La Jornada 2 de julio de 1996

Rechaza el FAC-MLN cualquier relación con el EPR

Rosa Icela Rodríguez El Frente Amplio para la Construcción del Movimiento de Liberación Nacional FAC-MLN no tenía conocimiento de un grupo armado en Guerrero y es el más perjudicado al pretender vincularlo con la aparición del autollamado Ejército Popular Revolucionario (EPR), manifestaron dirigentes nacionales de esa organización al precisar que su lucha por la transición a la democracia ``es pública, pacífica, apegada a la Constitución y a la legalidad''. El dirigente Benito Mirón Lince invitó a las organizaciones políticas y sociales del país ``a no caer en los juegos sucios del gobierno que puede aprovechar manejando las intrigas y las calumnias a efecto de dañar el movimiento rumbo a la unidad de las fuerzas sociales y políticas''.

Al opinar sobre el grupo armado, aseveró: ``Somos respetuosos, no juzgamos, ni criticamos ni nos metemos en los métodos que cada organización decida, pero la nuestra la dejamos muy clara: buscar la unidad mediante la organización y caminar por las vías constitucionales para hacer valer la voluntad del pueblo de México''. Mirón Lince, Cecilia Corona, la diputada Carlota Botey y David Villarruel, dirigentes de la coordinación nacional del FAC-MLN, en una entrevista colectiva manifestaron su preocupación ``por la militarización y la forma en que se ha manejado la información para involucrar'' a su organización.

Por esa razón hicieron un llamado a todas las organizaciones fraternas sociales y políticas a tener presente el trabajo para lograr la unidad que es la única vía posible para tener una alternativa distinta a la que presenta el neoliberalismo zedillista. Por ello pidieron a ``todas las organizaciones con las que hemos estado platicando a que no se den lecturas equivocadas, porque en primer lugar las padecen los dirigentes del FAC-MLN''.

Denunciaron amenazas telefónicas contra miembros de la dirección nacional pretendiendo implicarlos en situaciones que les competen y demandaron garantías para la seguridad de los integrantes del FAC-MLN de Guerrero, especialmente de Benigno Guzmán.

Respecto a la situación actual, justificaron que ``hay un campo fértil en el país para que se desarrollen todas las formas de lucha, porque el culpable es este sistema político opresor que tiene en la mas grande miseria al pueblo, ese es el verdadero culpable de cualquier grupo''.

Sobre el porqué no se presentaron en el acto de conmemoración por la matanza de Aguas Blancas, Mirón Lince, también dirigente del Movimiento Proletario Independiente (MPI), explicó que en los momentos en que hizo su irrupción el grupo armado, él encabezaba una delegación que se encontraba ``precisamente con el procurador del estado, estudiando los expedientes en relación a los cinco presos políticos del FAC-MLN que están detenidos en la cárcel de Chilpancingo''. Comentó que en esa delegación estuvieron también la diputada Carlota Botey, Jorge García Ramírez y Cecilia Corona ``y salimos ya noche de las oficinas de la Procuraduría, no sabíamos nada de lo ocurrido en Aguas Blancas''.

Aclaró que ese día también otros dirigentes nacionales del FAC-MLN tomaron las instalaciones de la representación del gobierno de Guerrero en el Distrito Federal; otros más estaban en otras comisiones, pero ``algunos más sí estaban en el vado de Aguas Blancas'', incluso dijo que Lilia Vázquez fue la oradora en el acto; Daniel Sandoval y algunos representantes de otros estados.

Sobre las críticas que les hizo Cuauhtémoc Cárdenas, la dirigente del Partido Socialdemócrata, Cecilia Corona, comentó que ``él no tenía conocimiento de que los dirigentes nacionales fueran a estar presentes. El recibió una invitación formal por parte del FAC-MLN de Guerrero y nosotros asumimos la tarea de lograr la liberación de los presos políticos, yo me tuve que regresar para estar al frente del plantón en la Casa de Gobierno en Arquímides 49''. Consideró que Cárdenas está en lo correcto de demandar que el FAC-MLN fije su posición y que en breve solicitarán una entrevista con él.

La diputada independiente Carlota Botey opinó que es ``muy descabellado poder señalar, con la información actual hasta el momento, si la miseria y la opresión ayudó a formar un grupo armado o que sea algún otro tipo de movimiento''. Agregó que de una u otra forma es preocupante; ``lo que se viene es una represión a las comunidades de niños y mujeres por la presencia del Ejército, y a los dirigentes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur como es Benigno Guzmán''.

En su turno, David Villarruel, del SITUAM, hizo énfasis en lo contraproducente que resulta que la matanza de 17 campesinos en Aguas Blancas quede relegado por los supuestos vínculos que se hace de la OCSS y se está ante la situación de que los problemas se incrementan por la militarización del país. Ahora, dijo, ``todo se puede creer, lo mismo pueden ser judiciales que un grupo del pueblo. Nosotros no teníamos conocimiento de la aparición del EPR, y estamos ante el peligro de que nos hagan aparecer como delincuentes y somos dirigentes sociales, porque se intenta reprimir a los que buscan la unidad que muchos no han logrado''.

Al rechazar toda forma de militarización de la sociedad, ``estamos en contra de todos los ejércitos, sean de donde sean''.

Después se les preguntó sobre los organizadores del acto que portaban ``cachuchas amarillas'' y que según los periódicos cubrieron la entrada y retirada del EPR. Al respecto indicaron que ``en todo evento tiene que haber una organización y gentes que se encargan de proteger la entrada y la salida de quien fuera, de las personalidades que llegaban ahí, pero no es nada anormal y que premeditadamente se descarta que tuviéramos conocimiento del EPR. No hay ningún vínculo o mucho menos que se tuviera conocimiento de que fueran a llegar''.

Pidieron entender que ``el hecho no estaba en el programa y que se sorprendieron los compañeros, no se estaba en condiciones de hacer nada, simplemente presenciar el acto. Si se alteró el acto de cómo estaba planeado, a nosotros sí nos pone en una situación delicada, somos los más directamente afectados por la represión que se puede venir''.

La OCSS también se deslinda La Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) ``no tiene nada que ver'' con el EPR, ``no sabíamos de su existencia, ni siquiera habíamos escuchado rumores acerca de él, pero coincidimos en sus demandas aunque nuestros medios para tratar de satisfacerlas sean diferentes'', dijo en llamada a La Jornada Benigno Guzmán, dirigente de esa organización.

Aseguró que el 28 de junio, cuando los miembros del EPR se presentaron en el vado de Aguas Blancas mientras se conmemoraba el primer aniversario de la matanza de 17 campesinos en ese sitio, ellos ``fueron los primeros sorprendidos, pero qué podíamos hacer...? ``Guzmán refirió que no había hecho público su rechazo a las vinculaciones que el gobierno hace entre la OCSS y el EPR porque ``estaba enfermo'' y hasta hoy salió de su casa, y no porque sea alguien que se mueva en ``la clandestinidad, como lo dicen algunos medios periodísticos''.