La Jornada 9 de agosto de 1996

Creciente agresividad: PGJDF; llama a revisar horarios de giros negros

Ricardo Olayo El procurador de Justicia del Distrito Federal, José Antonio González Fernández, indicó que en la población hay ``una enorme irritación social'' por el clima de inseguridad pública que se vive en las calles de la ciudad, y dijo que preocupa la agresividad mostrada por los delincuentes en hechos delictivos recientes.

Informó que por instrucción presidencial el único renglón en que no habrá reducción presupuestal para el próximo año es la procuración de justicia, y ofreció que para diciembre de 1997 se podrán advertir los resultados de las medidas adoptadas por la procuraduría.

González Fernández afirmó que la impunidad es alta, del 90 por ciento, como lo dijo hace uno días el ombudsman, pero no debe perderse de vista que mucha gente que denuncia ya no sigue los trámites y esos expedientes se convierten en averiguaciones previas que no llevan a ningún lado, subrayó.

Al referirse a la policía actual y los esfuerzos por profesionalizarla, comentó en un tono que hizo reír a quien lo escuchaba que "tener confianza en la policía, lo que se dice tener, tener confianza", no es fácil.

El titular de la procuraduría participó la noche del miércoles en una tertulia sobre seguridad pública y procuración de justicia, realizada en el bar coyoacanense El Hijo del Cuervo.

Durante más de dos horas habló sobre la procuraduría y respondió las preguntas que le hicieron abogados, representantes sociales y consejeros ciudadanos. Dijo que el tráfico de armas y de estupefacientes se ha incrementado y es necesario poner un freno a ambos fenómenos.

En el DF hay identificadas 100 colonias donde habitan y actúan delincuentes de alta peligrosidad, por lo que habrá operativos policiales en esas y otras zonas de la ciudad, a partir de hoy viernes. Sobre la vida nocturna, dijo que en los llamados giros negros y otros lugares de diversión se generan altos índices de violencia, lo que hace indispensable revisar su horario de funcionamiento.

Habló de la puesta en circulación de nuevas patrullas de la Policía Judicial, las cuales trabajan en la noche para auxiliar a la ciudadanía en algún percance o en zonas de alto riesgo, con el objetivo de recuperar la confianza de los ciudadanos.

A casi 18 meses de su llegada a la PGJDF, aseguró que la dependencia ``va por el camino correcto'' y toma medidas de mediano y largo plazos ``que no dan ocho columnas en los diarios'', pero este año podrían contribuir a disminuir el índice delictivo.

Sobre este indicador, precisó que se ha incrementado en 12 por ciento contra el 35 por ciento en que aumentó en 1995. Dijo que las cifras recientes ofrecidas por la Secretaría de Seguridad Pública, en donde se habla de una disminución de lo delitos, se refieren únicamente a los días viernes.

Para poner un ejemplo de la carga de trabajo en la PGJDF, dijo que el año pasado hubo casi 220 mil averiguaciones previas iniciadas, mientras en la PGR fueron sólo 50 mil en todo el país.

Un detenido por el caso Polo

Hace tres semanas la procuraduría arraigó en su domicilio a una persona por su presunta responsabilidad en el crimen del magistrado Abraham Polo Uscanga, pero al avanzar en la investigación la dependencia se percató que no podía ser el homicida, pues en el momento de los hechos, en junio de 1995, se hallaba preso. Dijo que la procuraduría no fabrica culpables y que en éste como en otros casos se agotarán las líneas de investigación.

El procurador asistió con su esposa y algunos colaboradores, invitado por el Centro Democrático AC, Prospectiva Política de México AC, Democracia para el cambio AC, Pacto Ciudadano y El Hijo del Cuervo, a una conversación moderada por el periodista Jorge Meléndez, quien lo llamó funcionario con oficio político y pidió un aplauso por su presencia.

El invitado habló más de dos horas en las que rechazó la elección del procurador para 1997 o quizá para el 2000 o el 2003, "eso no lo sabemos y será el tiempo y las experiencias las que ayuden a decidir". Ya casi al final de la tertulia, que terminó casi a la medianoche, el procurador cambió el agua por una cerveza rodeado de casi 70 personas que permanecían en el lugar.