La Jornada 3 de agosto de 1996

Si el militar mintió, que Lozano diga la verdad, reta uno de los autores del libro Domiro

Juan Manuel Venegas Habla Jorge Fernández Menéndez, coautor del polémico libro Domiro.

Y atiza el debate: No se trata de un libro hecho por encargo. Nadie nos dio línea y yo esperaría que Antonio Lozano Gracia, que al parecer tanto le molestó la referencia a una conversación que tuvo con el general Domiro García Reyes, ``nos diga de que trató entonces esa entrevista. Si Domiro mintió, que el procurador no nos deje con esa sola versión''.

De la posición que asumió la Secretaría de la Defensa Nacional, castigando a Domiro: ``esa es una muestra más de que no fue un libro por encargo. Por lo demás, mi apreciación personal es que García Reyes sí consultó antes de decidirse a que se hiciera público su testimonio''.

Aclara cualquier interés personal: ``Domiro no es mi amigo, al menos no mío''.

Arremete contra la PGR: ``el libro es la respuesta de un hombre al que desde hace mucho tiempo se le vino el mundo encima. Y la PGR, contra lo que se diga, implícitamente lo ha acusado y con sus filtraciones sobre la actuación de Domiro, ha provocado demasiadas interpretaciones y ha dado pie a que se le acuse''.

De regreso a la conversación Lozano-Domiro, abunda Fernández Menéndez: ``en todo esto hay un elemento que sigue siendo central: hay elementos para llamar a cuentas a Carlos Salinas de Gortari, sí o no?, qué sabe la PGR del asesinato de Luis Donaldo Colosio que aún no ha dicho?, hasta dónde han llegado sus investigaciones?''.

En la página 149, el libro cita una conversación entre Lozano Gracia y García Reyes. El procurador dice al general: ``Yo estoy enterado que a usted el presidente Salinas le insinuó que había que eliminar al licenciado Colosio, que como no quería renunciar había que eliminarlo''.

Domiro se quedó ``perplejo'' y sólo le reiteró a Lozano: ``Mi respeto, mi lealtad y mi cariño eran solamente para Colosio''.

Ese es el extracto de una grabación que Domiro hizo ``para nunca ser escuchada''.

Jorge Fernández Menéndez explica cómo llegó a sus manos y las de Joaquín López Dóriga esa grabación: ``Mira, fue el propio Domiro quien nos la entregó. Ahí no hay secretos. Tuvimos un testimonio que resulta muy valioso y lo suficientemente importante. Como periodistas que somos decidimos presentarlo''.

La aparición del libro ha generado mucha polémica. La PGR contestó enérgica contra Domiro y la Sedena lo castigó y negó haber autorizado a Domiro esas expresiones, acaso un militar con la experiencia de Domiro no consultó a sus superiores antes de darles la grabación?

Cuando él nos la entregó entendimos que era para publicarse. Mi apreciación personal, aunque nunca lo he platicado con él, es que lo consultó. Un militar tendría que haberlo consultado, pero habría que ver la posición de Domiro, pienso que muy probablemente hubiera dicho que no, si no lo hubiera consultado.

La respuesta de la PGR también les toca a ustedes...?

Mira, la respuesta la esperábamos. Es más, me hubiera resultado extraño que no respondiera. La parte que a nosotros nos toca, la veo muy poco sustancial, quitada de contexto, sabemos que el Ministerio Público no puede condenar a nadie y podemos decir que en términos estrictos tienen razón, siempre y cuando la hubieran puesto en el contexto debido.

``El resto de la respuesta me desconcierta, evidentemente habla de la plática que quizás sea la más famosa del libro y la que más molestó a la PGR, pero siento que le falta sustento, independientemente de que le digan mentiroso a Domiro, nunca nos dice de qué trató esa conversación'' entre García Reyes y Lozano Gracia.

Uno esperaría dice el periodistaque Lozano Gracia nos contara qué se trató en la plática, ``porque hay un elemento que sigue siendo central: declara o no Carlos Salinas, tiene elementos para llamarlo a cuentas a él y a José Cordoba Montoya o no. Si Domiro mintió, que no nos deje con esa sola versión''.

Dentro de toda esta polémica, han empezado a surgir varias versiones sobre el libro, una de ellas que fue por encargo...

Mira, si hubiera sido impulsado o promovido desde las alturas del poder, yo creo que Domiro no estaría preso en una cárcel militar. El libro es una autodefensa de Domiro y efectivamente, nosotros escribimos el libro, pero no hay una sola opinión de nosotros y por lo menos yo, no sé que diga Joaquín, no comparto varias de esas opiniones, a mí me deja muchas dudas, muchos huecos en el libro.

Cómo cuáles?

Creo que debe profundizarse. Domiro no nos dice qué pasó entre el 6 de marzo, cuando el frustrado viaje a Chiapas, y el 23 de marzo de 1994, día del asesinato. Hay otros puntos que siguen generando dudas, como su relación con Chapa Bezanilla, por ejemplo.

Como autores de un libro, no crees que debieron abundar sobre las investigaciones que involucran a Domiro?

Son dos cosas distintas. Esto es un testimonio de una persona y yo creo que cualquier periodista que lo hubiera tenido, lo publica. Aquí se trataba de un testimonio y lo otro, la investigación, le corresponde a la PGR y es distinto a lo que presentamos.

``Es la misma razón por la que no quisimos opinar nada. Dejar sólo el testimonio de Domiro, eso era lo importante''.

No sé si tú o Joaquín sean amigos de Domiro, pero parece que se trató de evitar que el mundo se le viniera encima al general, sobre todo porque está próxima la sentencia a Othón?

Domiro no es mi amigo, al menos no es amigo mío. Ahora, a Domiro se le vino encima el mundo desde hace mucho tiempo, y precisamente es el testimonio, la respuesta de un hombre al que el mundo se le vino encima...