Un muerto en ataques atribuidos al grupo Paz y justicia en Tila
Juan Balboa, corresponsal, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 17 de junio Una persona murió asesinada, cuatro resultaron heridas y dos se encuentran secuestradas como resultado de tres acciones separadas perpetradas por sujetos fuertemente armados, al parecer miembros del grupo paramilitar Paz y Justicia, que mantiene sitiada a la comunidad de Corzal Nuevo, confirmaron autoridades ejidales y la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE). Todas las víctimas son hijos de militantes del PRI.
Pobladores de la localidad afirman que esa agrupación acosa constantemente a quienes se oponen a su proyecto en todo el municipio de Tila. Según la versión oficial, el grupo se mueve por la montaña y mantiene en zozobra a la comunidad, impidiendo a sus habitantes que transiten libremente, que compren alimentos en incluso que los jóvenes asistan a la escuela.
La PGJE señala que el pasado jueves, alrededor de las 6:30 horas, los estudiantes Gilberto Vázquez Hernández, de 18 años de edad, y Florencio López Vázquez, de 17, se dirigían a la escuela telesecundaria de Guayal, municipio de Tlacotalpa, Tabasco, cuando fueron secuestrados por un grupo de unas 50 personas y llevadas al monte. Gilberto logró escapar, mientras que de Florencio se desconoce el paradero.
El mismo día Genaro Vázquez Hernández, estudiante de 14 años, fue herido con arma de fuego en un camino de Patastal por tres desconocidos, quienes también portaban armas de grueso calibre.Ayer domingo, como a las 13 horas, en la comunidad Corzal Nuevo otro grupo de estudiantes fue emboscado, y en el lugar murieron Domingo Sánchez Vázquez, de 17 años, y resultaron heridos Alfredo Martínez Vázquez, Horacio Vázquez Martínez y Francisco Vázquez Sánchez.
Antecedentes
El grupo paramilitar Paz y Justicia, en el municipio de Tila, al igual que Los chinchulines en el municipio de Chilón, fueron conocidos públicamente desde 1994, pero su mayor crecimiento lo lograron en marzo de 1995, un mes después de que el Ejército Federal fuera autorizado para avanzar hacia las comunidades con influencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Desde el segundo semestre de 1995 el grupo ha realizado una serie de agresiones en contra de opositores, principalmente militantes perredistas y simpatizantes zapatistas, en el municipio de Tila. El PRD denunció el 24 de septiembre del año pasado el secuestro de dos indígenas y el desalojo de 103 personas (entre niños, ancianos, mujeres y jóvenes) de la comunidad de La Montaña.
Dirigentes de ese partido en Chiapas informaron que el sábado 30 de septiembre el grupo paramilitar secuestró al indígena chol Cándido Vázquez Sánchez, un joven de 20 años originario de Susuk Lumil, anexo del ejido Miguel Alemán, en el municipio de Tila.
El 13 de marzo pasado el grupo paramilitar, integrado por militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), desmanteló y destruyó el templo católico Señor de Tila de la comunidad de Tzaquil, que pertenece al gobierno diocesano de San Cristóbal de las Casas, y mantiene amedrentadas a de más de siete comunidades de indígenas católicos de la zona, denunció la Iglesia católica.
El grupo paramilitar Paz y Justicia emboscó y asesinó el 24 de mayo pasado a dos campesinos militantes del Partido de la Revolución Democrática en Tila. Sebastián López López y Sebastián Sánchez López murieron en la emboscada. Dos indígenas más están desaparecidos.
El párroco del municipio de Tila, Heriberto Cruz Vera, aseguró que Paz y Justicia continúa con los secuestros y asesinatos de personas identificadas con la oposición. Denunció que la presencia del Ejército Mexicano se ha incrementado en los últimos ocho meses.
Cruz Vera señaló que policías y militares han ocupado edificios de las iglesias en esa región, ``hasta el atrio han invadido'', así como casas ejidales y lugares que eran ocupados por la población. ``Si antes teníamos presencia militar aseveró, ahora tenemos más'' en municipios como Sabanilla, Tumbalá, Tila, Yajalón y Salto de Agua.
Afirmó que el grupo Paz y Justicia mantiene ``tensa'' a la región gracias al apoyo que les proporcionan políticos y legisladores como el diputado local Samuel Sánchez. Precisó que mientras no exista verdadera sinceridad y una buena voluntad en ``lograr que este grupo sea desarmado'', es señal de que la paz verdadera está muy lejana. Creo que Paz y Justicia ha sido un grupo muy violento''.
El año pasado su actividad fue palpable no sólo para nosotros sino para muchos observadores nacionales e internacionales. Se le atribuye la responsabilidad de asesinatos y secuestros. Esto ya se ha denunciado desde septiembre pasado antes de las elecciones. Tan es así que los mismos observadores electorales fueron agredidos e intimidados.
Las organizaciones paramilitares priístas conocidas como Los chinchulines y Paz y Justicia aumentaron sus patrullajes con grupos armados en los municipios del norte de Chiapas, principalmente Sabanilla, Tila y Chilón, y mantienen en zozobra toda esa zona, han confirmado dirigentes de la oposición y representantes de organismos de derechos humanos.