En energéticos y teléfonos, cobros indebidos por $15 mil millones al año

Patricia Muñoz Ríos El fraude que cometen contra los consumidores las compañías de energía eléctrica, Teléfonos de México, las gaseras y los gasolineros asciende anualmente a poco más de 15 mil 500 millones de pesos, revela un análisis de la Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor (Amedec).

Puntualiza que cada familia mexicana paga al año, en promedio, entre 800 y mil pesos más de lo que debería pagar por la contratación de estos cuatro servicios.

Considera este organismo que se trata de fraudes de cuello blanco pocas veces comprobables por los consumidores, y en el caso de Telmex y las compañías de electricidad poco puede hacerse porque, a pesar de las innumerables quejas, estas empresas prácticamente operan como monopolios.

El estudio realizado por la Amedec señala que Telmex, por cobros indebidos de renta de aparatos que no funcionan, largas distancias mal aplicadas, servicio medido injustificado y cobros dobles de recibo ``defrauda'' a los consumidores alrededor de 7 mil millones de pesos, casi la mitad de su inversión anual.

Las compañías de electricidad que incurren en cobros indebidos y abusos facturan erróneamente entre 10 y 20 por ciento más a los consumidores. Esto representa aproximadamente 3 mil millones de pesos cada año.

Sólo el año pasado la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Compañía de Luz y Fuerza del Centro recibieron más de 20 mil quejas presentadas ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

Respecto a las gasolinerías, el informe de la Amedec dice que casi la mitad de las bombas expendedoras de gasolina de todo el país despachan con mermas de 10 a 20 por ciento de lo que pagan los consumidores. La Profeco considera que ésta es una merma ``normal'' y solo persigue los casos que se salen de esta norma.

Se estima que al surtir litros de 800 mililitros considerada una merma ``normal'', los gasolineros defraudan cerca de 4.5 millones de litros diarios, lo que representa ``un robo diario de 11.25 millones de pesos, que al año daría un promedio de 4.1 millones de pesos''.

A lo anterior se suma el fraude que cometen los distribuidores de gas doméstico. Los calculos más conservadores estiman un robo de 10 por ciento del combustible, que equivalen con base en los reportes de ventas de las empresas a 120 millones de pesos al mes o mil 440 millones al año.

Adicionalmente, los distribuidores ponen en riesgo la seguridad de los consumidores que adquieren los tanques semillenos, pues además de que los vacían con metodos rudimentarios y descomponen las válvulas, tampoco reponen los cilindros en mal estado aun cuando se supone que una parte de lo que se paga es para este fin, por lo que estas unidades se convierten en ``verdaderas bombas de tiempo''.

El informe de la Amedec indica que estos cuatro servicios son generalmente de ``pésima calidad'' y los consumidores cautivos tienen mínima o nula capacidad de autodefensa.

Por otra parte, información de la Profeco detalla que sólo en el primer trimestre del año se presentaron contra la CFE 5 mil 753 quejas de consumidores y en contra de Telmex 4 mil 615. Ambas empresas se disputan periódicamente el primer lugar.

En la lista de las 20 empresas con mayor número de quejas también se encuentran seis gaseras, Grupo K2, Compañía de Luz y Fuerza del Centro, Elektra, Sears Roebuk, Sistefin, Salinas y Rocha, Promociones Futurama y la vendedora de tiempos compartidos Puerta del Mar.

En la lista de empresas a las que se han impuesto las mayores multas se encuentran la CFE, con 935 millones de pesos en el primer trimestre de 1996; sin embargo, esta cifra representan poco en comparación con los 3 mil millones de pesos que defrauda al año.

A Telmex se le impusieron multas por 309 millones de pesos entre enero y marzo de este año y la empresa de autofinanciamiento Sistefin tuvo que pagar 314 millones.

Además, sólo se aplican clausuras a empresas privadas prestadoras de servicios y no a las públicas. En cuanto a cierres de empresas, el informe indica que en el primer trimestre del año se aplicaron seis clausuras a Sistefin, una a la constructora Supra y una a Grupo K2, Suauto y Comercializadora Orme, entre otras empresas; sin embargo no hubo una sola amenaza de cierre contra Telmex, por ejemplo.