Francisco Santiago
Y después de la era Marvel ¿qué?

Sin duda, para los amantes del comic, este ha sido un año de grandes sorpresas. Primero fue la visita de Denny O'Neil, editor principal de Batman, y Bill Morrison, dibujante de Los Simpson Comisc (Editorial Bongo Comics); después el galo Jean Giraud ``Moebius'', uno de los principales artífices en la maduración del comic europeo (y tal vez en el resto del mundo occidental).

Y ahora, lo que inició como un rumor hace meses, al fin está confirmado; una visita ``asombrosa'' y ``fantástica'': Stanley Lieber, mejor conocido como Stan Lee, estará en México durante la Tercera Convención de Historietistas de la Ciudad de México, mejor conocida como la Conque.

Pues sí, el autor intelectual --no se confunda con criminal-- de personajes hoy clásicos dentro de la historieta norteamericana, como ``El Asombroso Hombre Araña'', ``Los Cuatro Fantásticos'', ``Los Hombres X'' o ``El increíble Hulk'', estará en México, pero además de reconocer que a través de su obra ha alimentado la imaginación y fantasía de varias generaciones, hoy es un hecho que el comic estadunidense requiere de un cambio y quizá, igual que en la década de los sesentas, Stan Lee tenga el as bajo la manga.

El ingenio y la capacidad creativa de Stan Lee quedó ya una vez demostrada, por algo se reconoce como el creador de la Era Marvel, incluso a él mismo se debe que la editorial adoptara ese nombre en 1961.

Fue el final de los años treinta cuando Stanley Lieber --como se llamaba hasta ese momento--, originario de Nueva York, ingresó como escritor de historietas a la entonces editorial Timely; pero en ese momento él mismo ponía en duda la importancia del comic y pretendía tomarlo sólo como algo temporal mientras encontraba la manera de escribir ``literatura'', por ello abrevió su nombre como seudónimo, de Stanley Lieber a Stan Lee, y así evitar en un supuesto futuro que se le relacionara con las historietas.

Sin embargo la historia le jugó un revés. En 1942, Jack Kirby y Joe Simon, editores de Timely cambiaron de barco y se integraron a la principal competencia, National (ahora DC). Fue así como el destino editorial de Timely quedó en manos de Lee, quien al principio se limitó a seguir el rumbo que dictaban las modas.

Pero, la crisis que enfrentó la industria del comic estadunidense al principio de los años sesenta, por un lado el surgimiento a montones de historietas de ``terror'' que exhibieron el rostro más pobre del medio en contenido y calidad gráfica y por otro la censura ejercida por el CCA (Comics Code Authority, fundado en 1954), exigió un cambio radical. Durante la dirección Stan Lee la editorial había cambiado de nombre, de Timely a Atlas e incluso durante algún tiempo sus historietas se publicaron sin sello editorial alguno. En ese momento, Lee decidió tomar al comic como algo serio y junto con Jack Kirby se encargó de crear un nuevo grupo de superhéroes que pasaran las pruebas del CCA y que fueran capaces de competir con los de la National.

Así, en noviembre de 1961 la editorial cambia nuevamente de nombre --el definitivo-- a Marvel Comics con el No. 1 de The Fantastic Four, con un nuevo concepto: héroes humanos, cuyos poderes tienen una explicación verosímil a partir de accidentes científicos.

``Crearía un grupo de superhéroes si eso era lo que el mercado requería, pero sería un grupo nunca antes visto. Los personajes serían de carne y hueso, tendrían fallas y debilidades, y lo más importante, dentro de las coloridas botas de sus uniformes todavía tendrían pies de plomo'', fue como definió el propio Stan Lee esta faceta de su trabajo.

En 1963 apareció The Amazing Spider-Man (dibujado por Steve Ditko), tal vez uno de sus personajes más humanos y carentes de fortuna. Aquí otra de las peculiaridades fue que el personaje crecía, es decir empezó como un adolescente que más tarde llegó a la universidad y así sucesivamente hasta convertirse en el reportero de El Clarín.

Las características de la mayoría de los personajes creados por Stan Lee generaron una revolución en el comic y hasta burlaron al CCA, cuando en 1971 el Departamento de Salud, Educación y Asistencia Social del gobierno de Estados Unidos le solicitó hacer un número especial del Hombre Araña, en el que se abordara el tema de la drogadicción. Una muestra más del comic como instrumento de comunicación.

Sin embargo, desde los ochentas y hasta nuestros días el comic estadunidense, a pesar de retomar problemáticas actuales para crear sus historias, no ha logrado evitar caer en repeticiones o absurdos, como el caso del ``clon'' del Hombre Araña, que a pesar de un posible éxito comercial, resultó decepcionante para muchos lectores.

Aprovechemos pues la ocasión para saber, en palabras del mismo Stan Lee, cuál es el futuro del comic estadunidense o al menos qué sigue después de la Era Marvel.