La Jornada 12 de julio de 1996

Como ``organismo de auxilio'', el Ejército puede participar en funciones de seguridad pública, sostiene Ramiro Robledo, subsecretario Gobernación

Salvador Guerrero Chiprés Es legítima la nueva presencia del Ejército Mexicano para contribuir a fortalecer la seguridad pública, consideró el subsecretario de Protección Civil y Readaptación Social de la Secretaría de Gobernación, Juan Ramiro Robledo Ruiz, ya que es, dijo, ``organismo de auxilio''.Informó que la delincuencia en la nación se incrementó en un porcentaje ``ligeramente abajo'' del 15 por ciento.

Aceptó que ``se ha criticado'' la presencia militar en el Consejo de Seguridad Pública, en Chiapas, Guerrero, en la Secretaría de Seguridad Pública o en algunos operativos antinarcóticos.

En la Secretaría de Gobernación, al término de un acto sobre población, el responsable de la coordinación de Comunicación Social, Dionisio Pérez Jácome, señaló que ``no existe contradicción'' entre el punto de vista de la Secretaría de la Defensa Nacional y Gobernación respecto del llamado Ejército Popular Revolucionario, como sostuvo el Frente Amplio para la Construcción del Movimiento de Liberación Nacional: ``ambas dependencias sostienen que es un grupo delictivo, nada más, nada de que son guerrilleros''.

En el Palacio de Minería, Robledo Ruiz recordó que la Suprema Corte, por ejemplo, decidió por unanimidad que la inclusión de los secretarios de la Defensa Nacional y de Marina en el Consejo Nacional de Seguridad Pública ``era perfectamente constitucional''.

``Hay muchas opiniones respetables, de periodistas, políticos, organismos no gubernamentales. Todas son respetables sólo que la única opinión que vale, tratándose de constitucionalidad, legalidad y cuestionamiento para una institución tan importante como son las fuerzas armadas, es la Suprema Corte'', enfatizó el funcionario.

Durante su intervención en la conferencia central del seminario Justicia y sociedad en México, Robledo Ruiz indicó que la globalización de delitos como el tráfico de drogas y los desequilibrios nacionales han ocasionado en México ``un incremento alarmante del delito''.

Mencionó al acelerado cambio tecnológico, el perfeccionamiento de los mecanismos de comunicación e intercambio económico son factores que immpulsan un cambio positivo ``pero también propician el crimen organizado el narcotráfico y la transnacionalización del delito''.

Insistió en aclarar que el Sistema Nacional de Seguridad Pública, al que se agregaron el Ejército Mexicano y la Marina en una coordinación nacional, no es una nueva autoridad sino una instancia de cooperación, ``es una mesa de discusión y de referencia en donde se pueden tomar acuerdos que sirvan para multiplicar recursos y la eficacia de las instituciones de seguridad pública que ya existen''.

Disculpó a la nueva instancia por no generar resultados inmediatos: ``está perfectamente claro que está concebida para que reditúe a mediano plazo''. Uno de los instrumentos será el ``mecanismo de información'' que estaría disponible al finalizar 1996 como un gran banco de datos utilizables en una red nacional, y el otro es la profesionalización de los cuerpos policiacos del país; además, dijo, existe disposición de ``depurar cuerpos policiacos''.