La Jornada 18 de junio de 1996

Afirma la contadora de Lupercio que recibió presión para que se dijera torturada por soldados

Mireya Cuéllar, enviada, y Gerardo Rico, corresponsal, Guadalajara, Jal., 17 de junio Ivonne Aguilar Arce, la contadora de los negocios ``lícitos'' del presunto narcotraficante Pedro Lupercio Serratos, señaló en una entrevista que personal de la Procuraduría General de la República la presionó para que declarara que miembros del Ejército la habían torturado.

Esta mujer, de 40 años, una contadora que tiene su propio despacho, fue detenida el 18 de mayo por miembros del Ejército junto con una banda de presuntos narcotraficantes que trabaja para Pedro Lupercio. A ellos se les liga con la ejecución de cinco miembros de su mismo grupo que intentaron un autorrobo de 465 kilos de cocaína base.

Aguilar Arce fue dejada en libertad por falta de pruebas. Ella llevaba la contabilidad del tráiler donde se fletaba plátano desde Chiapas a esta ciudad y después a Sinaloa, y que resultó tener un doble fondo donde se transportaba cocaína.

La historia comenzó cuando se perdió el tráiler con la droga. Ivonne Aguilar dice que inmediatamente se presentó la denuncia ante la Procuraduría y que el chofer que llevaba el camión narró, al presentar la querella, que unos sujetos, que dijeron ser de la Policía Judicial del Estado, lo bajaron del tráiler diciéndole que estaba reportado como robado y que contenía un cargamento de droga.

Asegura no haber sabido nada de la droga y narra como conoció a Pedro Lupercio y a Iván Taborda Maya y su esposa, los dueños del tráiler. Taborda sigue recluido en el penal de Puente Grande.

--Usted, ¿qué cargo tenía en los negocios de los Lupercio Serratos?

--Soy contadora independiente y le llevaba las cuentas de sus negocios normales, o sea la carnicería, la estética, o sea los negocios normales.

--Se habla de la relación de los Lupercio con el ex oficial mayor del gobierno, Saúl Tapia Contreras. ¿Recuerda algo?

--El señor Saúl Tapia era la persona a la que yo le pedía dinero para el pago de estacionamientos. Para los pagos que se ocupaban ahí. Y en la inauguración de una estética, inclusive está en un periódico la foto, al señor Raúl Octavio (Espinosa Martínez), el secretario de Gobierno.

--¿Cómo empezó a trabajar con Pedro Lupercio?

--Yo manejaba un equipo de futbol anteriormente. Ellos tuvieron uno, los delfines de Puerto Vallarta, y me dijeron que si se los podía organizar... lo hice y el equipo fue de mal en peor. Después, el señor Lupercio me dijo que si le ayudaba en la organización de sus negocios; lo que era la carnicería, la estética y una agencia de viajes. La agencia de viajes ya quebró, la carnicería está muy mal y la estética yo creo que también. Pero cualquier cosa que se necesitara en los negocios yo lo arreglaba con el señor Tapia Conteras.

--¿Cómo fue lo del tráiler?

--Bueno, a mí me pidieron llevar las cuentas de un tráiler tan normal como se lo pueden pedir a cualquier contador. El señor Taborda me preguntó qué frutas podía traer a Guadalajara y yo le dije que plátano y papaya.

--En qué momento aparece Iván Taborda en esta historia.

--La esposa del señor Taborda estuvo aquí por octubre, más o menos. El señor Pedro Lupercio me habló, dijo que venía la esposa de un amigo, que si le enseñaba la ciudad y fue lo que se hizo, y después fue que conocí al señor Taborda. Ella me decía tu eres buena contadora y si hay algún negocio le voy a decir a mi esposo que te contrate. Fue después que él me dijo que quería fletar, traer fruta a Guadalajara.

--¿Era el primer tráiler que traía?

--Pues, para mí ese fue el primer caso.

--Y además del plátano, ¿traía más mercancía?

--Eso yo lo ignoro, porque a mí nunca se me mencionó nada.

--El chofer que venía con el camión de plátano, no recuerdo el nombre, de apellido Landeros, se negó a seguir hasta Sinaloa. Entonces yo contraté al chofer de la frutería Varela, porque de ellos era el cargamento. Ellos tienen la casa matriz aquí y querían llevan fruta a Culiacán, ese fue el flete que yo conseguí a petición del señor Taborda.

Se perdió el tráiler.

¿Qué reacción tuvo Iván Taborda cuando supo que se había perdido el tráiler?

--Pues me dijo que lo reportara.

--¿Hubo alguna reacción especial del señor Taborda cuando se enteró del robo del tráiler?

--Pues por teléfono no dijo mucho. Expresó ya estando aquí, en Guadalajara, que iba a pedir ayuda al procurador para encontrarlo.

--¿Al procurador de Justicia del estado de Jalisco?

--Pues no creo que haya otro... eso salió a relucir también en una conversación con su esposa. Yo los escuchaba hablar. Yo lo sentí lógico, porque ya habíamos presentado la denuncia... no sé si fue blof o presunción. Incluso, alguna vez se presentó como sobrino del procurador. Inés, la esposa de Taborda, comentaba que los estaban ayudando unos policías a encontrar el tráiler.

--¿En torno al chofer Landeros, que apareció muerto después?

--Yo me enteré cuando ya estaba detenida.

--Cómo fue el trato que recibieron en las instalaciones militares.

--Eso lo quiero aclarar. Yo sólo traía el morete de cuando me detuvieron por el brazo. Yo así lo externé. Me preguntaron en la PGR cómo me habían tratado los militares, si me dieron de comer, si me golpearon. Y yo les dije que me dieron un trato normal, creo yo, de una persona que está bajo sospecha... pero después me vi presionada por unos señores de la PGR, sobre todo uno que me gritaba qué por qué yo no denunciaba que había sido torturada. Pero yo le aclaré que eso no había ocurrido. Cuando me pasaron al médico en la PGR llegó un señor que me gritó que por qué no declaraba yo tortura, si todos declaraban tortura. Las torturas de los demás compañeros no me constan. La mía fue un trato normal, de gente..., y mi abogado me dijo: 'tienes que declarar que te torturaron los militares para que puedas salir'.