Dilaciones del PRI; la oposición elaborará su propio proyecto electoral

Elena Gallegos y Oscar Camacho Las tres fracciones de oposición en la Cámara de Diputados -PRD, PAN y PT- determinaron elaborar conjuntamente un proyecto de reformas constitucionales en materia electoral, luego que los priístas no cumplieron con la promesa de llevar a las instancias de trabajo sus propuestas de redacción, actitud que las fuerzas opositoras consideraron como ``una táctica dilatoria inadmisible''.

Pese a que formalmente lo ofrecieron, los priístas no presentaron este viernes su propuesta de redacción para la reforma política nacional; tampoco la del Distrito Federal, y de tres reuniones programadas sólo asistieron a una para avisar que hasta el lunes darán a conocer su posición. Será hasta entonces cuando ambas partes cotejen proyectos.

Los opositores dijeron que la informalidad de los representantes de la mayoría fue la ``gota que derramó el vaso'', y señalaron que con sus ``tácticas dilatorias'' -así las llamó frente a ellos, una y otra vez, Leonel Godoy- la bancada del PRI contradice el ``optimismo del discurso de la Secretaría de Gobernación y la supuesta voluntad de avanzar''.

Los priístas no dieron explicación alguna de manera oficial y el único que justificó el retraso fue Eduardo Escobedo, en el área en que él trabaja, que es la reforma política para el Distrito Federal.

Manifestó que no obstante que las cuatro fracciones ya signaron los 11 acuerdos de Barcelona, existen dos posiciones encontradas: ``Ellos quieren que el Congreso de la Unión sólo tenga facultad para legislar en materia de deuda pública y nosotros no podemos aceptarlo, ya que hay temas como la expropiación o la seguridad pública en los que creemos que deben definirse muy bien las competencias del Congreso y de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal (ARDF).

Desde la mañana, cuando los priístas comenzaron a posponer reuniones, el panista Salvador Beltrán del Río fue contundente: ``Sigo sin entender qué pasa. En el discurso se dice que hay voluntad de avanzar, pero esto no ha sido plasmado en el papel, en el que supuestamente ya debería estar redactado el proyecto de iniciativa''.

Y no sólo eso: aunque los legisladores habían detectado ya los 17 artículos que deben ser modificados para concretar 19 de los 27 acuerdos de Gobernación -en los que hay pleno consenso de los cuatro partidos-, y se habían comprometido a redactarlos cuanto antes, apenas lograron un texto final en ``artículo y medio''.

Todo esto ocurrió precisamente ayer viernes, día que los coordinadores parlamentarios se habían fijado, desde el martes anterior como fecha fatal para tener listo el proyecto, y 24 horas después de que la Secretaría de Gobernación señaló que no había obstáculo alguno para la reforma.

Esto -insistieron los legisladores- no se refleja en los hechos y actitudes de los priístas.

Comedia de enredos en San Lázaro

La decisión de legisladores del PRI de posponer la primera reunión -acordada para las 11 de la mañana de este viernes- de la Comisión Plural la conoció el coordinador de la mesa por mera casualidad.

Y es que si al petista Eduardo Guzmán no se le ocurre la noche del jueves irse a comer unos tacos al Paisa no se entera que ese encuentro se había pospuesto hasta el mediodía. Allí se lo dijo, entre bocado y bocado, Jorge Moreno Collado.

Algún diputado más del PAN recibió mensaje en ese sentido en la casa de sus padres, pero otros integrantes del equipo, como Alejandro Zapata Perogordo, no contaban con ello y, puntual como es, llegó a las 11 al salón del área de los Cristales en el que se habían emplazado y tronó contra los priístas por su falta de seriedad y respeto.

Otra vez, puntuales, estuvieron los opositores a la una de la tarde en el mismo sitio, hora a la que supuestamente se había transferido la sesión de la Comisión Plural. Pero resultó que no, que tampoco. Entonces legisladores del PRD, PAN y PT se enfrascaron en una reunión para determinar estrategias.

Un poco en broma y un poco en serio, el perredista Leonel Godoy calificó el encuentro de ``sesión de desahogos''.

Era tal el enredo sobre horarios y tipo de comisión que debía reunirse en las distintas citas (hay que recordar que los legisladores están integrados en Comisión Plural, grupo de trabajo redactor y subgrupo de trabajo también redactor) que Zapata Perogordo, Godoy, Beltrán del Río, Alejandro González Alcocer, entre otros, escenificaron una charla en la que lo único que quedó claro fue que los diferimientos de los priístas habían acabado por confundirlo todo.

Y es que más tardó el reloj en marcar las 13 horas que los priístas en enviarles un recado a los opositores para informarles que no acudirían sino hasta las dos y media de la tarde. Ellos esperaban que a esa hora les entregaran el proyecto de reforma política para el Distrito Federal.

El acuerdo era que lo meditarían tres horas y que les darían sus puntos de vista a las siete de la noche. Pero esperaron y nada. Otra vez los asesores les fueron a decir a quienes estaban aún en el salón -Guzmán, Godoy y Beltrán el Río- que a lo mejor al rato les llegaba.

Eduardo Escobedo, quien tiene la encomienda, le notificó a la panista Carmen Segura Rangel que aún no concluía la redacción y que dicho proyecto se les daría a conocer hasta el lunes próximo, por lo que se canceló también la sesión de las 19 horas.

Sin embargo, aún estaba pendiente la reunión de las cinco de la tarde. En ella, el subgrupo redactor presentaría al grupo redactor los textos que habían logrado afinar entre la tarde y noche del jueves y la mañana del viernes.

Pero los avances no fueron importantes. En cinco horas de sesión el jueves pasado, el subgrupo redactó el equivalente a artículo y medio. Esto es, y así lo informaron los diputados como si tuvieran pena: ``No es un artículo y medio de un tema sino la mitad del 40; la mitad del 105 y la mitad del 116''.

El caso del 105 fue el más fácil, y es que en él los acuerdos de Gobernación hablan concretamente de eliminar la línea que señala que la Suprema Corte de Justicia de la Nación no puede tener parte en materia electoral.

Por eso lo acabaron más rápido. ``Era cuestión de echarle borrador'', bromeó alguno. Sin embargo, en este artículo aún hay asuntos en litigio y tienen que ver con las facultades del pleno de la Corte y las del Tribunal Federal Electoral.

A las cinco de la tarde, nuevamente los opositores fueron llegando al saloncito de San Lázaro. De repente, a través de los cristales que miran al patio central, alguien descubrió que Eduardo Escobedo se dirigía al lugar del encuentro:

``¡Allí viene el PRI!'', gritaron los reporteros ávidos de la nota.

Efectivamente, los priístas fueron llegando. Escobedo, Píndaro Urióstegui, Humberto Meza, Ignacio Ovalle y Jorge Moreno Collado. La reunión no duró mucho. Se presentaron las tres mitades redactadas y el PRI informó que será hasta el lunes cuando presente su propuesta de redacción para la reforma nacional.

Los opositores preguntaron por qué hasta entonces. No se dio ninguna explicación, pero panistas, perredistas y petistas tienen la certeza de que en ese partido todavía ``están construyendo consensos''.

José Narro Céspedes, del PT, caracterizó así la posición de los priístas: ``Están acostumbrados al misterio... van soltando todo de poco en poco. Por eso el otro día que llegó Píndaro con su documento, y como se refería a cosas que sí estaban en el mismo y a otras que no, le dije: `Píndaro, ¿por qué no nos das de una vez todo'...''

Cuando la reunión se levantó, los opositores pidieron a los priístas que informaran conjuntamente a la prensa de lo que a puertas cerradas había ocurrido. Píndaro atajó: ``No tenemos nada que decir''.

Así, frente a los representantes de los medios Zapata Perogordo, Godoy y Narro Céspedes señalaron:

``A partir de este sábado a las 11 de la mañana los representantes de nuestros partidos comenzarán a redactar aquellos puntos donde están detectados los consensos, con el fin de presentar nuestro proyecto en las reuniones formales de trabajo y compaginarlo con las propuestas del PRI''.

Los legisladores explicaron que esto no tiene la intención de marginar a nadie ni de romper acuerdos y que ``la única finalidad es plasmar en ejercicios de redacción los acuerdos''. Debe recordarse que en total se modificarán unos 29 artículos constitucionales