La Jornada 2 de julio de 1996

Prioridad de la política económica el empleo, no la inflación: Ortiz

El secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, sostuvo que el objetivo primordial de la política económica no es reducir la inflación a sólo un dígito anual, porque se retardaría el crecimiento del país, la creación de empleos y la estabilidad financiera.

``Si bien todos coincidimos en que la inflación debe disminuir, creo que también es cierto que este no es el objetivo fundamental hoy en la política económica, sino que lo son el crecimiento y los empleos. Para ello es necesario crear las condiciones de estabilidad a fin de que este crecimiento y estos empleos se den, y por ello bajar la inflación. Pero la inflación es un objetivo supeditado al crecimiento económico'', afirmó el funcionario.

Ortiz Martínez participó ayer en un debate radiofónico sobre el modelo económico del país, donde insistió en que el rumbo adoptado por el actual gobierno permitirá en unos años más lograr crecimientos superiores al 5 por ciento anual.

También planteó que en los actuales momentos es muy poca la posibilidad de que el gobierno federal pueda establecer programas de apoyo fiscal a las empresas privadas, debido al riesgo de desequilibrio que esta medida implica para las finanzas públicas. Difícilmente pueden sacrificarse los ingresos del gobierno federal si no se abren nuevas fuentes de recursos, dijo.

El titular de Hacienda afirmó que la inflación ``está bajo control'', e indicó que se continuará reduciendo ``de acuerdo con los tiempos y ritmos necesarios''.

``Debemos llegar a una inflación lo más baja que podamos, pero eso no quiere decir que sea el año que entra. Vamos a llegar a una inflación de un dígito, pero aquí el punto son los ritmos, y no creo que sea indispensable proponernos para 1997 llegar a 5 por ciento porque bajarla de los ritmos que hoy traemos a un solo dígito el año entrante, probablemente implique una política demasiado apretada que impida al país crecer al ritmo que podría crecer, y generar los empleos suficientes. Esto no quiere decir que no vamos a seguir combatiendo la inflación'', explicó, pero insistió en que ``la inflación no es un objetivo en sí mismo''.

Dijo que el gobierno no ha cambiado su meta de que la inflación para este año sea del 20 por ciento, pero en años anteriores para bajarla rápidamente se ancló a la política cambiaria y eso, a su vez, originó una ``apreciación excesiva'' del tipo de cambio que produjo problemas de cuenta corriente.

Ante un comentario sobre la posibilidad de recurrir al financiamiento externo para impulsar la creación de empleos, Ortiz Martínez rechazó continuar aumentando la deuda pública. Aunque señaló que ``es manejable'' por su proporción del Producto Interno Bruto (PIB), no es posible elevar el déficit gubernamental --a menos que sea muy pequeño-- sin aumentar la deuda pública.

``Si salimos con presupuestos deficitarios, a menos que esto sea algo muy pequeño y muy bien explicado, es probable que se nos revierta y el hecho de que tengamos un déficit moderado se puede malinterpretar como un relajamiento de la política fiscal; y si algo hemos conseguido en estos meses es un poco más de credibilidad sobre la forma en que se han administrado las finanzas públicas y la política monetaria'', precisó.