La Jornada 21 de julio de 1996

Coparmex: corrupción, factor de concentración de riqueza

Raúl Llanos Samaniego #&164: Del total de la población laboral en el país, sólo 34.6 por ciento recibe dos o más salarios mínimos, el resto, 65.4 por ciento de los trabajadores, no perciben ninguna paga o ganan menos de 40 pesos al día, afirma un análisis de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

El estudio, titulado El desarrollo social y el crecimiento económico, destaca que actualmente existen por lo menos 40 millones de pobres; seis millones de analfabetas; 50 por ciento de la población no está cubierta por ninguna institución de seguridad social; 20 por ciento de los mexicanos muestran algún grado de desnutrición, y hay un déficit nacional de 4.6 millones de viviendas.

Según el organismo cúpula del sector privado, ``la corrupción ha sido un factor de concentración de la riqueza y enemiga de la justicia social'', y remarca que los costos del reciente ajuste estructural han recaído en los más necesitados.

Sobre los programas sociales de los gobiernos del país, considera que aun cuando en algunas ocasiones se han manifestado como ``compromisos efectivos'', otras muchas veces ha sido sólo de apariencia y de manipulación.

De hecho, resalta el documento, el centralismo político y la cultura paternalista han detenido el desarrollo de todos los mexicanos.

``Indudablemente hay mejoras en relación con la situación que imperaba hace una, dos o tres décadas, pero objetivamente nos hace falta avanzar mucho para lograr un verdadero desarrollo social; si no somos capaces de cambiar radicalmente las tendencias, México no abandonará el subdesarrollo'', destaca.

De acuerdo con el análisis elaborado por Gabriel Funes Díaz, director de Estudios y Comunicación de la Coparmex, el problema del desarrollo tiene más un carácter ético y cultural, pero como muchas veces, sólo se ha concebido como un asunto de crecimiento y se han desatendido otras variables igual o más importantes.

Menciona que en el país existen enormes y graves rezagos sociales, entre ellos: el nivel de escolaridad promedio en la Población Económicamente Activa (PEA) es de 4.2 años; 40 de cada 100 niños no concluyen sus estudios de primaria; más de 15 mil escuelas cuentan con un solo maestro; 21 millones de compatriotas se encuentran sin acceso a la educación básica.

Agrega que 25 por ciento de la población ocupada trabaja en actividades agropecuarias; cada dos días un menor de cinco años es asesinado, además de que más de 50 por ciento de los nuevos hogares son uniones libres.

Sobre los ingresos de la clase trabajadora, la Coparmex precisa que de la PEA, cercana a 33 millones 881 mil personas, 15.2 por ciento no recibe ingreso alguno; 19.1 percibe menos de un salario mínimo y 31 por ciento gana menos de dos salarios mínimos.

``Es indudable que sociedad y gobierno deben encontrar una salida al problema social. El primer paso es responder a la pregunta ¿qué es lo que ha impedido el desarrollo?'', y a continuación considera:

``Ha existido un costo económico del mal enfoque de lo social, tanto en el desarrollo estabilizador como en el desarrollo compartido y en la etapa de modernización''.

``De igual manera, tenemos un gasto público distorsionado, pues de representar en 1987 el 43 por ciento del PIB, pasó a ser en 1995 el 26.3 por ciento. El problema no es que se haya reducido, sino que no exista un gasto suficiente en infraestructura que genere progreso'', destaca.

Ante eso, considera que es imprescindible crear las condiciones para que los programas de atención social y de mejora en los niveles de vida de la sociedad sean mejores, aspecto en el cual tendrá una importancia fundamental la participación de todos los mexicanos