La Jornada 12 de julio de 1996

Retira Washington la visa a Samper

Afp, Ap, Ansa, Dpa, Efe, Reuter e Ips, Washington, 11 de julio Estados Unidos revocó hoy la visa de ingreso a su territorio al mandatario colombiano Ernesto Samper, y alegó que el financiamiento de dinero del narcotráfico en su campaña electoral ``podría influenciar sus actos como presidente''. Empero subrayó que ``sigue firmemente comprometido a seguir adelante con sus objetivos contra el narco junto con el gobierno de Colombia''.

La decisión fue calificada como ``intervencionista e inaceptable'' por el gobierno de la nación sudamericana, que anunció que Samper viajará a Nueva York en septiembre próximo, para asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas, en donde ``reiterará la urgencia de convocar a la solidaridad internacional para combatir al narcotráfico, un tema que no puede ser tratado unilateralmente''.

En las primeras reacciones en América Latina, Chile calificó como ``grave'' la disposición, Venezuela la lamentó, y el Grupo de Río adelantó que este viernes dará a conocer su ``preocupación e inquietud''.

El anuncio formulado por Washington es el punto culminante de un enfrentamiento entre ambos gobiernos, desde que el presidente Bill Clinton descertificó a Santafé de Bogotá en su lucha contra el narcotráfico, el pasado primero de marzo. Las discrepancias se profundizaron luego de que el Congreso colombiano exoneró a Samper en un proceso en el que se investigó su presunta responsabilidad en el ingreso de dinero del cártel de Cali en su campaña electoral, el pasado 12 de junio, y ante la negativa colombiana a extraditar narcotraficantes a Estados Unidos, ya que la Constitución lo prohíbe.

El vocero del Departamento de Estado, Nicholas Burns, informó que Estados Unidos considera inelegible a Samper para ingresar en su territorio. Dijo que la decisión fue adoptada por el propio Clinton, con la concurrencia del secretario de Estado, Warren Christopher, y los más altos funcionarios del gobierno.

Tras recordar la exoneración de Samper, el Departamento de Estado sostuvo que ``sigue sin resolverse la crisis política en Colombia producto de esos cargos'', y resaltó que ``también siguen sin respuesta las preocupaciones de Estados Unidos y mucho otros en todo el mundo --preocupaciones hechas llegar directamente al presidente Samper en varias ocasiones por funcionarios del gobierno de Estados Unidos de que el flujo de financiamiento manchado de la droga a su campaña podría influenciar sus actos como presidente de Colombia''.

Indicó que la ley ``dispone la inegibilidad de visas cuando hay motivos para creer que el individuo ha ayudado a sabiendas o ha encubierto el tráfico ilegal de narcóticos'', y señaló que la revocación del visado se adoptó en base a ``la información de que dispone''.

Pero aseguró: ``Estados Unidos sigue firmemente comprometido a seguir adelante con sus objetivos contra el narcotráfico junto con el gobierno de Colombia. Son muchas las cosas que pueden hacer los sectores de ley y orden, militares y judiciales del gobierno colombiano''.

Sigue la cooperación

La revocación del visado, resaltó Burns, no implica una ruptura en las relaciones entre Estados Unidos y Colombia. Interrogado sobre si Washington retirará de Santafé de Bogotá a su embajador Myles Frechette, quien el mismo día en que Samper fue exonerado recomendó la cancelación de su visa, Burns respondió: ``No. El embajador Frechette continuará sus gestiones ante los asesores de Samper y con el propio Samper personalmente, Samper es el presidente de Colombia y en tanto sea el presidente de Colombia hablaremos con él''.

Al suspenderle la visa personal, expuso, ``le estamos diciendo a Samper que nos sentimos muy insatisfechos con el grado de cooperación y con su dedicación personal a la lucha contra el tráfico de drogas''.

Señaló que Washington espera reacciones de respaldo del resto el hemisferio, ``ya que los narcóticos están destruyendo muchos otros países y destruyendo las vidas de los jóvenes en todo América Latina''.

Burns soslayó la cuestión de cuál sería la reacción si Samper solicitara autorización para realizar una visita a diplomática en Estados Unidos. ``Yo no veo las circunstancias en las que pudiera venir a Estados Unidos en gestiones oficiales'', dijo. En alusión a que Samper solicite una visa para asistir a la Asamblea General de la ONU, el funcionario afirmó que ``no puedo anticipar en estos momentos cuál sería nuestra posición.. es sabido que ello entraña otras consideraciones''.

El senador ultraconservador Jesse Helms fue uno de los primeros en celebrar la decisión que valoró como ``correcta'', en contraste con el director del centro de estudios liberal Consejo para las Relaciones Hemisféricas, Larry Birns, quien dijo que Washington hace el ridículo al inmiscuirse en asuntos internos de Colombia. ``Quizá ahora el gobierno colombiano tome represalias, anulándole la visa para viajar a Colombia a Clinton debido al (escándalo de) Whitewater''.

Decisión intervencionista

Samper fue sorprendido por el anuncio cuando encabezaba la ceremonia de despedida de la delegación olímpica a Atlanta. ``No importa la incompresión internacional que a veces caracteriza nuestras relaciones con otros países, no importa que tengamos que seguir soportando el estigma de un problema que no es solamente nuestro'', aseveró con tono pausado.

Samper convocó de inmediato a una reunión extraordinaria de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, integrada por los ex presidentes, el canciller y los titulares de las dos Cámaras del Congreso. Poco antes, la nueva canciller, María Emma Mejía, afirmó al tomar posesión del cargo que se enfocaría en normalizar las relaciones entre Estados Unidos y Colombia. ``Tenemos que recuperar un poco la imagen. Soy conciente de las enormes dificultades que atraviesan nuestras relaciones, que no se van a arreglar de la noche a la mañana''.

Aunque los noticieros televisivos locales aseguraron que Samper fue notificado telefónicamente de la revocación de su visado por el embajador Frechette, en Washington, la agencia Ap refirió que el diplomático acudió personalmente al Palacio de Nariño a informar al gobernante de la decisión.

Horas después, Rodrigo Pardo, quien ayer renunció al ministerio del Exterior, leyó un comunicado en el Palacio de Nariño, en el que caracterizó como ``inaceptable'' e ``intervencionista'' el anuncio del Departamento de Estado.

``El gobierno y el pueblo de Colombia se encuentran indignados por este tipo de medidas unilaterales e intervencionistas que desconocen la voluntad de lucha del pueblo colombiano contra el narcotráfico y contra el postulado constitucional según el cual el presidente de la República simboliza la unidad nacional y la soberanía'', sostuvo Pardo.

El gobierno estadunidense, aseveró, desconoce el sistema judicial colombiano ya que ``de manera clara y contundente el presidente de la República fue recientemente exonerado de cualquier cargo en su contra por parte de la Cámara de Representantes, que de acuerdo con la Constitución Nacional es su juez''.

Tras hacer un llamado a la solidaridad internacional para combatir el narcotráfico, y señalar que ``Colombia seguirá librando, sola o acompañada, su decidida lucha contra el narcotráfico sin aceptar ninguna forma de presión extranjera'', Pardo anunció que Samper viajará a ueva York en septiembre próximo para asistir a la Asamblea General de la ONU, en donde se pronunciará sobre el tema.

El ministro del Interior, Horacio Serpa, al criticar la decisión estadunidense cuestionó al vicepresidente Humberto e la calle, quien admitió un serio deterioro en las relaciones con Washington y pidió a altos miembros del gobierno a abstenerse de hacer declaraciones ofensivas a Estados Unidos. El ex presidente Belisario Betancur dijo que lamentaba ``por Samper'' la cancelación de su visado, mientras el líder del opositor Partido Conservador, Jaime Arias y la iniciativa privada externaron por separado su preocupación.