Desde Asunción, Paraguay es un país remoto desde la perspectiva de México. El viaje por aire dura más de 15 horas hasta el otro extremo del continente. Su ubicación mediterránea parece conformar el carácter de sus habitantes un tanto cerrado, provinciano, y la guerra del Chaco con Bolivia entre 1932 y 1935 marca mucho la identidad nacional. La ciudad de Asunción es simple en su infraestructura y hay mucho descuido en la atención de los servicios municipales. La desigualdad es notoria y hay una gran cantidad de Mercedes Benz per capita; algunos de estos autos siguen circulando como carcachas.
Buena parte de la discusión económica y política gira en torno a la conformación del Mercosur, el acuerdo firmado entre Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Para este país la dificultad consiste en acoplarse a los dos gigantes geográficos con los que tiene frontera y de los que depende grandemente su economía. Además de comerciar con algodón y soya hay un enorme intercambio de productos bajo el régimen llamado ``turismo de compra''. Este se desarrolla esencialmente en Ciudad del Este, donde se juntan los tres países cerca de las espectaculares cascadas de Iguazú, donde se filmó la película La Misión. Esa ciudad llevó antes el nombre del dictador Stroessner y es el paraíso del contrabando, donde brasileños y argentinos gastan sumas enormes en la compra de aparatos electrónicos, bebidas, perfumes y otros bienes. Recientemente, el real brasileño se devaluó y las ventas de productos en Ciudad del Este se desplomaron 40 por ciento, lo que muestra la dependencia del sector comercial.
Las transacciones ilegales, parte de las cuales se hacen en aquel punto, son de tal importancia que al analizar el comercio exterior del país se llevan dos cuentas. Así, el comercio no registrado llega a representar hasta 70 por ciento del que sí se registra, lo que significa una dificultad para establecer una política comercial y administrar el tipo de cambio. El movimiento de divisas sin rastro lleva a una situación en la que la cuenta de errores y omisiones de la balanza de pagos se convierte en un rubro crucial de atención en el funcionamiento de la economía.
Para Paraguay va a ser complicado administrar el proceso de integración, debido a su propia estructura económica y también debido a la inestabilidad que caracteriza sus dos grandes socios. El establecimiento de un acuerdo de comercio regional en esta zona del mundo pone de manifiesto que los dos polos de la integración en el continente son Estados Unidos, en el norte, y Brasil, en el sur. Desde hace varios años en que se han acercado las economías de este último país y la de Argentina, ha habido un aumento de las corrientes de comercio e inversiones, pero las medidas de coordinación de las políticas macroeconómicas no han avanzado mucho. De tal manera, las fluctuaciones internas son motivo de inestabilidad para los países que forman el Mercosur.
Hace unos días cayó el superministro Domingo Cavallo que se había convertido en el hombre fuerte de las finanzas argentinas y hasta en ministro de Defensa del gobierno de Menem. Sorpresivo movimiento que se asocia con dificultades políticas internas, pero también con la presión de los sindicatos. Estos respondieron a las penurias sociales causadas por las políticas de estabilización que recayeron pesadamente sobre la población al reducir los gastos del gobierno y contraer la economía provocando un gran aumento del desempleo. La historia es conocida, lo que no tiene límite es el desenlace que le dio Cavallo. En el popular programa de televisión de Mirtha Legrand, en el que almuerza con sus invitados (según reporta el diario Ambito Financiero, de Buenos Aires, el 30 de julio), el ya ex ministro lloró y dijo al público: ``Gracias por el apoyo que me dieron y perdón por los sufrimientos''. Gardel se quedó chico y sólo podemos esperar que la tradición cavellesca no se extienda por el continente. Lo bueno es que en la tradición de Jorge Negrete eso no se vería bien en México.
No se sabe cuánto se sostendrá el modelo argentino de ajuste y cuánto aguantará sin devaluarse el real brasileño. En todo caso, la integración sólo puede proceder en un marco de mayor estabilidad, de crecimiento y certidumbre, eso ya se sabe por la experiencia reciente de México en su propio Tratado de Libre Comercio.