Se entregó Lino Oviedo, acusado del intento golpista en Paraguay
Reuter, Ansa, Dpa, Afp y Efe, Asunción, 14 de junio El ex jefe del ejército paraguayo, general retirado Lino Oviedo, se entregó este viernes voluntariamente a las autoridades luego de que un juez civil dictara horas antes una orden de detención en su contra acusándolo de cargos de sedición por la intentona golpista del 22 y 23 de abril.
Oviedo arribó en un avión procedente del interior del país y se puso a disposición de la justicia militar, siendo recluido en la base castrense de Itaguá. Si bien la orden de detención fue emitida por el juez civil Alcides Corbeta, su mandato fue que se le recluyera en un centro militar.
Sin embargo, antes de entrar en la prisión, Oviedo improvisó un discurso ante un centenar de simpatizantes en el que criticó duramente al presidente Juan Carlos Wasmosy, al que acusó de ``corrupto y cobarde'', y dijo que la justicia y la democracia triunfarán y se conocerá la verdad.
Ante exaltados seguidores -que gritaban consignas como ``Se siente, se siente, Oviedo presidente''-, el militar dijo haber dado cumplimiento puntual y estricto al Poder Ejecutivo, como estaba en la orden, de entregar el comando del ejército ``sin ninguna clase de inconvenientes''. De este modo, negaba otra vez haberse insurreccionado.
Apuntó haber cumplido también con el Poder Legislativo al comparecer ante ese cuerpo y entregar los documentos requeridos, y añadió que hoy estaba cumpliendo con el tercer poder, el Judicial. ``Me ordenaron guardar reclusión, y aquí estoy'', expresó, tras haber llegado acompañado del senador oficialista Enrique Yambay.
``Volveré como vuestro comandante en jefe'', sostuvo en un mensaje que dijo dirigió a las fuerzas armadas, al confiar en que será presidente de Paraguay en 1998. Si bien Oviedo aspira a la presidencia, una eventual condena judicial lo eliminaría de la carrera electoral, ya que existen inhabilitaciones constitucionales para estos casos.
En tanto que sus familiares llegaron al sitio de la reclusión con un colchón, un refrigerador y un televisor, entre otros menesteres, quizá previendo una larga estadía, el general, encaramado en la camioneta del senador Yambay, afirmó que su ``pecado'' consiste en no participar del ``negocio sucio'' de quienes detentan el poder de la república.
``El presidente Menem estuvo cinco años detenido y después fue presidente electo. El actual presidente de la República Federativa de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, también estuvo asilado en Europa y también es presidente. Podemos hablar de Walesa en Sudáfrica, de Mandela, perdón, y de Walesa en Europa. De Perón y de muchos otros'', expuso el militar.
Vestido de civil, Oviedo dijo confiar en que el pueblo y el ``siempre triunfador Partido Colorado'' van a escribir la historia y se sabrá la verdad. Luego pidió a sus partidarios volver a sus casas en forma pacífica, para traspasar enseguida las puertas del recinto militar.
El senador colorado Enrique Yambay afirmó que entre los partidarios del militar existe temor de que pueda ser asesinado, al argumentar que tiene ``cosas gravísimas que denunciar y con esto evitar que declare''. Según esto, las denuncias ya formuladas y las pruebas que tendría en su poder para respaldar lo dicho, hacen que la vida de Oviedo esté en riesgo.
De hecho, la orden de detención del juez Alcides Corbeta se precipitó luego de que hace una semana el presidente Juan Carlos Wasmosy acusó públicamente al militar, en lo que fue la presentación de un testimonio y documentos para iniciarle un proceso criminal.
En consecuencia, el juez emitió la orden de detención este día para prisión preventiva e inapelable por ``delitos contra la autoridad y el orden público'', y dispuso que su detención se cumpla en el penal militar de Capiatá, Itaguá, en las afueras de Asunción.
Si bien la orden de detención por un juez civil fue bien acogida por sectores de la oposición, al considerar que muestra ``la nueva cara'' de la justicia paraguaya, legisladores de la Comisión Bicameral de Investigación del Congreso dijeron estar ``desencantados'' con las explicaciones ofrecidas por el presidente Juan Carlos Wasmosy.
El embajador paraguayo ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Carlos Víctor Montanaro, aseguró por su parte que las fuerzas armadas de su país mantienen absoluta lealtad al presidente Wasmosy. Apuntó que el país vive una etapa de consolidación de la democracia y sus instituciones republicanas.