Mandantes mudos o mandatarios sordos?
Quién defiende a Figueroa, a Madrazo y a Chapa
Cuando Ernesto Zedillo dijo a un grupo de los más importantes editores canadienses, en su pasada gira de trabajo, que un presidente ``no puede gobernar un país, día a día, simplemente basándose en la opinión pública o en la prensa'', en realidad muestra un rostro autoritario que si bien era conocido, nunca había sido aceptado por el propio Ejecutivo federal.
Si acaso una no muy lejana referencia que hizo Ernesto Zedillo, en un encuentro con un reducido grupo de periodistas, a quienes dijo que durante todo su ejercicio público previo a ocupar la presidencia, gustaba del intercambio epistolar, lo que ya no hace ``porque ya no tengo jefe''.
Como todo mundo sabe, Ernesto Zedillo es el mandatario de todos los mexicanos, que son los mandantes, quienes depositaron en el Presidente la encomienda de representarlos. Por eso, llama la atención que señale que no puede gobernar un país simplemente basándose en la opinión pública, o en la prensa.
Pero la referencia, que efectivamente se queda en el terreno de lo anecdótico, viene a cuento porque no son pocos los mexicanos, los ciudadanos comunes, que se preguntan quién solapa, sostiene o defiende a Rubén Figueroa, a Roberto Madrazo y hasta a Pablo Chapa Bezanilla?, sólo por citar a tres personajes que la opinión pública ha criticado duramente y señalado como responsables de ineficiencias, corruptelas y delitos, que además ha comprobado el aparato de justicia, pero que en el fondo las cosas siguen como si nada.
El caso de Rubén Figueroa Alcocer, por escandaloso y burdo, desemboca ya en el insulto abierto a la ciudadanía y a la justicia que se pregona fuera del territorio mexicano, pero que en realidad no existe. Ahora resulta que pese a los informes de la CNDH, al resolutivo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y a la intención de la PGR, todo llegó al punto de partida: la instancia estatal de justicia.
Y la Procuraduría General de Justicia del estado de Guerrero, determinó exonerar a Rubén Figueroa y a sus principales colaboradores, apenas el viernes 14, pocos días después de que el Presidente asegurara en Canadá ante diversas organizaciones de derechos humanos, que en el caso Aguas Blancas se decidió la intervención federal ``porque no convenció a la opinión pública ni al gobierno'' la actuación de las instancias locales de justicia. Quién defiende o solapa a Figueroa, cuya influencia va más allá de la Suprema Corte, de la PGR y hasta del Poder Ejecutivo?Las autoridades que en Guerrero debieran impartir justicia, resolvieron que el gobernador con licencia de esa entidad y sus cercanos colaboradores implicados en el caso, son inocentes del crimen colectivo de Aguas Blancas, ``porque no se puede juzgar ni condenar en base a (sic) criterios subjetivos''. Son subjetivos los videos presentados, la responsabilidad del gobernador y de sus colaboradores o compinches? Son subjetivas las mentiras de Figueroa, el engaño que perpetró hacia los guerrerenses y los mexicanos todos?Muy parecido, por la descomunal fuerza política que lo mantiene en el cargo, es el caso de Roberto Madrazo Pintado, quien juró y perjuró que la elección que lo hizo gobernador fue limpia y ahora se sabe que gastó 60 veces más de lo previsto en las leyes y, peor aún, recibió dinero que aportó Carlos Cabal Peniche, prófugo de la justicia y cuyos recursos son de dudosa procedencia. También en este caso debe preguntarse quién sostiene en el cargo a Madrazo? No son suficientes las pruebas de que su elección resultó ilegítima? Qué pruebas deben existir para que se le aplique la ley?Y el más reciente de los escándalos es el del fiscal especial para los casos Posadas, Colosio y Ruiz Massieu: Pablo Chapa Bezanilla, de quien se ha mencionado que en las indagatorias para resolver los crímenes políticos privilegió el uso del rumor y la filtración para crear en la opinión pública un ambiente favorable a sus hipótesis, fundadas en la mayoría de los casos en elucubraciones sin ninguna base sólida de investigación.
Desde hace mucho se sabe que el procurador general, Fernando Antonio Lozano Gracia, le perdió la confianza a Chapa Bezanilla, al grado de realizar investigaciones paralelas a las hechas por el fiscal especial, para evitar nuevos descalabros a la PGR.
Pareciera que Chapa Bezanilla llegó a la Fiscalía Especial para cumplir con una estrategia distractiva, pues a casi dos años no ha resuelto nada y el esclarecimiento de los asesinatos del cardenal Posadas, Colosio y Ruiz Massieu, sigue siendo un reclamo prioritario entre los mexicanos.
Quién sostiene en su puesto a Chapa Bezanilla, pese a sus ineficiencias? A quién le interesa que el esclarecimiento de esos crímenes políticos siga sin resolverse? Por qué si se le perdió la confianza a Chapa Bezanilla, ahora salen con que se le premiará con un supuesto ascenso?Acaso será porque los mandantes no son escuchados o sólo sirven para dar forma a una cifra: 17 millones de votos?
En el camino
Es tan perfecto el inglés de José Angel Gurría, que cuando en público se refiere al presidente Zedillo, dice ``Zediío''.