La Jornada 10 de julio de 1996

Helms: hipócrita oposición de México, Canadá y la UE a mi ley

Afp, Reuter, Efe y Ansa, Washington, 9 de julio El senador republicano Jesse Helms instó hoy al presidente Bill Clinton a aplicar una de las disposiciones más polémicas de la legislación estadunidense contra la inversión extranjera en Cuba, al tiempo que calificó como ``hipócritas'' a Canadá, México y la Unión Europea por manifestarse contra la llamada ley Helms-Burton.

``Insto enfáticamente al presidente a poner en vigencia el título III el primero de agosto'', dijo el coautor de la ley durante una conferencia en la Universidad Regent, al referirse al capítulo que autoriza a introducir demandas contra firmas extranjeras que ``trafiquen'' con propiedades confiscadas en la isla a estadunidenses, o cubanos nacionalizados estadunidenses, tras el triunfo de la revolución en 1959.

``(Fidel) Castro está llevando a cabo una liquidación de propiedades robadas para mantener su régimen a flote'', aseguró Helms, cuando faltan sólo siete días para que se cumpla el plazo en que Clinton debe pronunciarse sobre la puesta en práctica del título III.

De acuerdo con la Helms-Burton, promulgada en marzo pasado luego de que cazas cubanos derribaron en febrero dos avionetas estadunidenses de un grupo anticastrista, Clinton puede suspender por seis meses la entrada en vigencia del título III por razones de seguridad nacional o para facilitar una transacción democrática en Cuba.

En caso de postergar su entrada en vigor, advierten analistas políticos, Clinton correría el riesgo del ``castigo en las urnas'' en Florida y Nueva Jersey, dos estados claves para las presidenciales de noviembre con una gran comunidad de origen cubano. Pero si la ejecuta a partir de agosto, el mandatario demócrata podría intensificar las críticas internacionales que consideran a la ley como una violación al comercio internacional y una medida extraterritorial.

En la misma conferencia, el representante de origen cubano Lincoln Díaz Balart, republicano por Florida, advirtió que si Clinton suspende el título III se convertirá en un ``blanco fácil'' para los ataques de su contrincante republicano, el ex senador Bob Dole.

Al atacar a la oposición extranjera a su ley, Helms mencionó especialmente a México, Canadá y la Unión Europea, así como a la Organización de Estados Americanos (OEA) por sus críticas al refuerzo del bloqueo de más de tres décadas contra Cuba.

``Es doloroso notar la hipocresía de esos países. Después de todo, Estados Unidos rescató a cada uno de ellos de la tiranía en un momento u otro de la historia. Y éste es el agradecimiento que recibimos. Cuando es su turno de ayudar al pueblo cubano, dan la espalda y salen a bailar con Fidel Castro'', se quejó. ``¿Por que no les gusta la ley?'' -se preguntó- ``La respuesta es clara. Cuba, con sus trabajadores esclavos, es un paraíso para los inversiones de quienes tampoco tienen ninguna conducta moral''.

Ante la proximidad de la decisión presidencial sobre el título III, se han intensificado en Washington las presiones de los sectores anticastristas para la su inmediata aplicación.

Destino incierto El Departamento de Estado, en tanto, informó hoy que aún no ha resuelto que acción tomará en el caso del militar cubano que el domingo pasado secuestró a punta de pistola un avión de pasajeros y lo hizo aterrizar en la base naval estadunidense de Guantánamo. ``Aún no hemos tomado una decisión. Estamos considerando nuestras opciones, basados en parte en lo que él nos ha dicho'' , manifestó el portavoz Nicholas Burns.

El militar, identificado como el teniente coronel José Fernández Pupo, continúa detenido en la base de Guantánamo, al oriente de Cuba, donde es interrogado por agentes del Departamento de Justicia y el Servicio de Inmigración y Naturalización.

El vocero sostuvo que el interés del gobierno en conocer todas las circunstancias alrededor del secuestro no significa ``que tengamos mucha simpatía por él'', y recordó que Washington condenó enérgicamente el acto de piratería aérea Sin embargo, Burns no ofreció respuesta directa a la demanda cubana de que Fernández Pupo sea deportado a Cuba, en base a los acuerdos migratorios bilaterales que pusieron fin a la crisis de los balseros con la decisión de repatriar a quienes salgan de forma ilegal de la isla, y se limitó a decir que el caso será resuelto ``de acuerdo a la ley estadunidense''.

Washington, según analistas, tiene tres opciones: repatriar al secuestrador, procesarlo y juzgarlo por piratería aérea o darle asilo político, pero fuentes gubernamentales adelantaron que la primera opción es ``improbable'', ya que sería muy mal recibida por la influyente comunidad cubana de Miami.

``Clinton está pensando en mandarlo de vuelta para que sea fusilado. Si lo hace va a causar una controversia nacional'', advirtió Díaz Balart, mientras la anticastrista Fundación Nacional Cubano Americana dijo que un comunicado que ``el retorno del teniente coronel a Cuba equivale a una sentencia de muerte''.