La Jornada 9 de agosto de 1996

Violan y matan a una anciana en Coyoacán

Gustavo Castillo García Una mujer de 65 años de edad fue violada y luego asesinada a puñaladas, mientras su nieta de nueve años fue ultrajada y mutilada de la mano derecha por dos sujetos, en aparente venganza.

Los hechos ocurrieron al filo de las 4 de la mañana en la esquina que forman las calles Canal de Miramontes y Retorno 817, colonia Educación, delegación de Coyoacán.

De acuerdo con las primeras investigaciones, dos sujetos, de los cuales ya se tienen retratos hablados, ingresaron a la casa y sorprendieron a ambas mujeres cuando dormían. Los dos homicidas llegaron hasta la recámara que se localiza en el primer piso, violaron a Alicia Aburto Martínez, de 65 años, y luego le asestaron tres cuchilladas, una de ellas en un costado, otra en el pecho y una más en la espalda.

Posteriormente los desconocidos se dirigieron contra la menor, la ultrajaron y le cercenaron la mano derecha con el mismo cuchillo con que asesinaron a su abuela.

La niña alcanzó a escribir a lápiz el nombre de Bernardo Carlos Sevilla, antes de que le cortarán su mano.

Ambos sujetos, según Donato Lima Ramírez, titular de la 38 Agencia Investigadora del Ministerio Público, ingresaron a la casa sin forzar las cerraduras, conocían el movimiento de toda la construcción e incluso al salir cerraron con chapa las puertas.

Vecinos de casas aledañas salieron al escuchar gritos de auxilio; dos de ellos tuvieron que saltar la barda para ingresar al domicilio y ayudar a la menor, quien con su muñón sangrante gritaba desde una ventana.

Según testigos presenciales, los dos homicidas alcanzaron a escapar a bordo de un automóvil Volkswagen viejo, antes de que llegaran a prestar auxilio a las dos mujeres.

Los vecinos llamaron inmediatamente a la policía, por lo que los tripulantes de la unidad 07200, del sector 7 Poniente, Coyoacán, tomaron conocimiento de los hechos y solicitaron apoyo para iniciar la búsqueda de los homicidas; aún no hay resultados positivos.

Mientras, la menor fue conducida inicialmente a la clínica 32 del Instituto Mexicano del Seguro Social por la ambulancia 30 del ERUM y luego a un nosocomio privado, en donde se intentaría reinjertarle su mano.

Lima Ramírez mencionó que en el lugar encontraron el cuchillo con el que se cometió el homicidio, pero no dijo que no había huellas de robo, por lo que descartó esa posibilidad como móvil.

Ante la 38 Agencia se presentaron más tarde Antonio y Manuel Sotomayor Aburto para reconocer el cadáver y rendir declaración ministeral.

Los hijos de la occisa aseguraron que ambas mujeres vivían solas y que no tenían enemigos. Asimismo, indicaron que su madre se dedicaba al comercio.