La Jornada 13 de julio de 1996

Presta el FMI mil 400 mdd a Caracas; condición, estricta adherencia a su plan

Reuter, Afp, Ap, Washington, 12 de julio El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este viernes un préstamo de mil 400 millones de dólares para apoyar el programa económico del presidente venezolano, Rafael Caldera, cuyo éxito, advirtió el organismo financiero, dependerá de ``una estricta adherencia'' del país sudamericano a las políticas delineadas en la llamada Agenda Venezuela.

En un comunicado difundido en esta capital, el FM exhorta a las autoridades venezolanas a mantener ``una actitud decidida'' y a no dar marcha atrás en el plan de ajuste adoptado en abril para reducir la inflación y aumentar el superávit público, entre otras medidas encaminadas a sanear la economía nacional.

Poco antes de la aprobación del crédito, cuyo primer pago, de unos 500 millones de dólares, podría estar disponible dentro de tres semanas, el ministro de Hacienda venezolano, Luis Raúl Matos Azócar, consideró en Washington que con el apoyo financiero del FMI ``se afianzan las perspectivas de crecimiento a largo plazo'' para su país.

Matos señaló que debido a las altas reservas internacionales de Venezuela -que con el nuevo préstamo ascenderán a 10 mil 600 millones de dólares- Caracas no necesitará en el futuro cercano buscar una ampliación de los acuerdos que mantiene con el Fondo, incluso para financiar programas sociales.

El funcionario venezolano anunció que dentro de unos días los ministerios de Educación, Hacienda y Agricultura presentarán un plan para reducir su número de empleados, pero aclaró que las personas despedidas ``no serán arrojadas a la calle, sino que serán reentrenadas por organizaciones no gubernamentales, con objeto de hallar nuevas ocupaciones.

Añadió que durante las reuniones que tuvo en Washington con funcionarios del Fondo Monetario Internacional y con inversionistas internacionales también se discutieron mecanismos para renegociar la deuda externa venezolana.

Caldera decretó al inició de su gestión, en 1994, drásticas medidas, como el control de cambios, que alejaron a Venezuela de los mercados financieros internacionales. Pero, a instancias del FMI y otros organismos bancarios mundiales, Caldera implantó la llamada Agenda Venezuela, que incluyó incrementos en los precios de los combustibles y la privatización de bancos y de importantes empresas estatales, como parte de un plan de ajuste para tratar de reducir el déficit del país.

A fin de suavizar el impacto del ajuste, que ha afectado negativamente a los sectores mayoritarios de la población, el gobierno venezolano puso en marcha 14 programas para promover el bienestar social, entre los cuales destaca un subsidio para las familias con menos recursos