La Jornada 13 de julio de 1996

Consulta nacional sobre concesiones de medios a iglesias, plantea SG

José Antonio Román, enviado, Tijuana, BC., 12 de julio La concesión de los medios de comunicación a las iglesias tendrá que abordarse en una ``consulta pública nacional'' e incluirse en la reforma del Estado, actualmente en discusión, afirmó el director general de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Armando López Campa.

Destacó que este es un tema ``delicado'' y ``muy escabroso'' no sólo para el Estado, sino para toda la sociedad, por lo que debe analizarse con mucho cuidado, ya que tradicionalmente el ``pez grande se ha comido al chico''.

De aprobarse la concesión, subrayó, primero tenemos que impedir que las asociaciones religiosas con mayores recursos económicos tengan un aceso más amplio a los medios de comunicación.

Es decir, dijo, se debe encontrar un perfecto equilibrio que garantice a todas las iglesias acceder a las medios electrónicos, pero también proteger a los ciudadanos de un posible monopolio religioso.

Al participar en el séptimo Simposium Interdisciplinario de Asociaciones Religiosas, realizado en el Centro Cultural Tijuana, el funcionario se dirigió a más de un centenar de líderes y representantes de las más distintas creencias, a quienes les explicó el régimen jurídico de las agrupaciones religiosas en el país y respondió una larga serie de preguntas respecto de la relación de éstas con el Estado. Por el momento, agregó, la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público prohíbe a las iglesias tener y administrar medios de comunicación.

``Sencillamente, por ahora, no hay posibilidades de que tengan concesiones de radio y televisión''.

El funcionario de Gobernación dijo que junto con los medios de comunicación hay muchos otros temas que es necesario legislar, tales como la educación, los servicios de salud y asistencia pública y el combate a la pobreza, entre otros. ``A la actual generación de mexicanos nos ha tocado ser testigos o actores de la nueva relación del Estado con las iglesias, sin privilegios ni distingos. Esta relación se caracteriza ahora porque la simulación y complicidad equívocas han dejado lugar al cabal cumplimiento de la norma'', dijo López Campa.

El Estado y las iglesias aprendena vivir en armonía con la realidad En su participación por escrito, la cual fue entregada a los asistentes en una carpeta, López Campa señaló que merced a las modificaciones al artículo 130 constitucional el Estado y las iglesias están aprendiendo a vivir en armonía con la realidad, pues los momentos críticos que afrontó el país en el pasado ``por fortuna se han superado''.

Subrayó que de la prudencia con que se ejerzan las libertades religiosas que ahora otorga el nuevo marco jurídico dependerá que heridas ya cicatrizadas no vuelvan a abrirse.

Por su parte, el obispo de Tijuana, Rafael Romo Muñoz, dijo que nuestro país, como muchos otros, está viviendo tiempos nuevos, llenos de retos y dificultades que exigen la participación decidida de todos los creyentes y hombres de buena voluntad para construir la sociedad del futuro en la armonía, la paz, la libertad, el progreso y el respeto total a la vida y dignidad de la persona.

Estimó que esta es también, indudablemente, la preocupación del gobierno que ha tenido la voluntad de entrar en una relación directa con las iglesias que promueven los valores morales. Así todos juntos, los responsables del orden temporal y espiritual, trabajamos en favor de nuestra patria y hermanos, dijo.

Deseó que estos pasos que se van dando en la relación iglesias-Estado sean sinceros, que se busque realmente el bien común y no el prodominio de una sobre la otra.En tanto, el pastor Fermín García Jaime, de la Alianza Evangélica de Tijuana, destacó que la unidad de las diferentes iglesias, fincada en el respeto mutuo, debe trabajar para propiciar la unidad en el pueblo de México.

``No debemos ser parte de la división de los mexicanos subrayó, sino de la solución para lograr juntos el bien y el progreso de nuestra patria''.

En su ponencia López Campa recordó las leyes de Reforma y la Constitución de 1917, que impusieron la separación entre la Iglesia y el Estado y desconocieron personalidad jurídica a las agrupaciones religiosas. Dijo que todo esto provocó uno de los episodios ``más negros'' de nuestra historia: el enfrentamiento cristero de 1927 entre los gobiernos emanados de la Revolución y la Iglesia católica.

Al tratar de aplicarse la Constitución del 17 y la Ley de Cultos de ese entonces, la Iglesia ``fue sojuzgada'', aunque más tarde logró la tolerancia que le permitió cohabitar con los regímenes sucesivos, siempre bajo el estigma de la simulación. López Campa señaló también que los cambios constitucionales recientes vinieron a revolucionar un tema que durante 133 años fue considerado cosa juzgada, abriendo la posibilidad del reconocimiento jurídico de las diversas iglesias, y por ende el establecimiento de relaciones diplomáticas con la curia romana, paso que se dio el 21 de septiembre de 1992.

Además, con dichos cambios también se abrió un campo totalmente desconocido en México: el derecho eclesiásticoque es el conjunto de normas jurídicas que regulan las relaciones del Estado con las iglesias, cuyo estudio se podría ir fomentando, e incluso recomendar, a las universidades de Derecho.

Destacó que separar los ámbitos que por siglos permanecieron confundidos costó a México esfuerzos supremos de inteligencia y guerras entre hermanos, que no podríamos ignorar, pues lo que en su momento buscaba consolidar la independencia, fortalecer nuestra economía y abrir cauces de libertades, como fue la reforma del siglo XIX, pareció a muchos una disputa doctrinaria sobre creencias religiosas.