivel'' para saber ``quién es quién''.