La Jornada 12 de julio de 1996

Otra vez morosos, 30% de quienes reestructuraron deuda en UDI

Víctor Cardoso, Laura Gómez y Roberto González Un análisis de la empresa de consultoría Securities Auction Capital (SAC) afirma que entre los deudores que restructuraron su cartera vencida en Unidades de Inversión (Udi), una tercera parte ha vuelto a caer en morosidad.

Mientras tanto, productores campesinos anunciaron que no aceptarán que el Programa de Restructuración de Carteras Vencidas del Sector Agropecuario condone únicamente el 40 por ciento de los intereses moratorios, y amplíe los plazos de pago, sin exigir a las autoridades hacendarias y los bancos un sacrificio.

La Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR) y el Congreso Agrario Permanente (CAP) denunciaron que, en forma contraria a lo que asegura la banca, ésta dejó de canalizar créditos al medio rural desde 1992, lo cual provocó la descapitalización del sector.

A su vez, el Grupo Financiero Bancomer indicó que el crecimiento económico que comienza a experimentar el país de manera incipiente no cancelará automáticamente el deterioro de la cartera vencida, que hasta marzo pasado alcanzó los 156 mil 756 millones de pesos, cantidad equivalente al 8.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Para la empresa SAC, junio ``fue el peor mes de los últimos 19 en materia de liquidez del mercado'', a tal grado que 480 de cada mil deudores (48 por ciento) se ubicaron en cartera vencida.

La firma dio a conocer que al interior de la cartera vencida sólo el 14.44 por ciento es considerada como de riesgo mínimo (8.45 por ciento) o bajo (5.99 por ciento). Como de riesgo medio se ubica el 7.02 por ciento, pero el 16.55 por ciento fue ubicada en el rango de riesgo alto o máximo.

``Uno de los factores determinantes para que un mayor número de deudores continúen sumándose a las filas de la morosidad es la restructuración de créditos en Udi, ya que se encuentran indexadas a la tasa de inflación'', y mientras ésta no ceda, promueve el crecimiento de la cartera vencida.

Incluso afirma el análisis que ``las restructuraciones en Udi podrían estar distorsionando los resultados de mayo y junio, en virtud de que muchos de los deudores que pusieron al corriente sus adeudos vencidos por este mecanismo, solamente se ubican al corriente hoy día por el simple hecho de haber firmado una restructuración, lo que no implica que hayan efectuado pago alguno sobre su deuda, ni que se encuentren en posibilidad de hacerlo en el futuro cercano, y podríamos esperar que algunos de estos deudores vuelvan a cartera vencida en uno o dos meses''.

Campesinos contra la restructuración

Tanto la Confederación Nacional de Productores Rurales, como el Consejo Agrario Permanente condenaron ayer la actitud de los banqueros de proteger a los especuladores del dinero, y no a los sectores productivos del campo, lo cual aunado a las altas tasas de interés que aplican los han conducido al borde de la desaparición.

José Bonilla Robles, presidente de la CNPR, aseguró que ``ninguno de los más de 2 millones de parvifundistas que se encuentran en cartera vencida están de acuerdo en pagar los intereses moratorios que les cobran los bancos, porque no somos los culpables de la crisis que vivimos ni de que nuestros adeudos superen los 18 mil millones de pesos''.

Hasta el momento, dijo, ninguna de las organizaciones agropecuarias ha sido consultada al respecto para que dé a conocer sus puntos de vista y propuestas, por lo que la medida está orientada a que ``nosotros reconozcamos algo que no obtuvimos ni gastamos y dejemos en garantía, por lo menos, los recursos de 10 años del Procampo''.

Por ello, advirtió que si no es por medio de un esquema de recursos fiscales y de sacrificio por parte de la banca y de la Secretaría de Hacienda, ningún programa de restructuración para el campo tendrá éxito.

El CAP manifestó que no firmará ningún acuerdo que no haya sido consultado con anterioridad. ``Estamos cansados de que siempre se difunda a la opinión pública que todo programa será consensado y a la mera hora nos dejen afuera, siendo que nosotros somos los del problema.

''De seguir así, mejor nos declaramos en quiebra total y a ver quién trabaja el campo, que sigue siendo una actividad de primera necesidad para el país, pero no rentable'', señaló.

Optimismo de Bancomer

La combinación de compras de cartera de crédito por parte del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) y los estímulos proporcionados por el Acuerdo de Apoyo a Deudores (ADE) han frenado ``rápidamente'' el crecimiento de la cartera vencida de la banca privada, sostuvo el Grupo Financiero Bancomer en un documento referente a los adeudos de las instituciones bancarias.

Apuntó que una tercera parte de la cartera vencida bancaria se concentra actualmente en sólo tres instituciones, que se encuentran intervenidas por las autoridades luego de que sus accionistas incurrieron en prácticas ilegales.

El monto de los créditos vencidos de Banca Unión ascendió a 15 mil 500 millones de pesos, que representó el 50 por ciento del total de su cartera; Banca Cremi acumula préstamos en mora por 5 mil millones de pesos, el 38 por ciento de su cartera, y Banpaís registra una cartera vencida de 13 mil 800 millones de pesos, el 45 por ciento de su cartera de crédito total.

Agrega que otras tres instituciones con alto deterioro de sus activos concentran otro 20 por ciento de la cartera vencida total, unos 30 mil 79.8 millones de pesos. Estas son: Inverlat, Bancen y Banorie.

De esta forma, el grupo de instituciones bancarias no intervenidas mantiene una cartera vencida por 50 mil millones de pesos, equivalente a 7.4 por ciento de su cartera y a 47 por ciento del total de la cartera vencida del sistema.

Señala que en los últimos tres meses, el crecimiento moderado de la cartera vencida y su estabilidad en términos reales fue posible por las compras de cartera de parte del Fobaproa, que ha adquirido activos de este tipo por 43 mil 802 millones de pesos.

Bancomer indica que la disminución de la cartera vencida será altamente sensible a la reactivación sectorial en segmentos tales como la construcción y el comercio, donde el deterioro de la cartera se relaciona directamente con la contracción de los ingresos, mientras las mayores pérdidas relativas se concentrarán en bienes de consumo y créditos agropecuarios.

La institución deja claro que la reactivación económica no cancelará el deterioro de la cartera de crédito bancaria. Los índices recientes, añade, más que reflejar un deterioro adicional de la cartera de crédito pueden indicar la aplicación de criterios más estrictos de calificación, en previsión de los nuevos criterios contables que comenzarán a regir en enero de 1997.