La Jornada 23 de junio de 1996

Difícil detectar a lavadores de dinero: Tesoro de EU

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 22 de junio Ante unos 200 expertos sobre blanqueo de dinero, que se reunirán en esta capital la próxima semana, investigadores del gobierno estadunidense admitirán que todavía enfrentan graves problemas para detectar a los lavadores en su propio país. ``Estados Unidos sigue con un serio problema'' en ese campo, informó la Red sobre Crímenes Financieros (Fincen, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro, en una evaluación preparada en noviembre de 1995.

``Los esfuerzos gubernamentales para enfrentar el blanqueo continúan siendo obstaculizados por la compleja estructura del sistema regulatorio financiero de Estados Unidos y por el elevado número de agencias de seguridad pública con responsabilidad'' en el asunto.

Funcionarios del gobierno de Bill Clinton esperan presentar un análisis de sus propios esfuerzos al respecto en la junta anual de la Fuerza de Trabajo de Acción Financiera que se celebrará esta semana y que reunirá a 200 expertos de 26 países. Algunas fuentes indican que ese análisis será consistente con la evaluación del Fincen preparada en noviembre.

Esta fuerza de trabajo, creada por el Grupo de los Siete, revisará los esfuerzos principalmente de Washington y de países europeos para desarrollar formas de coordinación con el fin de enfrentar el lavado de dinero, así como para atender 40 recomendaciones de acciones para detener esta actividad criminal y relacionarse con países no miembros de esta instancia. No se espera la presencia de México.Los cálculos de los montos lavados en Estados Unidos varían mucho, y funcionarios de este país advierten que no hay cifras precisas. Este año agencias de seguridad pública informaron a una agencia investigadora del Congreso federal que estiman que se lavan entre 100 mil y 300 mil millones de dólares al año.

Fincen, que se encarga de investigar este tipo de actividad, informó en un análisis que en 1992 una agencia federal calculó que el total del lavado de dinero, tanto el relacionado con el narcotráfico como con otras actividades, llegó a 300 mil millones de dólares.

Según la revista Business Week, entre 500 mil millones y un billón de dólares en fondos ilícitos se depositan actualmente en el sistema financiero global.

La Jornada se ha enterado de que las autoridades están investigando por qué los bancos de la Reserva Federal en Miami y en Los Angeles registraron un superávit en la circulación de moneda de 7 mil y de 13.6 mil millones de dólares respectivamente. Funcionarios señalan que cuando el monto de circulante distribuido por el banco regional de la Reserva Federal es sensiblemente más pequeño que el monto del circulante que se regresa (por depósitos), eso provoca sospechas.

El superávit de circulante en Los Angeles aumentó en 5 mil millones de dólares entre 1994 y 1995, y saltó en 2 mil millones en Miami durante el mismo periodo. Otros bancos regionales de la Reserva Federal que reportaron superávit en circulante en 1995 incluyeron a Filadelfia, Jacksonville, Florida y San Antonio.

James Dutton, responsable para detectar el lavado de dinero en California, respondió a la publicación especializada Drug Enforcement Report sobre el superávit de Los Angeles: ``no puedo decir con seguridad si se trata de dinero del narcotráfico o no, pero ciertamente pensamos que hay una fuerte correlación''.

En el pasado la principal forma de detección de lavado han sido las operaciones encubiertas o el análisis por las autoridades de los Reportes de Transacción de Circulante, las cuales deben ser presentadas por los bancos ante cualquier transacción en efectivo de más de 10 mil dólares.

Pero el enorme volumen de estos reportes, casi 11 millones sólo en 1994, casi ha saturado el sistema. Funcionarios del gobierno explican que este volumen es en parte la razón por la cual Mario Ruiz Massieu pudo enviar a su emisario al Texas Commerce Bank en Houston con maletas llenas de billetes de 20 dólares en 25 ocasiones separadas entre marzo de 1994 y febrero de 1995, antes de que comenzaran a sonar las alarmas.

Aunque sobre estos depósitos hubo reportes de transacción en efectivo y de que los billetes estaban en envueltos en paquetes que el Departamento de Justicia más tarde calificó como ``una manera consistente con el narcotráfico'', fue hasta un año después de haberse hecho el primero de estos depósitos cuando las autoridades intervinieron.

Un informe de la Oficina de Contabilidad General (GAO) sobre el lavado de dinero emitido en mayo dice que una montaña de datos similares ha prevenido a las autoridades para que utilicen efectivamente el sistema de computación de la Reserva Federal para monitorear traslados electrónicos.``Básicamente se esperan hasta que alguien se presente ante ellos con una transacción sospechosa y después intentan detectarla'', explicó un ex funcionario que conoce el proceso.

En los últimos años, de acuerdo con autoridades estadunidenses, el énfasis de estos esfuerzos ha cambiado y el gobierno ha desarrollado nuevos requisitos para que los bancos reporten transacciones sospechosas, y también ha impuesto más regulaciones a la industria de los casinos y para acumular datos sobre las transferencias electrónicas de los bancos. Pero la GAO encontró que Estados Unidos todavía carece de regulaciones precisas para que los bancos sigan los procedimientos de ``conocer a su cliente'', y señaló que las políticas para este tipo de actividades son más rigurosas en países europeos.Por otra parte, las autoridades británicas y suizas han criticado los esfuerzos estadunidenses en el rubro del lavado de dinero debido a la existencia de una multitud de agencias involucradas, muchas de ellas repitiendo el mismo trabajo. Además del Fincen del Departamento del Tesoro, el GAO identificó como las principales agencias con responsabilidades sobre lavado a la IRS (Agencia de Impuestos Federales), el Servicio de Aduanas, el Servicio Secreto, la DEA y el FBI.

``Es de verdad una locura tener a todas estas agencias, que frecuentemente no cooperan muy bien entre sí, involucradas en la investigación y detección'' del fenómeno, concluyó un ex funcionario del Departamento de Justicia.