La Jornada 28 de junio de 1996

Zedillo: México está harto de la corrupción

Roberto Garduño Espinosa, enviado, Coacalco, Mex., 27 de junio En una nueva gira por el estado de México, el presidente Ernesto Zedillo afirmó ayer: ``¡El rostro de México no es el rostro de los que nos escandalizan, de los que nos avergüenzan, de los que no han sabido cumplirle a México. El verdadero rostro de México, la cara que más vale y representa no es otra sino la de su pueblo!''.

Ante miles de mujeres y hombres que habitan en las áreas más pobres de la zona conurbada mexiquense, el mandatario se comprometió a seguir una política de honradez que sirva al pueblo y no se sirva de él.


Ernesto Zedillo, Francisco Labastida, Arturo Warman y
Beatriz Paredes, durante la gira de trabajo que el Presidente
realizó por varios municipios del estado de México.

``¡Porque los mexicanos ya estamos hartos de la corrupción. Los mexicanos ya estamos hartos de funcionarios que pensaron que por llegar a tener responsabilidad pública, eso les daba el derecho de apropiarse de los recursos del pueblo!''.

Fue la séptima gira de trabajo por esta entidad, en la que el Ejecutivo federal definió de dónde proviene el apoyo político que requiere su mandato:

``Algunas veces me preguntan en qué grupo político me apoyo para proponer y llevar a cabo la transformación de nuestro país, y yo les respondo: ¡me apoyo y me sustento en el grupo político más importante, en el grupo político más poderoso, en el grupo político más legítimo, en el único grupo político que cuenta para mí: ese grupo es el pueblo de México!''.

Los de ayer fueron cuatro encuentros multitudinarios en la región norte del estado de México. Cuatro actos en los que el Presidente recordó que las autoridades tienen la obligación de rendir cuentas al pueblo ``para escuchar de ustedes, si vamos bien o vamos mal, si debemos rectificar''.

Al arribo a las instalaciones del distribuidor de agua Barrientos-Coacalco, Ernesto Zedillo se encaminó más de doscientos metros estrechando las manos de los mexiquenses, que lo esperaban con más de dos horas de antelación. Mujeres y hombres se desbordaron con la intención de saludar al mandatario y el equipo de seguridad formó rápidamente un círculo para protegerlo. El general Roberto Miranda, jefe del Estado Mayor Presidencial, nervioso multiplicaba sus órdenes. La logística falló.

De un grupo de porristas salió la señora Ofelia Ocampo, que en un inesperado movimiento se sujetó de los brazos del presidente Zedillo; el general Miranda intentó desprenderla, pero el mandatario le ordenó que dejara hablar a la mujer.

-Señor presidente, un grupo de narcotraficantes me tiene amenazada, quieren que yo les distribuya la droga -le dijo muy cerca del oído.

-Envíeme una carta a la Presidencia para que me explique todo -fue la respuesta.

En medio de la multitud formada por hombres, mujeres, niños y ancianos, con mucho esfuerzo y entre empellones siguió caminando la comitiva. Por fin el presidente Zedillo llegó hasta el templete y comenzaron las ruidosas porras: ¡Zedillo, Coacalco está contigo... !, y ¡duro, duro, duro... !

Entre esa efusividad inició el discurso presidencial en que se negó que el rostro de México sea el de los que ``nos escandalizan, de los que nos avergüenzan; por el contrario, el verdadero rostro de México, la cara que más vale y representa a nuestro país, no es otra sino la de su pueblo: es el rostro de ustedes, es el rostro de los que luchan y trabajan todos los días para darle dignidad a su familia''.

Elevando el tono de la voz, Ernesto Zedillo advirtió:

``¡Se equivocan quienes piensan que el poder es la palanca que nos atrae hacia el gobierno o hacia el mando; la motivación del gobernante, la profunda razón del gobernante no debe ser otra sino la de servir al pueblo; escuchar al pueblo, pero también rendirle cuentas la pueblo!''.

Cuentas claras

Después de un sobrevuelo en helicóptero, el Presidente llegó a Ecatepec, donde señaló que la economía en crecimiento es el fin último del propósito fundamental, que es alcanzar la justicia social que demanda el pueblo de México.

Aclaró que las obras no son obras del gobierno, que éstas son del pueblo, ``¡porque el dinero que pagó el gobierno no es del gobierno, es dinero de ustedes!''.

En un gran terreno baldío acondicionado como plaza pública donde se congregaron más de 10 mil personas, el Ejecutivo federal enfatizó la voluntad de combatir la corrupción a la hora del manejo del dinero del pueblo por parte de los funcionarios que se sirven de él. ``¡No se vale que los recursos públicos se desvíen. Los recursos públicos son del pueblo y al pueblo se le rinden cuentas claras!''.

Porque los mexicanos, dijo, ``ya están cansados de la corrupción, el mandato popular no es para servirse del pueblo, el mandato popular es para servir al pueblo''.

Y siguió: ``¡Por eso, no nos detendremos en la transformación que hemos emprendido, es una transformación para la democracia, y democracia no es otra cosa sino la de obedecer el mandato mayoritario; es una transformación para la justicia, y al ser una transformación para la justicia es una transformación para la honradez, para la decencia, para darle y rendirle siempre cuentas al pueblo, y si no, estar dispuestos a recibir el propio castigo del pueblo!''.

Después de inaugurar la ampliación de la Planta Siderúrgica Tultitlán, el Presidente entregó en San Felipe 12 escrituras de casas habitación de un total de 9 mil 183. Después se trasladó a Tecamac, donde entregó a campesinos siete llaves de igual número de bodegas de Almacenes Nacionales de Depósito, lo mismo que diez cheques de recursos de Alianza para el Campo.

En Tultitlán, el gobernador del estado de México, César Camacho Quiroz, advirtió que el gobierno ``debe alejarse de una vez por todas de esa actitud protagónica'' que en su momento provocó desaliento y minó la viabilidad de numerosos proyectos productivos.

El mandatario estatal destacó que el único papel que le corresponde a las autoridades es ``estrictamente'' regular y promover el crecimiento de la industria nacional.

Por la tarde, en Toluca, Ernesto Zedillo clausuró el Séptimo Foro Permanente de Legisladores Latinoamericanos de Comisiones de Transporte e inauguró la clínica dental de posgrado de la Facultad de Odontología de la Universidad Autónoma del Estado de México.