Durante el sexenio salinista el tráfico de drogas fue la actividad de mayor relevancia en el país: utilidades de 30 mil millones de dólares al año
Juan Antonio Zúñiga M. Constituida en la actividad económica de mayor relevancia del país, el ingreso bruto percibido por los narcotraficantes que operan en el territorio nacional asciende a 30 mil millones de dólares al año, según estimaciones elaboradas por la Procuraduría General de la República, con las que coinciden también informes del Departamento de Estado y de la Agencia estadunidense contra el Narcotráfico (DEA).
De acuerdo a esas estimaciones, el grado de rentabilidad alcanzado por el narcotráfico durante el gobierno de Carlos Salinas no tiene similar con ninguna de las ramas de actividad de la economía formal. Esa cantidad fue 145 por ciento superior a los ingresos percibidos por la exportación total de mercancías efectuada en 1995; rebasó en 169 por ciento al pago de las importaciones realizadas y fue mayor en más de 6 mil 600 millones de dólares al intercambio comercial de ida y vuelta llevado a cabo durante el año pasado. El efecto multiplicador del conjunto de actividades que se desarrollan en torno al narcotráfico, consolidaron su importancia durante el sexenio pasado, al grado que durante el último año de gobierno salinista el ingreso bruto del narcotráfico fue siete veces superior al monto conjunto de las utilidades netas reportadas por las 50 empresas que obtuvieron las mayores ganancias en México durante 1994.En conjunto, las utilidades de estas empresas fueron de 27 mil 600 millones de pesos y dieron a empleo a alrededor de 600 mil personas, mientras que, de acuerdo con un estudio académico sobre la importancia del narcotráfico en México, se estima en 350 mil el número de personas ocupadas en esta actividad.
Resultado de labores que estrictamente se desarrollan en el campo de la economía subterránea, los ``ingresos'' derivados del desarrollo de la actividad de mayor integración del sistema productivo que opera en el país, representan 10 por ciento del producto interno bruto estimado para 1996 y son equivalentes al valor total de la producción conjunta generada por los 16 estados de la República con más baja participación en el PIB de 1995.
Los beneficios del narcotráfico superan incluso al PIB de Jalisco, Nuevo León y Veracruz, en forma conjunta, de acuerdo con el seguimiento de Cuentas Nacionales del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.
El poderío económico del narcotráfico ha alcanzado en México dimensiones sin precedente en la historia de la delincuencia en el país. Los ``ingresos brutos'' de esta actividad que seguramente es también la de mayor globalización en el mundo duplicó el pago de los intereses de la deuda externa total de México efectuado en 1995, el cual fue de 13 mil 333 millones de dólares, o fue casi equivalente al envío de divisas al exterior por este concepto entre 1994 y el año pasado. En su conceptualización del fenómeno, el informe gubernamental detalla sus principales características en materia económica: el reclutamiento de individuos eficientes; entrenamiento especializado; tecnología de punta; capacidad para el lavado de dinero; acceso a información privilegiada, y continuidad en sus acciones. Además, opera bajo un principio desarrollado de división del trabajo, mediante ``células'' que sólo se relacionan entre sí a través de los mandos superiores. A este respecto, uno de los pocos trabajos de conceptualización teórica e investigación sobre el impacto del narcotráfico en la economía, señala que a diferencia de las actividades informales, las ``subterráneas'', y entre ellas muy destacadamente el narcotráfico, se caracterizan por una sofisticada organización del trabajo y la necesidad de alta inversión de capital.
El estudio, elaborado por el doctor de la Universidad de Munich, Nicolas H. Hardinghaus, aclara que por su naturaleza el narcotráfico escapa al registro de la contabilidad nacional y por lo mismo la distorsiona. De tal manera que ``mientras más crezca la economía subterránea y, dentro de ella, la narcoeconomía, mayor será el grado en que las estadísticas oficiales de los agregados macroeconómicos falsearán la realidad económica de una nación''.
Lo que sí entra en las contabilidades nacionales, aclara, son los efectos indirectos y las actividades que se llevan a cabo en contra de la droga, en cuanto los agentes de la narcoeconomía participan en la economía formal, por compras de insumos, armas, aviones, pago público de sueldos e inversiones fuera del negocio directo del narcotráfico.
Con una integración que abarca desde la preparación y cultivo de la tierra para la producción de la materia prima, hasta el uso intensivo de servicios como el transporte y el almacenamiento, así como la construcción de intrincadas redes de comercialización para llevar los productos procesados durante la fase industrialal consumidor final, el resultado último del ciclo culmina precisamente cuando la ``mercancía'' es realizada en dinero y entonces éste se introduce a los circuitos financieros.
Al respecto, un reporte del Departamento de Estado señaló a México como el principal proveedor de mariguana y heroína hacia Estados Unidos, además de constituir ``la ruta de mayor importancia'' para el transporte de cocaína hacia ese país. También advirtió, en febrero de 1995, que ``México se ha convertido en un importante centro de lavado de dinero''.
El 20 por ciento de la heroína capturada en Estados Unidos y del 60 al 80 por ciento de los plantíos (sic) de mariguana que ingresan a este país, provienen de México, dice el informe del gobierno estadunidense.
Los consumidores de droga pagan con dinero este producto, como sucede con cualquier otra mercancía que llega al mercado. Y ese dinero arriba siempre por cualquier conducto al circuito financiero a través de sus intermediarios, principalmente los bancos.