Marco Rascón
Letelier, hoy

A Leopoldo Ensástiga In memoriam

''El impresionante precio de la libertad económica'' fue el título de uno de los últimos artículos de Orlando Letelier antes de ser asesinado en Washington D.C., en septiembre de 1976. Publicado en el suplemento ``La cultura en México'' de la revista Siempre! en agosto de ese mismo año, Letelier advierte al continente el significado e implicaciones de las nuevas políticas económicas impulsadas por la escuela de Chicago y encabezadas por Milton Friedman y Arnold Harberger, jefes de los Chicago boys.

Letelier deja establecido que el golpe al gobierno de la Unidad Popular presidido por Salvador Allende, fue un golpe cruento y violento de los defensores de la ``libertad económica''. Que los defensores de la apertura y los mercados de capitales usaron la militarización y el autoritarismo como vía de introducción del neoliberalismo a América Latina, incluso antes de ser aplicado dentro de Estados Unidos.

En apoyo a esta doctrina se unieron la CIA, el Departamento de Estado y del Tesoro, el Pentágono, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la academia y los núcleos financieros, representantes de las grandes trasnacionales norteamericanas. Fue el golpe en Chile una de las primeras batallas de los perversos de la academia como Friedman, Harberger y Hayek, que disfrazaron la nueva ideología imperialista como una asesoría ``técnica''.

Letelier en su artículo desentraña la íntima relación entre la Junta Militar chilena y los artífices de la nueva política económica de mercados. Friedman y Harberger se deslindaban de las violaciones de derechos humanos por la Junta, planteando que su asesoría era sólo ``técnica'' y no los comprometía al sistema autoritario militar de Pinochet. Letelier demuestra lo contrario y logra establecer los estrechos vículos entre autoritarismo y neoliberalismo, como los factores de una misma ecuación en la cual se apoyan unos con otros, y da razones de porqué el golpe en Chile fue una acción militar de vanguardia.

Gasto social, democracia y tolerancia fueron declarados enemigos de los nuevos valores y el nuevo orden económico. De Chicago, Harvard, Yale y Stanford bajó un ejército de economistas a Chile para aplicar sus nuevas teorías, mientras la Junta Militar de Pinochet se encargaba de proyectarse al mundo como el primer país violador de los derechos humanos. Robert McNamara, presidente del Banco Mundial denuncia Letelier apoyó ésa política con un préstamo ``técnico' de 33 millones de dólares a la Junta Militar. Ahora se llama ``rescate''.

Acompañó la brutalidad militar un proceso igualmente traumático de privatización y concentración de la riqueza, acabando con la competencia entre productores y llevando a muchos de ellos a la quiebra. ``Crear un mercado de capitales'', decían los voceros económicos de la Junta y Friedman; ``abatir la inflación'', ``exportar'', fueron las frases que acompañaron un desempleo del 25 por ciento, reducción de los salarios y empeoramiento de las condiciones generales de vida. Dónde hemos oído lo mismo?En México no se necesitó de un golpe militar inicial, porque el viejo aparato estatista fue infiltrado y reformado desde adentro. El neoliberalismo entra en México en 1976, pero su vía es el endeudamiento externo, que constituye la puerta al FMI y al Banco Mundial y con ellos a la misma política que denunciara Letelier.

La militarización ha llegado a México ahora en 1996. La ``libertad económica'' impulsada por el neoliberalismo todavía no paga su precio en México, porque si su imposición ha sido relativamente sin escollos y grandes resistencias, esto no significa que pueda sostenerse sin que haya medidas autoritarias y de fuerza para continuarla.

Chile ha sido nuestra vanguardia, aunque no tuviéramos relaciones por más de 20 años. Por eso, hoy, el modelo chileno se sigue tanto en el orden económico como en el político.

Guillermo Ortiz, secretario de Hacienda, cuenta con una misión financiera permanente de asesores del despacho de Hernan Bushi, el delfín de Pinochet en las elecciones contra Patricio Aylwin. En semanas recientes ha sido nombrado Pedro Suckle, antiguo funcionario de la junta pinochetista, hoy ministro consejero de la Embajada de Chile en México; junto con él, fue nombrado el coronel chileno Oscar Coddou para asesorar a la policía militarizada del Distrito Federal y en la Escuela de Guerra. Es la militarización unidad intrínseca con el neoliberalismo económico?Lo cierto es que México abrió no sólo sus mercados, sino también su Ejército y sus policías, sus partidos y su gobierno, todos ellos fenómenos que sobrevinieron en Chile al golpe militar contra Allende en 1973. Hace 20 años, Letelier dio ideas a la izquierda latinoamericana sobre la aplicación de la perversión teórica de Friedman. En México pareciera que consideramos inmutables las decisiones neoliberales y hacemos caso omiso de las implicaciones autoritarias que está teniendo la nueva doctrina en el sistema político. No es Zedillo el rostro civil de un golpe militar que se inició el 23 de marzo de 1994, cuando se interrumpió con violencia la sucesión presidencial?La militarización de la vida civil y el regreso de los militares a la política, es sin duda un retroceso anterior al alemanismo. Si a ello agregamos que, además, se lanzó la iglesia a la calle, nos daremos cuenta que los demonios del siglo pasado andan sueltos y que nuestro proyecto republicano ha sido cambiado.

Letelier no se equivocó.