La Jornada 23 de julio de 1996

Niega De la Madrid reporte sobre un depósito de 2 mil mdd en Europa

Señora Carmen Lira Saade

Directora General de La Jornada

Presente

Estimada señora directora: El día de ayer La Jornada publicó en su página 4, sección ``Clase Política'', un artículo del señor José Ureña en el que da noticia de que, ``según documentos atribuidos al Banco de Luxemburgo y de P.T. Galaxy Indonesia Trust, un Miguel de la Madrid posee la cantidad de 2 mil millones de dólares desde hace tiempo y había constituido un fideicomiso con ello, por el que pagó 90 millones más''. En dicho artículo, de una extensión muy amplia, se publican los documentos relacionados con este asunto, entre otros, una carta firmada, según el reportero, por Ollie R. Moffitt, de la cual se publicó una traducción libre.

En primer lugar, deseo negar, en la forma más categórica, esta imputación calumniosa, así como negar enfáticamente que yo tenga o haya tenido relación, directa o indirecta, con esta supuesta operación del Banco de Luxemburgo y/o de Galaxy Indonesia Trust.

A mayor abundamiento, informo a usted que, con fecha 28 de noviembre de 1995, un señor Anthony Prada, del Investment Resource, Inc., de Boca Raton, Florida, de Estados Unidos de América, envió al Lic. Fernando Alanís, colaborador mío, un fax en el que anexó un documento del Banco de Luxemburgo llamado Certificado de Depósito, en el cual se hacía constar una operación en que supuestamente yo tenía inversiones en el referido banco por US Dólares 2 mil 90 millones. En la copia de dicho documento que se me envió aparecía mi antefirma, con mi supuesta firma, completamente falsificada. (Anexo no. 1 en dos páginas).

Consultado que fui por el Lic. Alanís y de acuerdo con mis instrucciones, el propio profesionista contestó el fax el mismo día 28 de noviembre de 1995, informando que la firma que se me atribuía en el supuesto Certificado de Depósito no era genuina, y que, consecuentemente, el documento era apócrifo. El Lic. Alanís manifestó también al referido señor Anthony Prada, que yo no he tenido ni tenía ninguna relación comercial, ni de otra índole, con la institución citada, por lo que consideraba oportuno expresar su opinión en el sentido del riesgo que el señor Prada y su corporación tendrían al adquirir o negociar el Certificado apócrifo mencionado (Anexo no. 2).

El señor Prada contestó al Lic. Fernando Alanís el día 29 de noviembre de 1995 agradeciendo la información mencionada y señalando que advertirían y tomarían las medidas necesarias para poner a P.T. Galaxy Indonesia Trust, Doctor Edison Damanik, Presidente del LN Corporation, y Sra. Okum Edmunds, Presidente ``en su lugar''. Dijo el señor Prada que esta gente no le había enviado ningún género de documentación que le hiciera creer que ellos no tenían lo que afirmaban. (Anexo no. 3).

En previsión de que la maniobra relativa pudiera constituir una operación de fraude tentativo o de alguna maquinación cuyos propósitos yo desconocía, me dirigí al Gobernador del Banco de México, con fecha 29 de noviembre de 1995, informándolo del asunto. (Anexo no. 4).

Verbalmente, los funcionarios del Banco de México me manifestaron haber tomado nota de mi información, sin que haya estado en su conocimiento ninguna noticia ulterior sobre este problema.

Lo anterior me lleva a concluir que algunas personas están tratando de sorprender a ingenuos para lograr algún beneficio de orden económico o político.

Me permito hacer notar a usted, señora directora, que ni el señor José Ureña ni alguna otra persona de La Jornada tuvieron el cuidado de consultarme sobre el particular antes de publicar esta información, situación que me extraña en un periódico que se ha caracterizado por procurar seriedad y ética profesionales.

En dicho artículo se menciona que un señor Milton Durán, que fue Presidente de la Cámara Hispano-Americana de Comercio en Texas, ha participado en esta maniobra calumniosa. Manifiesto a usted que no conozco al señor Durán y que jamás he tenido nexos de naturaleza alguna con él.

Por otra parte, el señor Ureña volvió a mencionar el incidente que sufrí en el año de 1984, con motivo de mi visita oficial a Washington el 15 de mayo del mismo año, cuando en el Washington Post de dicho día se publicó también en la columna del periodista Jack Anderson, un comentario que me imputaba haber transferido a cuentas bancarias en bancos suizos 162 millones de dólares, implicando responsabilidad de mi parte en la desviación de fondos públicos, en mi carácter de Presidente de México.

Aunque ya he comentado en diversas ocasiones esta maquinación calumniosa, me permito recordar a usted que el mismo día de la aparición de la columna del señor Anderson, el Director de Comunicación Social de mi gobierno, el Sr. Manuel Alonso, envió una comunicación al Washington Post, negando categóricamente el infundio de que se me hacía objeto por parte del señor Anderson. Dicha nota fue publicada por el Washington Post en su edición correspondiente al día 16 de mayo de 1984 (Anexo no. 5).

El mismo día 16 de mayo de 1984, la Embajada de México en Washington envió al Departamento de Estado del Gobierno de los Estados Unidos una nota de protesta en los términos del documento que acompaño a usted como Anexo no. 6. A la nota de protesta que dirigió la Embajada de México en Washington, a la que me he referido, el órgano de gobierno de los Estados Unidos contestó con la nota que me permito enviar a usted en el Anexo no. 7.

La protesta la hice valer personalmente ante el Presidente Ronald Reagan y el Secretario de Estado, George Schultz, quienes me comentaron que el señor Jack Anderson acostumbraba dar noticias sin fundamento, de carácter escandaloso y que opinaban que no debía yo darle mayor importancia al incidente.

Ante algunas opiniones privadas y públicas en el sentido de que debía yo denunciar ante los tribunales norteamericanos al señor Anderson por difamación y calumnia, solicité la opinión del Señor Procurador General de la República sobre el particular, quien me contestó el día 26 de junio de 1984, en los términos del documento cuya copia anexo como no. 8.

En resumen, el Procurador General de la República me aconsejó que no presentara demanda ante los tribunales estadunidenses dada la inconveniencia de que, como Presidente de México, me sujetara a la jurisdicción de tribunales de los Estados Unidos de América, opinión que consideré razonada y fundada, por lo que actué en ese sentido.

Dado el interés de mi parte en conocer los orígenes de esta calumnia, hice investigaciones privadas, de las que llegué a la conclusión que el autor de este infundio fue un funcionario de nivel inferior del Consejo de Seguridad de los Estados Unidos, probablemente con la intención de restarme autoridad moral frente a la opinión pública norteamericana y la mexicana en el contexto de mi discrepancia con la política de los Estados Unidos en el área centroamericana. Efectivamente, mediante otras operaciones, funcionarios y periodistas de la extrema derecha estadunidense trataran de quebrantar mi prestigio personal, sin que hayan logrado que yo cediera ante dichas presiones, por lo que mantuve nuestra posición de política exterior en este sentido, lo cual, por lo menos en parte, evitó una intervención militar abierta del gobierno estadunidense en los países centroamericanos, lo cual hubiera repercutido muy negativamente en los intereses de México.

Por otra parte, la imputación que me hizo el señor Anderson desafortunadamente se ha reiterado en algunas ocasiones por medios de comunicación de los Estados Unidos de América, y aun todavía más lamentablemente, por algunos mexicanos. Sin embargo, al ser dicha imputación totalmente falsa, en momento alguno se ha podido probar.

Por lo que se refiere a la calumnia del señor Anderson, hice algunas aclaraciones al periódico Reforma, que las publicó en su edición del día 16 de marzo de 1995.

Apelo a usted, señora directora, para que le den cabida íntegra a esta aclaración que hago, no sólo para defensa personal de mi honra y patrimonio moral, sino para cuidar del prestigio cuya defensa estoy obligado a preservar frente al pueblo de México, que me otorgó el privilegio de servirlo como Presidente de nuestro país.

Atentamente

Miguel de la Madrid.

ccp. C. Presidente de la República, Dr. Ernesto Zedillo Ponce de León. Presente.

ccp. C. Secretario de Gobernación, Lic. Emilio Chuayffet. Presente.

ccp. C. Secretario de Relaciones Exteriores, Lic. José Angel Gurría. Presente.

ccp. C. Secretario de Hacienda y Crédito Público, Dr. Guillermo Ortiz. Presente.

ccp. C. Secretario de la Contraloría y Desarrollo Administrativo, Lic. Arsenio Farell. Presente.

ccp. C. Gobernador del Banco de México, Lic. Miguel Mancera A. Presente.