En Bachajón, marcha de PRI, PRD y PAN y organizaciones sociales para exigir la expulsión de los Chinchulines
Juan Balboa, corresponsal, Bachajón, Chis., 1 de julio Frente a la iglesia ubicada en la línea que dividía a los dos barrios más importantes de este poblado, donde se desató la violencia el 5 de mayo, y ante unos seis mil indígenas tzeltales de 400 comunidades como testigos, las principales autoridades de San Jerónimo y San Sebastián sellaron con un apretón de manos un pacto por la paz, la reconciliación y la unidad.
Militantes de los principales partidos políticos en el estado (PRI, PRD y PAN), simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), sectores priístas (CTM y CROM), organizaciones indígenas y campesinas independientes, representantes de la Iglesia católica y de otras denominaciones y desplazados marcharon este lunes para demandar la expulsión del grupo paramilitar los Chinchulines.
Rodeado de simpatizantes, representantes de los ejidos
San Gerónimo y San Sebastián se esterchan las manos.
Foto: Duilio Rodríguez
La primera de dos nutridas marchas comenzó en la cabecera municipal de Chilón, y la segunda en el entronque de dos caminos conocido como Temó; ambas se encontraron frente a la vieja iglesia de Bachajón, entre un ensordecedor vocerío y decenas de pancartas que exigían la reinstalación del ayuntamiento democrático perredista de Chilón.
A las 12:30 horas de este lunes, los comisariados ejidales de San Jerónimo y San Sebastián, Miguel Gutiérrez Gómez y Jacinto Alvaro Demeza, respectivamente, se estrecharon las manos, se abrazaron y levantaron el brazo en señal de victoria, con lo que pusieron fin a más de diez años de enfrentamientos. Pero sobre todo, dejaron en condición de minoría a los Chinchulines. ``Somos los representantes del pueblo tzeltal, de los ejidos y de las más de 400 comunidades del municipio de Chilón, del ayuntamiento del pueblo y de los desplazados de Bachajón por la violencia paramilitar'', aseguró en su lengua materna el indígena Miguel Gutiérrez, comisariado ejidal de San Jerónimo Bachajón, poblado que estuvo controlado durante una década por el grupo priísta también conocido como Frente Cívico Luis Donaldo Colosio.
El joven comisariado ejidal de San Sebastián Bachajón, Jacinto Alvarado Demeza, repudió a su vez las acciones de los Chinchulines y pidió ``a todos aquellos que estén de acuerdo con el presidente municipal Manuel Gómez Moreno'' que levantaran la mano para pedir al Congreso y al gobierno del estado la reinstalación del edil.
``Hace dos meses fuimos víctimas de la represión paramilitar de los Chinchulines y los poderosos no han querido escuchar nuestra voz, por eso hoy marchamos unidos'', coincidieron las dos autoridades, quienes pidieron la cancelación de las órdenes de aprehensión en contra de ``personas acusadas injustamente'' y la libertad de cuatro indígenas detenidos.
En mayo, la Comisión Plural de la 59 Legislatura local, integrada por cuatro partidos políticos, sugirió que el presidente municipal perredista de Chilón, Manuel Gómez Moreno, no volviera a la alcaldía porque sobre él pesan amenazas de muerte de parte de los Chinchulines.Gómez Moreno permanece refugiado en Tuxtla Gutiérrez. Este lunes demandó al Congreso y el gobierno del estado una solución inmediata para que el ayuntamiento que preside regrese a sus labores en el palacio municipal.