La Jornada 10 de julio de 1996

DESALOJO VIOLENTO

Ap, Afp, Ansa y Efe, Buenos Aires, 9 de julio Integrantes del grupo humanitario de Madres de Plaza de Mayo fueron desalojadas esta madrugada ``a empujones y a patadas'' de la catedral de Buenos Aires, donde horas más tarde el presidente argentino, Carlos Menem, y las más altas autoridades gubernamentales y militares asistieron a la celebración de una misa por el día de la independencia.

Durante el solemne Te Deum, el obispo Héctor Aguier advirtió que el país ``puede llegar a disolverse, a disgregarse en tribus ideológicas o grupos económicos'' si prevalecen los intereses particulares sobre el bien común. También alertó sobre el peligro de que el país ``se reduzca a ser un mero conglomerado de intereses materiales, porque esa condición merecería el nombre de factoría''.

``El evangelio se pregunta de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida, qué beneficio podría reportarle a la nación exhibir altos coeficientes económicos si perdiera su alma'', dijo Aguier.

La Iglesia católica argentina ha criticado duramente el plan económico de corte neoliberal en vigencia, que redujo la inflación a cero en el último año, pero al precio de un índice histórico de desempleo de más de 17 por ciento y una profunda recesión.

La ceremonia religiosa se realizó en medio de un fuerte operativo de seguridad, tras el desalojo policial de trece Madres de Plaza de Mayo que, encabezadas por su presidenta Hebe de Bonafini, se habían instalado anoche en la catedral en reclamo de ``trabajo digno para todos'', para protestar contra las ``limosnas de funcionarios corruptos'', y para participar hoy del Te Deum.

Bonafini, quien encabeza la línea más radical de la agrupación, denunció este mediodía que primero fueron ``encerradas'' dentro del templo, donde ningún religioso se les acercó y eran vigiladas por ``unos cien policías''.

``El comisario vino a decirnos que nos teníamos que ir, y después de patearnos nos decían 'abuelita''', dijo Bonafini al relatar el desalojo, ordenado por un juez que actuó por una denuncia por ``violación de domicilio'' efectuada por el rector de la catedral, el sacerdote Ernesto May.

Las mujeres fueron retiradas ``a empujones y patadas'' y al menos tres sufrieron heridas leves por las cuales debieron ser trasladadas en ambulancia a un hospital, dijo Bonafini, aunque una versión oficial sostuvo que fueron retiradas en ambulancia por tener una crisis nerviosa.

Madres de Plaza de Mayo nació en 1977, en plena dictadura militar, para reclamar la aparición con vida de sus hijos y familiares detenidos y luego desaparecidos, y desde entonces efectúan todos los jueves una ronda frente a la casa de gobierno con un pañuelo blanco en la cabeza para exigir ``juicio y castigo a los culpables''.

En otro orden, el juez que investiga el ataque a balazos contra la casa del senador Eduardo Menem, hermano del mandatario peronista, atribuyó a ``los buenos deseos y al entusiasmo policial'' la versión de que dos sospechosos estarían identificados. ``Una cosa es que tengamos un identikit de los atacantes y otra muy diferente es que los tengamos identificados o cercados, en este sentido yo no sería tan optimista'', dijo el juez Francisco Trovato, quien insistió en el móvil del robo para explicar el ataque.

Pero el senador Menem puso en entredicho la hipótesis delictiva al puntualizar que ``no se llevaron nada y no se encuentran los vehículos que usaron, cosa habitual cuando se trata de un asalto''