Desencadenó el EZLN un proceso democratizador: Alain Touraine
Llegamos a Chiapas no convocados por la nostalgia, sino por la esperanza, dijo Galeano al participar en una mesa especial Estamos inmersos en una ``globalización humanitaria'': Mitterrand
Hermann Bellinghausen, enviado, La Realidad, Chis., 31 de julio Alaine Touraine mira hacia Pablo González Casanova y dice: ``Frente al autor de la famosa Democracia en México, yo diría que los zapatistas son los primeros en toda la historia de México que han hablado completamente la palabra democracia. México ha conocido demócratas, pero no un sistema democrático, y sí ha conocido un sistema de partido oligopólico''.
Touraine, especialista en los movimientos sociales en América Latina, francés, pensador polémico, habla en la mesa especial que se celebra en la magra biblioteca de La Realidad, un cuanto breve para la cantidad de gente que la atiborra. En torno a una mesa larga, están Eduardo Galeano, Danielle Mitterrand, el obispo Thomas Gumbleton, el escritor político James Petras, el especialista en mayas modernos Yvon Le Bot, la feminista y pensadora Giselle Halimi, Jacques Blanc, director del Teatro Nacional de Brest, en Francia. Coordina Carlos Monsiváis.
La noche de ayer llegó al encuentro zapatista, con un
grupo de franceses, el sociólogo Alain Tourain.
Foto: Frida Hartz
Mitterrand, quien llegó desde anoche a este Aguascalientes, dice; ``Me he dado cuenta aquí de la coherencia que tiene el movimiento humanitario del mundo entero. Aquí en La Realidad comprendí, hace tres meses, que nosotros estamos en un proceso de globalización humanitaria, y que el discurso de paz que tienen Marcos y los zapatistas va en el mismo sentido de lo que nosotros hacemos desde hace muchos años''.
``Estamos aquí convocados no por la nostalgia, sino por la esperanza'', afirma Eduardo Galeano en su breve intervención. Escuchan también Luis Villoro, Adolfo Gilly, Paulina Fernández, Juan Bañuelos, Oscar Oliva, el comandante guerrillero venezolano Douglas Bravo (hoy activo político civil). Más tarde llega el cantante uruguayo Daniel Viglietti.
Mientras el análisis ofrecido por Touraine considera la aportación social y política del zapatismo, el de Yvon Le Bot enfatiza su paradójica búsqueda de la paz: ``Han puesto toda su energía en rechazar el engranaje de la guerra e intentar la construcción de un movimiento social. La energía producida por las rupturas anteriores se movilizó con el levantamiento. Hubiera podido alimentar una espiral de provocación y represión, una lógica de suicidio y masacre. Se detuvo el peligro en el borde de su desencadenamiento y se levantó, transmutó en tentativa de nacer un nuevo actor, en ensayo de redefinición y recomposición de la política''.
Dentro del entusiasmo general de los participantes, destacan el énfasis y la profundidad de las palabras de Alain Touraine, quien en su libro más reciente, Qué es la democracia?, de 1993, reconocía gran mérito a los gobiernos de Miguel de la Madrid y Salinas de Gortari en su combate a la corrupción.
Touraine ha cambiado sus conclusiones: ``Una idea expresada en los textos zapatistas, y que comparto profundamente, es que no hay que mirar hacia atrás. La destrucción de los Estados-nación es la destrucción a la vez de formas degradadas, es la decadencia de formas corporativistas y autoritarias''.
``Si hay un sistema global de poder'', dice Touraine, ``se necesita un sistema global de oposición''; ``En el momento actual, en otras partes y aquí en Chiapas de manera más consciente y elaborada, se transforma la vinculación de la lucha social con la lucha armada, y se transforma en agente principal de la democracia. Eso me parece tan fundamental como en 1848 el pasaje del espíritu de la Revolución Francesa al espíritu del socialismo y el movimiento obrero. Ahora se trata de pasar del socialismo revolucionario a algo que no tiene nombre todavía, pero que vincula la democracia con la defensa de los derechos culturales, la capacidad de comunicación intercultural y la defensa de la diversidad. La unión de lo identitario, lo específico, con lo universal''. ``Creo que la opinión internacional siente mucho que estas comunidades indias de Chiapas (ubicadas en un lugar, un tiempo, una cultura) hablan un lenguaje universal. De cierta manera, el pasamontañas significa 'somos ustedes', el universalismo. Yo soy el tiempo miembro de mi comunidad pero con la voz de mi montaña hablo con la palabra yo soy ustedes, que con la palabra mandar obedeciendo es de las mejores definiciones que hay de democracia''.
Según Touraine, los zapatistas ``han desencadenado un proceso democratizador que puede resultar o no, pero es posible. El sistema político anterior va para abajo. Entra en una crisis que puede ser fatal (en Colombia ya lo es)''.
El analista francés vislumbra tres posibilidades para México: ``La primera es el caos, que significa también narcotráfico, violencia brutal, caos social. La segunda, de la cual no se hablaba nunca en México y ahora sí, es la militarización. La tercera, y única aceptable, es la democratización. Donde el actor principal ahora son los zapatistas''.
Touraine concluye: ``La importancia práctica que hace de los zapatistas defensores y agentes principales de creación de la democracia, descansa en la capacidad innovadora del movimiento, que a mí me impresiona enormemente. En pocos lugares del mundo. Actores concretos que luchan, pero pensando a la vez, como fue la Revolución Francesa, o más cerca, mis amigos de Solidarnosc en los ochenta, han contribuido tanto para una transformación. Ahora vemos que hay grupos que se encuentran en el momento no del rational choice sino del radical choice, y creo que todos sentimos que los zapatistas están viviendo, pensando los problemas centrales de todos nosotros''.
Donde Eduardo Galeano pone el acento es ``en el desarrollo de la energía comunitaria, civil'', y en la consecusión de un mundo más humano, que no parezca ``el infierno de otro planeta''.
Un avión de traslado de tropas práctica un vuelo rasante sobre La Realidad (y luego se informa que también en los cinco Aguascalientes donde se celebra el Encuentro Intergaláctico). Interrumpe la participación de Danielle Miterrand, como si quien mandó el avión hubiera escogido el momento más adecuado para poner el acento en la opción militar. Danielle Mitterrand concluye su breve intervención: ``La militarización tiene que ver con la decadencia de las capacidades del Estado para seguir caminando''.
Le Bot destaca: ``La fuerza de los zapatistas es la no-violencia, la invención de una nueva relación entre la violencia y la no-violencia. Consiste en mantenerse dentro de la tensión, sin vicios hacia la violencia. El monto de poder de una violencia contenida y reprimida durante decenios, más bien siglos, es puesta al servicio de una creación de sentido, de una invención simbólica y política''.