Empiezan reunión en La Reali-dad barzonistas de 27 estados
Hermann Bellinghausen, enviado, La Realidad, Chis., 20 de julio #&164: ``Aquí todos somos importantes'' dice una delegada barzonista durante la discusión de hoy. Provenientes de 27 estados de la República, 317 integrantes de El Barzón se reúnen desde hoy en el Aguascalientes de este pueblo tojolabal de la selva Lacandona para su encuentro nacional, que será definitivo, según valora su dirigente nacional Juan José Quirino. Esperan definir su identidad y destino como organización o movimiento, y emitir un comunicado conjunto con la dirigencia zapatista mañana domingo. Se espera la presencia del subcomandante Marcos.
Quirino informó que los participantes son, en su mayoría, dirigentes de comités directivos municipales de Sonora y Nuevo León a Oaxaca, Veracruz, Chiapas y Yucatán. Hoy se trabaja en tres mesas. Mañana, los delegados celebrarán una plenaria. En las gradas de Aguascalientes sesionan las tres mesas barzonistas. Una discute ``en torno a cómo participará El Barzón en las próximas elecciones federales''. Otra, ``la relación con partidos, iglesias, cámaras empresariales y el resto de las organizaciones sociales''. La tercera mesa aborda la pregunta por la identidad: ``¿Qué tipo de organización es El Barzón: un sindicato, una ONG un partido?''.
En Oventic, Chiapas, construcción de un
local para
el Encuentro Intercontinental por la Humanidad y
contra el
Neoliberalismo que iniciará el próximo
sábado y que se realizará
simultáneamente en los
cinco Aguascalientes Foto: Duilio
Rodríguez
Lo importante dice Quirino, ``es que la gente diga solita qué chingados quiere''. Se autocaracteriza como un movimiento ``clasemediero, comodino'', pero de esta visita ``saldremos distintos, más humanizados. Hay de todo: uno que anda por ahí es dueño de 160 tráilers. Otros, vea, con suburban del año. Pero quisieron venir''.
Voces en las mesas, activas. Muchos hablan. De Hidaldo, Durango, Tamaulipas, Puebla, Guanajuato.
``Somos una organización social que nos debemos a nuestras bases'', dice uno en una mesa. En otra: ``Los partidos siempre van tras de nosotros para conseguir el voto y luego nos abandonan''. Uno, de aspecto más rural, proclama: ``Debemos tenernos confianza, entre nosotros, en nuestros representantes''. ``Aquí todos somos iguales'', dice una mujer. Otra llama a los empresarios barzonistas ``a luchar desde sus cámaras''. Otro: ``Tenemos que hablar por la gente de nuestros sectores''. Uno más: ``Yo siempre he creído en el ejemplo. Tenemos que darlo, y recibirlo''.
La selva y la montaña como escenario del encuentro, la lluvia, el lodo y los pobladores de La Realidad como acompañantes, y el apoyo de una decena de insurgentes zapatistas con pasamontañas, uniforme y desarmados. El comandante Tacho pasa a trote sobre un caballo que llama la atención de algunos barzonistas, que saben de felipetos. Ganaderos con los zapatistas. Incluso, ganaderos de Chiapas. Eso sí es novedad.
Los barzonistas vienen a su encuentro nacional a buscar dos cosas: a sí mismos, para encontrar su identidad definitiva, y a los zapatistas, para alcanzar algún acuerdo. Como se escucha en una de las mesas: ``El EZLN y nosotros luchamos contra un mismo enemigo: el sistema económico y político. Tenemos mucho qué decirnos''.
Julio 19. Con cuerda
``Ora sí que como quien dice, le prestaron Aguascalientes a los del Barzón para juntarse ellos. A nosotros nomás nos pidieron, los del Comité dijieron que bueno y aquí están'' dice el compa que, a mi lado, mira al grupo de barzonistas reunidos en La Realidad para su encuentro nacional. Esta noche llegaron 350 personas.
``Se ven muy otros'' observaba otro compa mientras los barzonistas descargaban camionetas y camionetas que los trajeron de San Cristóbal a La Realidad. Esa opinión la habré de escuchar varias veces. Y nunca en tono de rechazo, sino de descubrimiento, sí, fraternal.
Las comunidades zapatistas sirven por primera vez de sede de algo que no tiene que ver con ellas ni con su movimiento. Aquí ni el de la tienda de junto al camino necesitaría unirse a El Barzón. No le debe al banco (¿cuál?), ni tiene en riesgo su inversión, negocio, su pequeño o mediano capital (¿cuál?). Para Sergio, por ejemplo, el concepto mismo de usura se le escapa, en desmesura.
Tan original y muy otro el movimiento barzonista como el zapatista, y en una franja clave de su lucha, van contra lo mismo: el sistema neoliberal. Estas clases medias y medias altas que le echan porras a Querétaro, Hidalgo, Quintana Roo, a su propio barzón, y gritan como rancheros alegres cuando la marimba de San José toca la de ``se me reventó el barzón, y sigue la yunta andando''. Las amas de casa en pants, los señores vestidos de excursión o domingo, con gorra beisbolera, tienen su propia manera de decir y sentir las cosas. Como un corrillo que de pronto, a medio Aguascalientes, entona: ``Ruge cañón y escopeta, a Marcos se le respeta''.
No vinieron a las vivas zapatistas, sino a sus propios vivas y mueras, y seguramente piensan distinto de ver sobre su caballo, en las afueras de La Realidad, fumando, solo, al mayor Moisés, que supervisa la llegada del convoy barzonista, la cual por cierto se realiza con un orden y disciplina pocas veces visto. Para la gente de La Realidad son ``sociedad civil'', pero en esto también muy otra. Las que vienen en plan zapatista traen siempre un desmadre que se ha vuelto parte de su identidad.
Los barzonistas echan su desmadre, sí, pero ya tienen sus modos de organizarse.
Les da la bienvenida el comandante Tacho sobre el escenario, esta vez cubierto de mantas contra la usura, los bancos y la política económica en el lenguaje de El Barzón, y casi junto al baile de bienvenida al son de la marimba se desata un aguacero que sólo dejó en la crecida explanada a los dispuestos a empaparse, que al final se guardan. Quedan dos figuras al fondo, cubiertas con impermeables naranja, bailando con entusiasmo en ese rincón de la noche negra donde hay luz, música, lluvia y barzonistas con cuerda