La Jornada 23 de julio de 1996

Repulsa diplomática al retiro de visa en EU al embajador de Colombia en México

Jesús Aranda El embajador de Colombia en México, Gustavo de Greiff Restrepo, advirtió ayer que ``una nueva sombra funesta se está extendiendo por el mundo con el pretexto de librarlo de una real o pretendida amenaza de las drogas, con lo que surge la posibilidad de un nuevo sojuzgamiento de naciones enteras''. Asimismo, calificó de ``insidiosa'' la actitud de ``un Estado'' que decide, por sí y ante los demás, cómo debe combatirse el tráfico de estupefacientes e inventa teorías de seguridad nacional que impone a los demás pueblos.

Al hablar ante más de 40 embajadores y diplomáticos acreditados en Méxicoquienes le entregaron una carta de apoyo ante la decisión del gobierno estadunidense de cancelarle la visa para entrar a ese país, el embajador De Greiff señaló, en alusión a Estados Unidos, que ``su actitud resulta inaceptable, porque un Estado decide que un cierto fenómeno amenaza su seguridad nacional; esto se alega para justificar su intervención en otros pueblos''.


Los embajadores de Israel y Colombia, en la reunión
en la que diplomáticos apoyaron a este último contra la
decisión de Washington de retirarle su visa.
Foto: Omar Meneses

En la reunión de apoyo que fue convocada por el grupo de embajadores de América Latina y el Caribe, que reunió a casi la mitad de las representaciones acreditadas en México, el embajador colombiano argumentó: ``Dada la gravedad del asunto, es necesario que la comunidad internacional reaccione y que por lo menos, se estudien métodos mejores que el dejar que un Estado sea quien decida si los demás están cumpliendo o no con la cuota que le atribuye en la lucha conjunta; que determine, sustituyendo a las autoridades jurisdiccionales, quién o quiénes están involucrados en actividades ilícitas; que señale, pasando por encima de la voluntad soberana del pueblo en cuestión, quién o o quiénes deben ser sus legisladores, sus gobernantes o sus jueces''.

Aun cuando las palabras del ex fiscal general de Colombia durante la gestión de César Gaviria se referían a ``un Estado'', quedó perfectamente claro para los presentes en el salón de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México, que el destinatario de las críticas era el gobierno de Estados Unidos.

Incluso, un diplomático ahí presente que pidió el anonimato comentó que la decisión del gobierno estadunidense de cancelarle la visa al representante colombiano, se debió a que éste rechaza totalmente la pretensión de Washington de extraditar a los capos de la droga de Colombia, por considerar que esa petición va en contra de la soberanía de su país.

De Greiff insistió en su discurso que en la actualidad, se está viviendo un estado de cosas en donde ``se llega al extremo de que un gobierno quiera dictarle a los ciudadanos de otros países, con quiénes pueden o les conviene comerciar, so pena de que si no siguen sus dictados o sus inclinaciones les impondrá sanciones''.

Dijo que con la pretendida ``guerra contra las drogas'' se llega incluso a la llamada ``narcotización de la justicia'', que va desde la creciente monopolización de los recursos judiciales hasta lo increíble: la falsificación de pruebas en forma que quien no esté de acuerdo con una determinada política antinarcóticos, ``automáticamente'' sea visto como amigo de narcotraficantes.

Después de que el propio presidente colombiano Ernesto Samper, recibió también la notificación estadunidense de que su visa había sido cancelada, De Greiff recordó que Colombia ``es un ejemplo palpable del insidioso fenómeno que se está saltando las fronteras''.

Aunque lo más grave, sostuvo, ``no es sólo que se esté erosionando su estrucutura jurídica, sino que pasa acompañado del poder de otro Estado, que pretende así imponerle su peculiar y en mi concepto errada estrategia para combatir el problema, llevándose de paso principios del derecho internacional, afianzados con los sacrificios, la sangre y las víctimas...''.

Principios tales, remató, como los de soberanía, la no intervención, la solución pacífica de los conflictos, la igualdad de las naciones, que son diariamente socavados y se irrespetan.

Las decisiones de ``sus jueces'', añadió, obligan a Colombia a invertir en guerra lo que rendiría más en educación y salud para sus habitantes, y ``hasta se le pretende imponer quiénes deben ser sus gobernantes y cómo deben fallar sus jueces''.Finalmente, el diplomático dijo que la solidaridad demostrada por los ahí presentes y el respaldo del gobierno mexicano, constituyen el mejor desagravio a las calumnias en su contra.

Por otra parte, en la misiva que fue firmada, entre otros, por los embajadores de Paraguay, Argentina, Ecuador, Uruguay, Chipre, Costa Rica, Venezuela, Panamá, República Dominicana, Cuba, Jamaica e Irán se destaca la solidaridad con De Greiff Restrepo, ``al saber que ha sido objeto de la injusta cancelación de su visa por parte del gobierno de Estados Unidos''.

Agregaron que, para una cuestión tan difícil como ésta, se requiere del concurso de voluntades de todos los interesados en lucha contra la producción, tránsito y consumo de drogas y que ``este espíritu de colaboración debe excluir actitudes como las que denota la cancelación con la que infructuosamente se le ha querido afectar''.