La Jornada 17 de junio de 1996

El cártel de Tijuana, ``desarticulado'': PGR

Juan Manuel Venegas, enviado, y Jorge Alberto Cornejo, corresponsal /I, Tijuana, BC Desde la perspectiva de los máximos responsables de la Procuraduría General de la República (PGR) en Baja California, el cártel de Tijuana de los hermanos Arellano Félix está desarticulado: ``Les hemos pegado en lo que más les duele'' y, por lo pronto, ya los expulsamos de la entidad.

Los Arellano Félix ``podrán andar en otros estados, pero en Baja California ya no caben. Este dejó de ser su territorio'', afirma categórico el delegado de la Procuraduría en la entidad, Luis Antonio Ibáñez Cornejo, quien junto con el comandante Horacio Brunt Acosta --subdelegado de la Policía Judicial Federal en Tijuana-- fueron los responsables del operativo que llevó a la captura de Juan García Abrego.

El 25 de enero pasado, 11 días después de haber entregado ``buena cuentas'' por la captura de García Abrego, Ibáñez Cornejo y Brunt Acosta se hicieron cargo de la delegación de la policía federal en esta entidad.

Desde la Dirección de Operaciones e Inteligencia del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD), ambos planearon y ejecutaron la operación que permitió detener a García Abrego, el capo al que Brunt Acosta tenía ``más de dos años persiguiendo''.

Ya en Tijuana, el primero de marzo, se encargaron de llevar a cabo el operativo Alacrán contra los Arellano Félix, a quienes catearon casas, decomisaron armas, drogas y, ``lo más importante, obtuvimos información muy valiosa respecto a su organización y la manera en que operan''.

También les ``hemos pegado en lo que más les duele, bloqueando la conexión Tijuana-California para el tráfico de drogas. Les hemos detenidos importantes cargamentos de estupefacientes y cada vez es menos la droga que pasa por esta ciudad. Puedo afirmar que si en los últimos siete meses pasaron 2.5 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos, si acaso 200 kilogramos corresponden al tiempo que llevamos nosotros aquí''.

En los operativos contra el tráfico de drogas, Ibáñez Cornejo ofrece los resultados de sus casi cinco meses en Tijuana: se decomisaron 33 toneladas de mariguana; casi una tonelada de cocaína; más de un millón de pastillas psicotrópicas y se aseguraron 262 vehículos a presuntos narcos.

Los agentes federales en Tijuana han asegurado en efectivo y cheques falsos cerca de un millón de dólares y específicamente al cártel de Tijuana le decomisaron treinta propiedades.

A la ciudad fronteriza ``venimos a poner orden y hemos avanzado, frenando a los jefes de la mafia: en Tijuana ya no hay pactos con la autoridad'', advierte Ibáñez.

¿Los duros de la PGR? Ibáñez Cornejo se niega a aceptar esa calificación. ``Prefiero hablar de lealtad. Creo que si alguna virtud hemos tenido ha sido esa. En el pasado hubo deslealtades y eso contribuyó al crecimiento de este tipo de organizaciones. Pero ahora creo que estamos marcando una línea entre quienes son leales a la institución y los que no''.

Por lo demás, para enfrentar al crimen organizado ``no se necesitan santos, sino gente que sepa del oficio... Yo no me voy a enfrentar a organizaciones como las que estamos hablando rodeado de santurrones, sino de hombres que sepan trabajar, que conozcan este ambiente, que distingan las líneas de lealtad que nos hemos marcado y que estén dispuestos a chingarse''.

No más pactos con la mafia

Ibáñez Cornejo dice haber encontrado la clave para mantener la ruta que se ha fijado en el combate al crimen organizado: ``no pactar con la mafia. Si pactas, ya te fregaste y te friegas por todos lados. Las experiencias del pasado así lo indican''.

Egresado de la Escuela Libre de Derecho, Ibáñez Cornejo inició su carrera en el ámbito judicial como ministerio público federal en Ensenada, Baja California. Ha sido delegado de la PGR en Sinaloa y Chiapas --``durante los difíciles meses de 1994''-- y antes de llegar a su actual cargo fue titular de la Dirección de Operaciones del INCD.

Sin militancia partidista, diversas versiones lo ubican como una de las personas ``que gozan de mayor confianza del procurador Antonio Lozano Gracia'', y en Tijuana, en las últimas semanas, ha crecido el rumor de que será el coordinador de la Policía Judicial Federal una vez que inicie la reestructuración de la PGR.

En la entrevista, a veces con vehemencia, explica el trabajo que ha encabezado en Baja California y ofrece detalles del compromiso que asumió el 25 de enero de 1996 cuando llegó a la entidad: el combate al cártel de Tijuana.

Apenas 11 días antes de su arribo a Tijuana, había entregado las cuentas de su mayor logro en el INCD: la captura de Juan García Abrego. Casi seis meses después asegura que otros importantes capos de la droga, los hermanos Arellano Félix, han sido ``expulsados de Baja California'' y que su organización ``está desarticulada''.

Enfático asevera que ``ahora la mafia respeta la delegación de la PGR en Baja California''.

Sentado durante la entrevista, se pone de pie para puntualizar: ``Desde (la localidad de) Algodones a la costa del Pacífico, y desde la frontera con Estados Unidos hasta el Paradero 28, es territorio bajo el control de la PGR... Ya no más de los Arellano Félix y ellos lo saben perfectamente''.

--¿Pero siguen operando desde otros estados, ahora mismo se habla de que hay una disputa por el control de Jalisco...?

--Lo que ocurre en otros estados ya no es mi responsabilidad. Yo tengo una tarea en Baja California y la estoy cumpliendo. No puedo hablar por todos.

``Cuando llegamos aquí, una de las preguntas que nos planteamos fue esa efectivamente: ¿Qué va a pasar si logramos desarticularlos desde Tijuana? ¿A dónde se van a ir? Ellos están buscando territorios y entonces, debo reconocerlo, no se trata sólo de lo que se haga en una entidad, sino de la conjunción de esfuerzos y voluntades para poder aislarlos y, entonces sí, pensar en su captura.

--Entonces, ¿no están aislados?.

--En términos prácticos decir que los tenemos aislados significaría que sabemos perfectamente cuál es su radio de acción y que los tenemos más o menos ubicados. Pero no es así. Sabemos que ya no operan en Tijuana, pero dónde están. ¿En Jalisco? ¿En Sinaloa? ¿En Estados Unidos? Lo quisiera saber.

--¿Cómo explicar entonces que la organización como tal está desarticulada? ¿Qué significa eso en términos prácticos, reales?

--Significa que los hemos sacado de su centro de operaciones, como lo era Tijuana; significa que hemos atacado sus centros financieros en la entidad; significa que los bienes que les hemos asegurado representaron una gran pérdida para ellos en términos de logística y seguridad; significa que hemos detenido a casi 600 presuntos narcotraficantes, muchos de ellos pequeños distribuidores, pero importantes para lo que es el tráfico de estupefacientes.

Y entonces --añade Ibáñez-- ''les hemos pegado en lo que más les duele: cada vez menos cargamentos de drogas cruzan por Baja California. Si nosotros somos capaces de frenar el gran tráfico de drogas, bueno, pues eso significa que les estamos pegando en la parte medular de su negocio''.

Aunado a lo anterior, ``los paramos: aquí ya no hay pactos con la autoridad. Y ellos lo saben''.

--¿Antes existieron esos pactos entre la mafia y la autoridad?

--No puedo garantizar que no se hayan dado.

--Pero las deslealtades de las que hablaba significan corrupción y esto implicaría pactos o arreglos.

--¿Corrupción? ¡Por favor! Ahí están los ejemplos del pasado. Eso ni me lo preguntes, es obvio que la ha habido, pero si me preguntas nombres y circunstancias, ahí prefiero no meterme. No está en mi papel hablar de quienes han pasado por aquí.

--¿Ha habido intentos de acercamientos?

--Te mentiría si te dijera que se han acercado. Ellos saben que no es el camino conmigo. Yo vine a poner orden a Baja California y por ese camino voy.

El primero de marzo de este año, Ibáñez Cornejo y el comandante Brunt Acosta encabezaron en Tijuana el llamado operativo Alacrán. Según ha trascendido, el objetivo era la captura de Benjamín Arellano Félix, quien por esos días habría viajado a la ciudad fronteriza.

--¿Pensó algún día, comandante, tener la posibilidad de aprehender a dos de los más importantes capos de la última década? --se le pregunta a Brunt Acosta.

--¡Imagínese! !Si cuando agarramos a Juan fue como cumplir un sueño imposible!