Hewlett-Packard, la muy conocida empresa de impresoras y computadoras, es una de las más exitosas del mundo. La compañía promueve internacionalmente la imagen de ser una empresa de alta tecnología y de poseer muy buenas relaciones laborales. Sin embargo, en el estado de California, en Estados Unidos, la empresa subcontrata el trabajo de limpieza y mantenimiento mecanismo utilizado por miles de empresas privadas y dependencias públicas en México, dando facilidades a contratistas para hacer el gran negocio a costa de pagar bajos salarios y mínimas prestaciones a los trabajadores. La mayoría de estos trabajadores, llamados conserjes, son inmigrantes provenientes de México y Centroamérica.
A pesar de que Hewlett-Packard es de las empresas trasnacionales con márgenes importantes de ganancia en sus operaciones, los conserjes que trabajan para ella devengan salarios miserables y padecen condiciones de trabajo pésimas. Efectivamente, estos trabajadores ``invisibles'', que laboran normalmente durante toda la noche, soportan grandes cargas de trabajo, utilizan materiales químicos que dañan su salud y sufren la presión constante de las autoridades migratorias por su status de ``ilegales''. Ovbiamente, sus derechos laborales no son respetados y sus salarios están muy por debajo de los mínimos legales.
Desde hace más de un año, los conserjes de esta trasnacional se han estado organizando para defender sus condiciones laborales, apoyados por el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU), del cual proviene el actual dirigente de la AFL-CIO, John Sweney.
En estos momentos, el Local 1877 del SEIU en San José, California, realiza una gran jornada de organización de los conserjes de Hewlett Packard, quien se niega a reconocerlos como trabajadores propios, pasando la responsabilidad laboral a la Somers Building Maintenance, que subcontrata el trabajo.
Asimismo, la organización sindical en Estados Unidos acuerda con sindicatos de México (el Sindicato de Telefonistas y el Frente Auténtico del Trabajo) realizar una acción conjunta en los dos países durante el mes de junio para denunciar las condiciones laborales de los trabajadores inmigrantes en el país más rico del mundo, y particularmente en apoyo a la organización de los conserjes.
El pasado viernes 14 de junio, medio centenar de sindicalistas mexicanos estuvieron en las oficinas de Hewlett-Packard en la ciudad de México, con pancartas y mantas en la que exigían respeto a la libertad de asociación sindical y de contratación colectiva, y el cumplimiento de los derechos laborales y humanos de los trabajadores migrantes en Estados Unidos. Este mismo día, los sindicalistas del SEIU planteaban una campaña internacional de boicot a los productos de esta empresa, en tanto no se reconozcan los derechos de los conserjes.
Las organizaciones sindicales de México analizan la posibilidad de presentar una queja ante la Oficina Nacional Administrativa (la NAO) instancia creada por el Acuerdo Laboral Paralelo al TLCAN contra la empresa H. Packard, por violación a los derechos laborales y de asociación de sus trabajadores de limpieza y mantenimiento. Existe ya un antecedente de denuncia laboral en este sentido, presentado por el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana contra la empresa Sprint Corporation, que opera en San Francisco, California, demanda que se encuentra todavía en proceso de resolución.
Esta acción sindical binacional es un ejemplo del avance en el proceso de unidad y solidaridad entre trabajadores de México y Estados Unidos. A la vez, la muestra de que se camina hacia la construcción de una agenda social que contempla la defensa y reivindicación de los derechos de los trabajadores migrantes, en una época en la que predomina un clima racista y xenofóbico en Estados Unidos.
Reivindicar los derechos laborales de los trabajadores sujetos al ``contratismo'' es pugnar por la desaparición de las formas de precarización del trabajo, formas que han adoptado la nueva racionalidad laboral que se impone en el mundo y en nuestro país, que abaratan el trabajo y despojan a los trabajadores de los derechos colectivos, que han sido tema importante de sus luchas sindicales.
* Este artículo se basó en materiales elaborados por el SEIU, el Sindicato de Telefonistas y el FAT.