Miguel Concha
Unidad y reconciliación comunitaria

El pasado 8 de julio Alianza Cívica Nacional, la Red Nacional de Organismos Civiles ``Todos los Derechos para Todos'' y la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas presentaron en conferencia de prensa a la opinión pública nacional e internacional la constitución y actividades de la Comisión de Apoyo a la Unidad y Reconciliación Comunitaria, con el objetivo de fortalecer desde abajo la unidad y la reconciliación en las distintas comunidades y regiones de Chiapas.

Se trata de una iniciativa más de buena voluntad de la sociedad civil organizada local y nacionalmente, para fortalecer la via política, la via del diálogo hacia la paz con justicia y dignidad, que todo México desea, esta vez con base explícita en la propia historia de las comunidades y regiones de Chiapas, particularmente indígenas, y en su voluntad de buscar la unidad y reconciliación a pesar de los graves conflictos que las abruman.

Estamos seguros que este nuevo esfuerzo responderá con creces a la reiterada demanda, aun de algunos sectores gubernamentales, de participación organizada de la sociedad civil en la recomposición del tradicionalmente deteriorado tejido social chiapaneco, e impulsará desde abajo el ejemplar proceso de paz que llevan adelante la Comisión Nacional de Intermediación (Conai) y la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa). Dará sobre todo un rotundo mentís a quienes dentro y fuera del gobierno aún piensan, inconsciente o mañosamente, que sólo el Ejército con sus tácticas de contrainsurgencia, puede garantizar la paz.

Por el contrario, las organizaciones mencionadas afirman con razón en su documento de presentación que ``la presencia del Ejército ha constituido un factor más de desestabilización y descomposición de las organizaciones sociales y de las comunidades'', que para nada contribuye a la paz. ``En todos estos años de violencia dicen refiriéndose a los conflictos recurrentes que han asolado a Chiapas en los últimos 20 años se ha deteriorado hondamente el tejido social de muchas comunidades chiapanecas. Hoy se dividen entre las que apoyan al Ejército y las que se oponen a su presencia, entre las que apoyan al Estado y su proyecto de Nación y las que quieren un cambio que les garantice una mayor justicia y dignidad de seres humanos. Estas diferencias y contradicciones se convierten en confrontación cuando las instancias encargadas de favorecer la democrática participación de la ciudadanía y la imparcial impartición de justicia actúan de forma discrecional y excluyente a favor de sus seguidores''.

``Entendemos precisan, haciéndose eco de las comunidades y del sentir de la mayor parte de los mexicanos que en la sociedad existen contradicciones, intereses diversos, confrontaciones ideológicas, diferentes proyectos económicos y políticos. Pero el dirimir las diferencias y buscar el bien común de la sociedad, lo cual el Estado debe garantizar, no puede lograrse si esto se pretende eliminando al que es contrario. Ello no lleva a ninguna superación de la grave crisis que vivimos, antes al contrario la ahonda y la llena de dolor, desconcierto y sufrimiento''.

Aludiendo con preocupación y pesar a los acontecimientos violentos que en las últimas semanas se han agudizado en la región norte del estado, y que de nuevo han evidenciado la existencia de grupos armados de corte paramilitar, que al parecer actúan impunemente, los organismos locales y nacionales convocantes contraponen los hechos de búsqueda de unidad, reconciliación y respeto que en los últimos días se han registrado en esa misma región, y de los que son protagonistas las comunidades indígenas, independientemente en la mayoría de los casos de su filiación política o creencia religiosa, ratificando así su radical voluntad de reconciliación y unidad.

Destacan como ejemplos los recientes acuerdos de colaboración para el control del tráfico y consumo de bebidas alcohólicas, actos de delincuencia, etcétera, celebrados entre las bases de la ARIC Unión de Uniones, la ARIC Independiente y el EZLN en una de las cañadas de Ocosingo; los últimos acuerdos de unidad entre los ejidos de San Jerónimo y San Sebastián en Bachajón, municipio de Chilón; los fructíferos acuerdos de respeto y colaboración realizados recientemente por las comunidades pertenecientes a Xinich' y las comunidades del municipio de Palenque organizadas independientemente, y un buen número de iniciativas y esfuerzos anónimos que ocurren en las comunidades.

En un comunicado emitido unánimemente por la Conai el 9 de julio en San Andrés Larráinzar, en el que responde a la invitación de sumarse y aportar también su indispensable colaboración en este fundamental esfuerzo, dado su prestigio moral y valiosa experiencia de mediación en el proceso de paz, no sólo felicita y alaba la organización de esta Comisión, sino que para coadyuvar en el necesario fortalecimiento de los derechos humanos y la convivencia pacífica destina a sus dos miembros chiapanecos: los escritores Juan Bañuelos y Oscar Oliva.