Estoy en un rincón de El Imperio de los Sentidos. Con un catalejo y un teléfono celular, el tonto del pueblo ha subido al campanario de Nuestra Señora de la Soledad y desde allí contempla el mundo. Algo de pronto zumba en el receptor de palabras escritas de mi bolsillo: es un mensaje. ``Emma Thomas: pero habla, habla, habla, hasta que quedes vacía de palabras. Serapio Bedoya'', dice la pantallita de cristal líquido.
Emma Thomas es una clave, un recuerdo, un proyecto, quizá un sueño. No obstante, va al mostrador, pide un teléfono de pulsos. Marca. ``¿Bueno?'', responde el tonto en las alturas de Tecamacharco y clave, recuerdo, proyecto o sueño, Emma Thomas me da en la frente, por error, con la bocina.
--¡Meu Deus! --se disculpa.
Densa polvareda
El informe del tonto del pueblo, que transcribo a continuación, me sugiere una pregunta para los columnistas más picudos. ¿Cuál es la superficie exacta del denominado ``territorio nacional'' que se encuentra hoy en día bajo el control directo del Ejército?
``Veo tropas en la zona mixe de Oaxaca, sobre la costa del Pacífico, en el istmo de Tehuantepec y en la región de los Chimalapas; también en la costa, en la selva, en los altos y en el norte de Chiapas; en el sur de Tabasco, en las regiones de la sierra y de los ríos y en la Chontalpa, y desde luego en la selva de Xpujil, Campeche, donde entrenan los comandos antiguerrillas. Veo tropas en el sur y en el norte de Veracruz, tanto en la sierra de Santa Rosa como en la Huasteca, y de Cerro Azul para dentro, maestro, las veo camino a Ciudad del Maíz, en San Luis Potosí, y cerca de Huejutla de Reyes, Hidalgo.
``Veo tropas en la Sierra Gorda de Querétaro, no lejos de Xilitla, así como en el Ajusco y en Coapa, en un punto del Distrito Federal donde se forma una barrera de contención muy cerca de la frontera con Morelos. Veo tropas en la Sierra Norte de Puebla, no lejos de la mixteca oaxaqueña, pero también en Izúcar de Matamoros, y más arriba, en la Montaña de Guerrero, no lejos de Alcozauca y de Tlalixtaquilla, y más al norte, en la Costa Grande, sobre la sierra de Atoyac de Alvarez, y abajo, pasando, muchísimas, por el camino de Zihuatanejo a Acapulco''.
Lo interrumpo.
--¿Y qué ves en Jalisco, en Nayarit, en Sinaloa? ¿Qué ves desde Matamoros a Tijuana? ¿Hay tropas en el Valle de San Quintín, rodeando los campos de concentración donde viven presos los indios oaxaqueños? ¿Hay tropas en Ciudad Juárez? ¿En Monterrey? ¿Las hay en Chipinque, en Garza García?
--¡No sé! --grita el tonto--. ¡Sólo veo una movilización militar gigantesca! Desde aquí parece como si la mitad del país hubiera sido invadida.
--¿Y qué ves en el Distrito Federal!
--Veo mil 200 delitos al día. Veo un grupo de generales y coroneles en la Secretaría de Seguridad Pública. Veo cientos de miles de hombres, mujeres y niños defecando al aire libre; veo miles de toneladas de basura que no estaban ayer; veo niños de semáforo que son secuestrados en las esquinas para abastecer el mercado de vísceras vivas. Veo madres metiendo en el rebozo pañuelos mojados en thíner para quitarles el hambre a sus bebés. Veo en Insurgentes un travesti golpeando con un ladrillo a una prostituta.
--¿Y la policía?
--Acaba de darse a la fuga.
--¿Y qué ves en el PRD?
Pescados que sueñan
Un camión de soldados pasa, en ese instante, por la plaza de armas de Tecamacharco. Luego pasa otro. Y otro. Y otro.
--¿En el PRD? --dice el tonto--. En la antesala del despacho de Porfirio Muñoz Ledo, veo a los telefonistas de Francisco Hernández Juárez, a los maestros de Elba Esther Gordillo, a ciertos petroleros anti Quina, y con todos ellos veo a algunos miembros del antiguo Partido Comunista, que apoyan a Amalia García, pensando que ahora sí serán la cabeza del proletariado --y aquí el tonto se ríe imitando a Pepe Revueltas--. Pero espérate, que están entrando Graco Ramírez, Demetrio Sodi, el ex panista Jorge Eugenio Gallegos, y otros del Grupo San Angel, que ahora desean formar ``una nueva agrupación política de centro-izquierda, que se presentará como alternativa frente a los partidos políticos (pero que) será convocada con el fin de participar en próximos procesos electorales por medio de candidaturas independientes'' (Reforma, 11/VII/96).
--¿Independientes? ¿Y qué hacen entonces en la antesala de Porfirio?
--Esperan --replica el tonto--, esperan. Si la reforma electoral no autoriza las candidaturas independientes, esperan a ver si gana Amalia García. Y tratan de acostumbrarse a la antesala, porque, si no gana Amalia García, volverán a ella cuando el presidente del PRD sea López Obrador.
--¿Y por qué no van de una vez a hablar con López Obrador?
--Porque Porfirio les ofreció una alianza sin Cárdenas.
--¿Y cómo ves a Heberto Castillo?
--Mal, maestro, de capa caída. Hasta donde se aprecia desde aquí, ya bailó...
--¿Cómo?
--Que ya bailó en Sonora la danza de la lluvia, pero sigue invocando tormentas donde quiera que va, es decir, buscando el relámpago que lo guíe. O que siquiera lo ilumine, para que el mundo sepa, al menos, de su existencia.
Otras preguntas
Mi curiosidad sigue en ascenso.
--¿Y cómo ves al PRI de Zedillo?
--Preocupado --dice el tonto--. Muy preocupado: si gana Amalia, el PRD se irá al montón y el PAN arrasará en el 97. En cambio, si gana López Obrador, la izquierda tendrá mayor presencia y le quitará muchos, pero muchos votos al PAN...
--¿Y cómo ves al PAN?
--A sus militantes, en la luna: la elección interna del PRD no les interesa. Pero lo que es a Diego, a Castillo Peraza, a Lozano Gracia y a Gómez Mont, los veo sumamente angustiados porque va a perder Amalia. Nada más chécate los editoriales de Reforma. La única esperanza que le queda a la dirección del PAN es que los gobernadores salinistas metan, y fuerte, su cuchara.
--¿Desde ahí ves a los gobernadores salinistas?
--Claro --exclama el tonto--, veo a Roberto Madrazo contratando porros y planeando provocaciones para que vote el menor número posible por López Obrador en Tabasco, y en Michoacán veo a Víctor Manuel Tinoco Rubí, de acuerdo con Cristóbal Arias, metiéndole votos comprados a Heberto y Amalia, y en Veracruz veo al secretario de Gobierno, Miguel Angel Yunes, soltando dinero a lo bestia por instrucciones de Patricio Chirinos para inflar los votos de Heberto en Xalapa y los de Amalia en la región de Los Tuxtlas y más al sur. Y veo una mano muy muy negra, en el Distrito Federal, mandando a los empleados de Oscar Espinosa a votar contra López Obrador en la delegación Iztapalapa y en todos los puntos de la capital donde se pueda.
Si no hay fraude...
--Entonces, maestro, ves a López Obrador como el gran favorito.
--No, maestro, si ya triunfó. Lo veo después de las elecciones, promoviendo acuerdos políticos en los estados del sur y del sureste, buscando la desmilitarización de las zonas indígenas y campesinas, consolidando la alianza histórica entre el EZLN y el cardenismo; sentado con El Barzón, con los empresarios y los sindicatos, trazando las más urgentes rectificaciones del proyecto neoliberal; y lo veo dialogando con las bases del PAN, no con los salinistas que dirigen el PAN, y en fin, lo veo abriendo las puertas del PRD a un enorme abanico de fuerzas políticas y organizaciones ciudadanas sin registro electoral, auspiciando con ellas una lista de candidaturas invencibles al Congreso. Vaya, lo veo unificando a una muy amplia franja de la sociedad, para impulsar pacíficamente el nuevo proyecto de un país que necesita, ad chalecum, reconciliarse consigo mismo