La Jornada 3 de agosto de 1996

Fue falta de mantenimiento, no error humano: STPRM

Andrea Becerril La dirigencia del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) rechazó ayer la versión de que el accidente en la planta petroquímica de Cactus, Chiapas, se deba a un ``error humano'', y refutó ``con profunda indignación'' las acusaciones que un día antes lanzó en contra del organismo el dirigente patronal Carlos Abascal.

Luego de una reunión del comité ejecutivo del STPRM, el secretario general, Carlos Romero Deschamps, dio a conocer un escrito en el que la dirigencia en pleno hace notar a Abascal que, con 150 mil trabajadores menos de 1988 a la fecha, la productividad obrera aumentó en Petróleos Mexicanos (Pemex) en más de 70 por ciento de lo programado.

Romero Deschamps recibió ayer, durante esa reunión plenaria, un documento firmado por los líderes de las 36 secciones que conforman el sindicato petrolero, en el cual le expresan respaldo absoluto en la postura adoptada por el STPRM en contra de la privatización de la petroquímica.

Asimismo, la dirigencia petrolera de todo el país resalta que ``se intenta rehuir una responsabilidad'' al argumentar que fue un error humano el responsable del accidente en Cactus, cuando en realidad se debe a la reducción drástica de los presupuestos para la conservación, reparación y mantenimiento de las plantas.

``No lo decimos sin base, pues en nuestras manos, en las de la empresa, de la Comisión Mixta de Seguridad e Higiene, se encuentran los reportes y emplazamientos para reparación de toda índole que no han sido debidamente atendidos, con el argumento de que no hay dinero.''

Los 36 secretarios seccionales del STPRM añaden que el mal no sólo está en Cactus. ``Desde hace unos meses empresas extranjeras japonesas e inglesas contratadas por Pemex informaron de graves fugas de gas y de procesos cuya deficiencia requería de inmediatas respuestas, lo que no se hizo con la extensión que se debiera''.

El mal ``está en todas partes y debidamente documentado por los propios trabajadores, que con ingenio y con riesgo aplican reparaciones provisionales con tal de que la producción, que es la base de nuestro sustento, no se detenga''.

La dirigencia petrolera añade que barcos, ductos y transportes terrestres presentan atrasos gravísimos en sus reparaciones y siguen funcionando por la voluntad obrera, porque no han sido sustituidos ni se ha aplicado el mantenimiento correctivo ``como la más elemental razón lo aconseja''.

Asimismo, aseveran que el contratismo es otra de las causas que agravan la situación en el sistema petrolero. ``Hay un empecinamiento molesto en sustituir la mano de obra capacitada y la experiencia adquirida durante años en el campo por el desempeño, muchas veces deficiente, de empresas privadas que cobran cantidades exorbitantes y cuyo desempeño, en los resultados, ha sido deficiente al grado que son los sindicalizados los que tienen que remediar problemas que no se resuelven''.

Romero Deschamps y su comité resaltaron la ``coincidencia extraña'' de Carlos Abascal con planteamientos hechos por inversionistas extranjeros, los cuales propugnan por entregar el petróleo a manos ajenas