Peligro de guerra fratricida en Chiapas: diócesis de San Cristóbal
Elio Henríquez, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 22 de junio Si el gobierno no ``ataja'' la acción de los ``grupos paramilitares'' en el norte de Chiapas, la entidad se ``sumergirá en una guerra fratricida de lamentables consecuencias'', advirtió la diócesis de San Cristóbal de las Casas.
Al mismo tiempo, habitantes de Tiladonde opera un grupo llamado Paz y Justicia informaron que decenas de familias han huido a la montaña en los últimos días por temor a ser agredidos. Denunciaron que anteayer policías de Seguridad Pública allanaron casas, secuestraron a tres jóvenes de 18 años, se las llevaron y las violaron en la comunidad de Jolnishtié. Se desconoce su paradero, como el de tres hombres que también fueron llevados con rumbo desconocido.
Según los pobladores que estuvieron en esta ciudad, junto con Paz y Justicia participan integrantes del grupo los Chinchulines, quienes actuaron en el conflicto en Bachajón el 6 de mayo, donde murieron seis personas.
En un comunicado de prensa, la diócesis que encabeza el obispo Samuel Ruiz García expresó su preocupación por los sucesos sangrientos registrados en los últimos días en Tila, Simojovel y Sabanilla, con saldo de varios muertos y heridos.
``No nos hemos cansado de denunciar la acción impune del grupo Paz y Justicia y otros grupos armados'', pero ``la respuesta oficial ha sido de negar la existencia de dichos grupos; afirma que no hay guardias blancas o paramilitares sino grupos de gavilleros'', aseguró.
Añadió que en numerosas ocasiones ``hemos señalado cómo la arbitrariedad de los grupos paramilitares es un peligro, no sólo para la región sino para todo el estado, y de no ser atajada su acción por el mismo gobierno, nuestra entidad se sumergirá en una guerra fratricida de lamentables consecuencias, cuyos primeros efectos estamos sufriendo ya''.
Manifestó que como ocurrió durante el levantamiento armado de enero de 1994, ahora hay grupos de poder que señalan a sacerdotes y catequistas como responsables directos y promotores de la violencia. Ahora, abundó, no sólo se ataca a los obispos Samuel Ruiz y Raúl Vera y a los sacerdotes, sino que se ``agrede a los fieles y especialmente a los catequistas''.
La reiteración de estas acusaciones ``no nos extraña, pues no es la primera vez que se pretende desviar la atención de la población, buscando evadir las verdaderas causas políticas y económicas''.
Ante estos hechos, hizo un llamado a todos los fieles para que se mantenagan unidos y en oración, para que ``la agresión a nuestra diócesis sea para nosotros fuente de gracia, como lo fue la cruz de Cristo''.
Paralelamente, habitantes de Tila que estuvieron hoy en esta ciudad, denunciaron que las fuerzas de Seguridad Pública estatal destacadas en ese municipio ``se coordinan con el grupo paramilitar Paz y Justicia y juntos hostigan a la población, han destruido y saqueado las casas de los desplazados; se están comiendo el maíz, el frijol, café y animales de corral''.
Dijeron que el 19 de junio ``entraron a la comunidad de Jolnishtié, donde hicieron varios disparos e incendiaron el templo católico''.