Ajustes legales para endurecer los castigos a encarecedores: Profeco
Patricia Muñoz Ríos La Ley Federal del Consumidor será objeto de ``contundentes y profundos'' cambios que ampliarán las sanciones contra los comerciantes y prestadores de servicios que cometan abusos, dará mayores atribuciones a las autoridades contra actos ilícitos en la materia y abrirá su ámbito de actuación en rubros ahora vedados.
En entrevista el procurador federal del Consumidor, Fernando Lerdo de Tejada, adelantó el anuncio de las modificaciones a la ley y dijo que este paquete de medidas se entregó ya a la Dirección Jurídica de la Presidencia de la República para su análisis y estudio, ya obtuvo el visto bueno y está en espera de ingresar al Congreso legislativo para su aprobación.
El funcionario informó que entre otros aspectos se prevé la modificación del esquema de sanciones y castigos que actualmente se tiene, tanto en lo que se refiere a la penalidad de los actos como en la forma en que se aplican.
Lerdo de Tejada puso dos ejemplos en este sentido: el primero se refiere a las clausuras e imposición de sellos por parte de la Procuraduría, donde actualmente si un comerciante incumple con esta sanción se le imponen ``trabajos a la comunidad, aspecto que aquí no se cumple, lo cual se traduce en una no sanción''.
Por ello, dentro de las modificaciones a la ley se contemplan sanciones contra quienes violen los sellos de clausura y quienes desconozcan las sanciones de la Profeco, explicó.
El segundo ejemplo referido por el funcionario, señala que la Suprema Corte de Justicia considera ahora que la Profeco es ``juez'' al determinar que se deben establecer sanciones y ``parte'' al aplicar los cierres o multas, por lo que se planteó una reforma legal para resolver esta situación a fin de que quienes cometen abusos no evadan la justicia amparados en recovecos legales.
Dijo que dentro de los cambios, también se tomaron disposiciones para elevar las multas, que en algunos casos son muy bajas, por lo que no representan una sanción importante. Además, se sanciona en materia de publicidad, lo que hasta ahora no preveía la ley, y se da autoridad a la Procuraduría para que pueda intervenir en la aplicación de tasas de interés en contratos, por ejemplo.
Sin embargo, sostuvo que ``con modificaciones a la ley o sin ellas, tenemos que cumplirle a los consumidores y garantizarles mejores esquemas de comercialización en su compra, aunque por supuesto que los cambios nos ayudarían mucho''.
En otra parte de la entrevista, se le preguntó si la eliminación del control de precios no dejó indefensos a los consumidores contra los abusos, a lo que respondió con un tajante ``no'' y apuntó que el control no es la mejor fórmula de defensa de los intereses de los consumidores, como tampoco es lo que evitará las distorsiones en el mercado.
Ello -agregó- no quiere decir que no deban existir una serie de productos a precios máximos o controlados, pero fuera de éstos el control de precios ha demostrado su inviabilidad, porque a la larga provoca escasez de los productos.
Al insistirle respecto a si la Profeco no quedó atada de manos contra los abusos de precios y la distorsión de los mismos, el procurador comentó que lo importante es que el consumidor tenga información suficiente sobre precios, que sepa cuáles son los niveles básicos de éstos, de lo contrario ``sí se encuentra en una situación digamos de indefensión''.
-La mayor parte de la población no tiene acceso a esa información...
-Las industrias son las primeras en analizar los precios de la competencia para establecer los propios. Además, la Profeco tiene autoridad para evitar todas las prácticas irregulares de comercio como condicionamientos, especulaciones e incrementos irregulares o extraordinarios, vigilancia de instrumentos de medir y pesar, etcétera.
``La actual ley sí le da elementos en casos de encarecimientos ilícitos, pero eso está lejos de decir que todos los precios deben ser regulados. Sobre todo se ha fortalecido la actuación de la Profeco en la vigilancia de los contenidos, porque se encontraron serias diferencias entre lo que los consumidores pagan y lo que se les entrega de gasolina y gas, por ejemplo. En este último caso se detectó que en las zonas más pobres es donde se encuentran los mayores faltantes en la entrega de gas, por lo que el abuso comercial lacera más, de ahí que este programa se continuará y ampliará a otras áreas de consumo de productos básicos''.
Otro ejemplo de ello, dijo, son las gasolineras donde el problema se ha reducido ``muchísimo'' porque los dueños de las mismas ``vieron que íbamos en serio y que quienes estuviesen burlando la confianza de los consumidores iban a tener una sanción importante y decidieron quitar los mecanismos y artefactos que tenían''.
La Profeco tiene un horizonte de acción amplio ``que no se reduce nada más a los precios, va más a allá'', añadió Lerdo de Tejada y expuso que además el consumidor mexicano ha cambiado su actitud pues se ha vuelto más analítico y exigente, y en unos cuantos meses, cuando ``la crisis sea algo del pasado, el cambio en las conductas y actitudes de los consumidores van a permanecer y habrá desaparecido el derroche que se vivió en otras épocas''.