La Jornada 10 de julio de 1996

Posada, artista desmitificado e inserto en la modernidad técnica

Merry Mac Masters Un José Guadalupe Posada nuevo, desmitificado, inserto en la modernidad técnica, incluso poseedor de un dibujo abiertamente sofisticado, es lo que pretende mostrar la exposición Posada y la prensa ilustrada: signos de modernización y resistencias, donde confluyen varias inquietudes. Si ya había personas interesadas en buscar nuevos ángulos para estudiar la obra del grabador hidrocálido considerado un genio antiporfirista y ligado al pueblo como fuente de inspiración, el elemento detonador fue una ponencia presentada por el maestro e investigador de la University College de Londres, Thomas Gretton, en el Coloquio Internacional de Historia del Arte, celebrado en Zacatecas en 1993.

Al decir del historiador del arte Fausto Ramírez, las investigaciones de Gretton fueron cruciales porque ``nos han obligado a ver a un Posada mucho más inmerso en la problemática que conllevaba la modernidad, tanto a nivel técnico como de expresión''. En conferencia de prensa ayer, Ramírez, uno de los cuatro curadores de la muestra de 197 piezas por inaugurarse mañana jueves, en el Museo Nacional de Arte (Munal), dijo que Gretton convirtió la determinación de las características técnicas de la obra de Posada en un problema aún más complejo. La obra de Posada (1852-1913) comienza un poco después del apogeo de la prensa artesanal, ilustrada con litografía, y termina, el año de su muerte, en el momento en que la prensa está completamente industrializada. En ese lapso ocurren cambios técnicos y expresivos de los cuales Posada es ``uno de sus principales protagonistas'', continuó Ramírez.

Por otro lado, Gretton marcó la importancia que tuvieron para Posada los modelos cultos lo cual desmitifica la idea de un grabador surgido de la nada, sin una información visual adecuada con lo que se jugó durante mucho tiempo la historiografía posrevolucionaria. El asesor académico del Munal indicó otro problema relacionado con Posada: la presentación de un artista limpio de polvo y paja, en el que la elasticidad de la imagen se ha descontextualizado, separándose de los textos que solían acompañarle, y de la composición tipográfica de la cual formaba parte. Posada y la prensa ilustrada..., entonces, pretende recuperar la totalización de la visión del grabador, publicándolo en el contexto de la página tipográfica, de los textos mismos.

Renato González Mello, también curador de la muestra, dijo al respecto: ``Durante muchos años, a partir de la década de los veinte, los artistas mexicanos, los muralistas y los grabadores del Taller de Gráfica Popular, quisieron imaginar a Posada como un artista anterior a la modernidad técnica y opuesto al arte industrial que se suponía vulgar y de mala calidad. Un artista que con un instrumento cortante grababa sus planchas de zinc. Esto tiene que ver con ideas del romanticismo. Gretton mostró que Posada utilizó y dependió de métodos fotomecánicos para producir sus dibujos''. Otro aspecto que cambió nuestro punto de vista, continuó el investigador, fue la participación de Posada en revistas ilustradas. Se desmoronó la idea de que Posada había sido empleado principalmente de Antonio Vanegas Arroyo. También trabajó con Irineo Paz y una gama amplia de publicaciones, pero en medio había caricatura política y un dibujo abiertamente sofisticado que ocultaba menos sus fuentes de inspiración en el arte universal de prestigio.

Por su parte, Ricardo Pérez Escamilla, último curador de la muestra, dijo que para el apartado ``El imaginario de Posada: modelo, tema y personaje'', buscó al Posada en la calle: en esa reconstrucción de su vida se impuso la importancia del pulque que ``exacerbaba los sentidos y la imaginación''.

Graciela Reyes Retana, directora del Munal, apuntó que la muestra no pretende ser una retrospectiva totalizadora sino un estudio profundo de ciertas aspectos de este artista que facultan la interpretación de su obra. Dijo que el cuerpo curatorial, también integrado por Gretton, tuvo que dar sentido a casi 200 periódicos comerciales, revistas literarias, hojas volantes, reproducciones fotográficas, reimpresiones y planchas de impresión, para reinterpretar el quehacer de Posada.